“Un lazo que siempre existió,pero que ahora ambos deberan manter”
Un pequeño niño corría por el bosque, su frente estaba empapada de sudor y su respiración permanecía agitada. No sabía dónde estaba, pero eso lo resolvería después. Ahora lo importante era atrapar al pequeño conejito que perseguía.
Rayne estaba agotado, así que en un último intento se arrojó al pequeño animal. Pero cuando parecía que al fin había logrado su objetivo, el conejo se refugió en los brazos de alguien más. Lo único que obtuvo el bicolor fue terminar con su ropa sucia.
Enojado, se levantó del piso, limpió el polvo que cubría su ropa y decidido a recuperar al animalito, le reclamó al contrario.
—¡Oye! Disculpa, pero esa es mi mascota, así que devuélvemela o sino...—No pudo continuar, pues las palabras desaparecieron de su boca cuando vio al niño pelinegro que estaba frente a él.
—Él es un animal silvestre, no es una mascota —dijo el pequeño frunciendo su ceño.
Rayne ladeó su cabeza, observó mejor al otro niño. Sus mejillas estaban cubiertas por un lindo rubor rosa, sus ojos dorados lo miraban fijamente con una pizca de furia y su cabello negro fácilmente se podía comparar con la noche.
—¿Quién eres? —preguntó el más alto.
El menor guardó silencio, doblando sus rodillas y con cuidado liberó al conejito, quien inmediatamente se perdió en los arbustos.
—Mi nombre es Mash—respondió con su mirada seria mientras se ponía de pie.
—Rayne —dijo rápidamente estirando su mano. El pelinegro la observó un instante y después, dudoso, aceptó el saludo.
—No deberías intentar atrapar a los animales silvestres. Su hogar es el bosque, lejos de él podrían morir —el pequeño separó su mano del saludo mientras hablaba.
—Entiendo —Rayne rascó su nuca, se sentía avergonzado al ser regañado por alguien menor que él.
—No lo vuelvas a hacer —el bicolor asintió.
La conversación de ambos pequeños fue interrumpida por la repentina aparición de una mujer rubia, quien se recargó en el tronco de un árbol intentando regular su respiración. Rayne dedujo inmediatamente que había corrido durante mucho tiempo.
—¡Tía Meliadoul ! —gritó emocionado mientras se lanzaba a la mujer.
—Al fin te encuentro, Mash —la alfa suspiró aliviada—. No te vuelvas a escapar —la mujer abrazó al niño, quien sonrió. Si había algo que amaba eran los abrazos.
—Perdón —dijo apenado, la mujer solo le dedicó una sonrisa.
—Bien, es hora de irnos. Tu padre debe estar preocupado —la mujer tomó la mano de Mash y se dio media vuelta.
—¡Sí! —el pelinegro se notaba animado—. ¡Adiós! —le dijo a Rayne mientras movía su mano de un lado a otro.
Rayne imitó el movimiento sin decir nada, después solo observó cómo Meliadoul y Mash se alejaban mientras reían y jugaban.
—Veo que hiciste un amigo —habló mientras acariciaba la cabeza del pequeño—. ¿Sabes su nombre?
—Mmm... creo que era algo así como... ¿Ramon? —Meliadoul sonrió.
—Ya veo.
Estando solo, el bicolor comenzó a observar su alrededor, decayó por completo cuando notó que estaba perdido. Ahora se arrepentía por haber comenzado a perseguir al conejo, pero no todo era malo. Al menos, gracias a su persecución, había conocido al niño más hermoso del mundo.
🎀
La noche había llegado y después de horas de preocupación, el príncipe había sido encontrado.Todos estaban felices, excepto Rayne, quien ahora estaba siendo regañado por su madre.
Cuando finalmente se libró de su enojada madre, Rayne se retiró a su habitación, aunque con un castigo horrible: limpiar los establos del castillo, lo cual no le parecía nada divertido. Al entrar en la habitación, el bicolor se arrojó en la cama y suspiró mientras observaba el techo. Por alguna razón, no podía sacarse de la cabeza a ese pequeño niño pelinegro.
—¿Eres tú, hermano? —preguntó Fin adormecido mientras se sentaba en su cama.
—Lamento si te desperté —respondió observando a su hermano.
—No importa, es más me alegra que estés bien —el bicolor menor sonrió—Quería ir a buscarte junto a nuestro padre, pero no me lo permitieron.— La mirada del niño se entristeció de repente.
—Afuera hace frío, lo mejor fue que te hayas quedado aquí —Rayne se puso de pie y comenzó a ponerse su pijama.
—Promete que no volverás a desaparecer —pidió, Rayne ya vestido se acercó a él y acarició sus cabellos.
—Lo prometo —el bicolor menor abrazó a Rayne—. Ahora duerme.
—Está bien —el más pequeño se separó de su hermano y se volvió a recostar, Rayne lo cubrió con las sábanas—. Hasta mañana.
—Hasta mañana.
Ya recostado en su cama y con una leve sonrisa, Rayne cerró sus ojos para quedarse dormido, no sin antes agradecerse a sí mismo por ir detrás de ese conejo cuando estaba de cacería con su padre.
Hola a todos espero que este
nuevo proyecto le haya gustado,deben de estar pensando que soy un irresponsable al sacar un nueva historia en ves de actualizar las que ya tengo pero es que. Una ves que la inspiración llega a mi cabeza no puedo desaprovecharla.Escrito:02/06/2024
Publicado:02/06/2024
Editado:...
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Destinos entrelazados ||Raymash||
DiversosCuando era pequeño Rayne conoció a quien robaría su corazón ¿Que pasará cuando se entere que aquella persona ahora es su prometido?. 🎀 Capitulos cortos. Omegaverse. #3 👑 mashxrayne 22/06/2024 Aclaración: Rayne y Mash son príncipes. . . . . . Los p...