De matón a ídolo: transmigrando a un programa de supervivencia PARTE 3

Capítulo 469 Misterios sin resolver

Capítulo 469 Misterios sin resolver

"Maldición, ¿estás ganando mucho dinero, pero el primer lugar al que me trajiste fue un edificio abandonado?" Preguntó Jenny, mirando alrededor del lugar con el ceño fruncido.

June negó con la cabeza y le pasó una paleta de helado.

"Y vaya, una paleta de helado", dijo sarcásticamente. "Soy muy pobre y aún puedo permitirme esto".

"¿Lo quieres o no?" Preguntó June, mirándola con el ceño fruncido.

Jenny chasqueó la lengua y abrió la bolsa fría antes de morder el helado.

"¿Por qué me llamaste aquí? ¿No tienes una actuación más tarde en la noche?" ella preguntó.

"Sí", dijo June, mirando su interfaz de usuario.

[Misión: Descubre por qué Haruki te odia.]

[Plazo: 23 horas]

June escapó de sus miembros para encontrarse con Jenny por unos minutos. Al principio, no vio el motivo de su reencuentro. Sin embargo, en esta vida parecía que todo sucedía por una razón.

"Cuéntame todo lo que sabes", dijo June, yendo directo al grano.

Jenny, que actualmente tenía el cerebro congelado, lo miró confundida.

"¿Acerca de?" ella preguntó. "¿Sobre mi experiencia cercana a la muerte?"

"¿Cerca de la muerte qué?" June frunció el ceño. "Eso no. Lo que me dijiste ayer: nuestra última llamada telefónica".

Jenny se detuvo a mitad del bocado y lentamente bajó el helado, su rostro se puso serio.

Hizo una pausa por un momento, recordando la llamada telefónica que había ocurrido años antes.

"Fue después de que te fuiste de Phoenix", comenzó, marcando el tono.

"Tuviste momentos muy difíciles cuando eras aprendiz".

"A pesar de la falta de oportunidades en la empresa, siempre mantuviste una cara valiente. No llamabas a menudo. Yo era quien iniciaba las llamadas ya que mis padres se enojaban cuando se enteraban de que llamabas", continuó.

"Cada vez que te llamaba, siempre me contabas alguna historia frustrante sobre cómo tus compañeros de entrenamiento te acosaban. Siempre me enojaba y te pedía que abandonaras ese maldito lugar. Sin embargo, después, seguías contándome cómo tus amigos lo hacía soportable y cómo no podías renunciar a tu sueño".

"Al final, todo lo que tenía que hacer era escucharte".

"Sin embargo", dijo, sus ojos se quedaron en blanco.

"Un día, fuiste tú quien llamó".

Un zumbido resonó en los oídos de June y débiles recuerdos comenzaron a aparecer ante sus ojos. Le dolía la cabeza, pero desafió el dolor y continuó escuchando el arrepentimiento de Jenny.

"En ese momento, ya había pensado que era extraño."

"Nunca llamabas", dijo expresando su extrañeza.

"Al principio pensé que era un error. Todo lo que oí fue estática y el sonido de una fuerte lluvia".

Las imágenes aparecieron vívidamente frente a June, y se sintió como si lo hubieran transportado a ese momento determinado.

Era familiar. Había tenido este sueño antes: cuando vio una figura tambaleante en un tejado oscuro y lluvioso. June quiso correr hacia él, pero las suelas de sus zapatos parecían estar pegadas al suelo.