El amor de un padre, todos quisiéramos que nuestros padres fueran eternos, lástima que no es así.
Hoy podemos tenerlos a nuestro lado, reírnos con ellos pero mañana pueda que ya no estén.
Nunca debemos de juzgar a nuestros padres, los errores, discusiones son solamente de ellos, no por el hecho de que discutan, peleen, incluso decidan irse de la casa, es decisión solo de ellos, pero eso tampoco quiere decir que si deciden tener otra pareja tú debas congeniar con ella o con él.
Es fácil venir y decir mi papá o mi mamá es malo pero no sabemos lo que ellos darían por nosotros, cuanto amor nos tienen y lo que les duele un mal gesto de nuestra parte.
No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos y por más que duela la frase no la comprendemos hasta que la vivimos, hasta que nos toca vivir el dolor de la ausencia de alguno de nuestros padres, comprendamos que nuestras actitudes tienen su etapa pero a un padre y a una madre jamás se debe de alzar la voz mucho menos faltarles el respeto.
Pues no se sabe el dolor y esa sensación del pecho que sientes que se contrae porque vemos a nuestro padre en una cama sin vida, cuando lo vemos en un ataúd y jamás vamos a volver a escuchar un "hija tú puedes, no te rindas".
Es horrible recibir una llamada y que te digan en ella que jamás vas a volver a verlo, y que te tienes que despedir en un sueño, que solo podrás verlo y escucharlo en sueños pero ya nunca en persona, que para contarle cómo te va tienes que ir al cementerio teniendo fe que te está escuchando.El amor más sincero aparte de Dios es el de los padres y por más que creamos que no nos quieren muy, muy en el fondo si lo hacen.
Valoremos cada momento que pasamos con nuestros padres porque no sabemos cuándo se van a ir y la falta que nos harán, no los juzguemos por sus errores, el dolor de verlos en un coma diabético, en un paro cardíaco, en una convulsión, conectados a una máquina es horrible.
Tenerlo en tus brazos mientras convulsiona es un recuerdo que jamás se irá y siempre estará presente.
El ir camino hacia el cementerio para darle el último adiós es tan duro porque sabes que es lo último que pasaras junto a ello, recuerdas cada canción, su última voluntad y cuando lo están cubriendo de tierra es una imagen que jamás se borrará de tu mente y mientras eso pasa por tu pensamiento pasa en cámara lenta cada momento compartido, risas, llantos, enojos, berrinches, todo.
Pero al final solo queda aprender a vivir con el recuerdo y seguir como hubiese querido.
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El Dolor De Cada Corazón
Teen FictionQué injusta es la vida... Cuando en ocasiones estás en tu mejor momento y de repente llegan a tu vida los golpes más duros que puedes atravesar, que nunca estás preparado para una pérdida de alguien especial que crees que todo marcha bien pero las c...