Lan SiZhui tenía una vida perfecta: El mejor estudiante de la escuela más prestigiosa de la ciudad, una familia igual de prestigiosa con gran influencia en la industria musical y cinematográfica, unos padres que le demostraban su amor a diario y un...
Miraba impacientemente el reloj que se encontraba colgado en una de las paredes del salón de clases, su tictac resonaba en su mente como un ritmo ansioso. No podía esperar que la campana sonara para indicar el receso de clases. Y como si su mirada fuese lo suficientemente poderosa, no tardó en manifestarse aquel sonido que liberaba a todos de la tensión.
-Eso es todo por hoy, recuerden llenar los formularios para los clubes. Lan SiZhui los recogerá. - Finalizó el maestro, saliendo por la puerta con un susurro de alivio.
Jin Ling recogió rápidamente sus cosas y cuando se disponía a salir, sintió una mano sobre su hombro derecho. Refunfuñó alguna grosería antes de darse la vuelta y encontrarse con la amable sonrisa de Lan Yuan, cuyos ojos brillaban con calidez.
-Bienvenido al "Receso de las Nubes", joven Jin. - Inició este, ignorando el ceño fruncido que apareció en el rostro del contrario. -Soy Lan SiZhui, monitor de la clase. - Se presentó extendiendo ahora sí mano, la cual después de unos cuantos segundos fue estrechada por el nuevo estudiante, aunque este seguía expresando fastidio.
-Creo que no hace falta que me presente otra vez. - Debía admitir que le sorprendió que alguien se presentara ante él, pues usualmente lograba espantar a todos los que lo rodeaban por su muy mal conocido carácter. -No tienes que ser tan formal conmigo. - Dijo, le parecía extraño que alguien de su edad le llamara Joven, pensó que el Lan era un poco raro, ¿Quién a su edad podía ser tan cordial? El Lan asintió lentamente.
-Si quieres puedo mostrarte... - Fue interrumpido por un estruendoso sonido proveniente del aula, no tenía que mirar para saber quién era el culpable de dicho alboroto.
-¡A-Yi, tranquilízate! - Ordenó Mei a su hermano, quien se encontraba sobre la mesa del profesor y arrojaba bolas de papel a un grupo de compañeros. Todos parecían molestos por la situación y su prima sujetaba una larga regla con la que tenía intenciones de darle una paliza al más joven de los 3.
-¡Ellos empezaron, así que se deben aguantar! - Siguió protestando mientras esquivaba los golpes de su hermana, definitivamente no se dejaría vencer por aquellos inútiles que tenía como compañeros.
Lan Yuan suspiró resignado y se acercó al par de hermanos dándoles un sermón sobre haber roto algunas reglas de la institución. Su voz calmada y autoritaria logró apaciguar la situación. No hacía falta que se lo dijera al resto de estudiantes, pues estos por sí mismos decidieron escucharlo y entrar en razón.
Tras lograr que todos se calmaran, se dio la vuelta dispuesto a seguir hablando con el nuevo, pero este ya no se encontraba ahí. Su ausencia fue como un golpe inesperado, dejándolo con la palabra en la boca.
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-No debiste haber hecho eso, te lo dije. - Continuaba regañando a su hermano, quien ahora tenía una nota en sus manos por parte de la dirección de la escuela. Solo era el primer día de clases y ya había recibido un llamado de atención. La luz del sol matutino se reflejaba en el papel, destacando la seriedad de la situación.
