Encuentros y aclaraciones.

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A la mañana siguiente Penélope se encontraba triste. Ella deseaba que la noche del baile hubiese sido diferente, pero terminó siendo un caos. Además, ese mismo caos la seguiría hasta hoy. Estaba segura que Eloise no se quedaría tranquila leyendo lo que había escrito sobre Colin... O, mejor dicho, sobre esta nueva versión de Colin que no se acercaba en nada al hombre que ella amaba. No, al hombre que ella una vez había amado. 

Se vendrían más bailes, necesitaba serenarse. La noche pasada había servido de práctica, como un punto de partida en el que, de ahora en adelante, solamente podría mejorar. Además, entre todo lo malo hubo una victoria. Lord Debling la invitó a bailar. Por primera vez en su vida le habían preguntado si tenía lugar en su tarjeta y eso la seguía emocionando. 

De repente, su doncella interrumpió sus pensamientos anunciando una visita. Era Colin Bridgerton. 

-Pen. Necesito hablar contigo. No me gusta verte triste. 

-Entonces mejor no hubieses venido. 

-No se trata de eso. Pen, por favor escúchame. No soy el hombre que solía ser en la temporada anterior. 

-De eso me he dado cuenta. 

-Pen. Lo siento. De verdad, siento mucho lo que dije y quiero que sepas que tú no me avergüenzas, en absoluto. Es más, tu opinión es la única importante para mí. Te busco en cada baile porque contigo me siento bien. Me haces sentir bien, elevas mi espíritu y contigo puedo obtener siempre otra perspectiva de todas las cosas. Eres fascinante, eres especial para mí y quiero, necesito que sigas siendo mi mejor amiga. Por favor, Pen, perdóname. Fui un rematado imbécil. 

-Está bien. No me dio rabia que no quisieras casarte conmigo. Lo que me molestó fue la posición en la que me dejaste con los demás caballeros. Todos los años deseo tener mejor suerte en el mercado matrimonial y nunca lo consigo. Ni siquiera he conseguido que me saquen a bailar. Y que tú dijeras eso, siendo mi amigo, no ayudó en nada a la pésima posición en la que ya me encontraba.

-Ahora la que me está negando eres tú. 

-¿Por qué?

-¿Cómo es eso de que nadie te sacaba a bailar?

-Colin, tú no cuentas. Me refiero a un pretendiente, no a un amigo. Y menos alguien que fue mandado por su madre. 

-Querida Pen, de todas las veces que he bailado contigo, nunca me ha obligado a hacerlo mi madre. Lo he hecho porque he querido hacerlo. Me gusta bailar contigo.

-Pero, eres tú. Eres mi amigo. Se supone que debería bailar con pretendientes. Colin, de verdad necesito casarme. Quiero encontrar un marido en esta temporada. 

-Si un marido es lo que quieres, yo te puedo ayudar a conseguirlo. He estado en 17 países en estos meses y descubrí que el "encanto" se puede aprender. 

-Colin, no seas absurdo. No puedo tenerte toda la noche susurrando en mi oreja  qué decirle o no a los demás caballeros. 

-Pen, tú no necesitas a nadie que te diga qué decir. Eres perfectamente capaz de mantener conversaciones interesantes y entretenidas. 

-Pero, algo pasa entre mi cabeza y mi boca y termino hablando solamente tonterías. 

-Conmigo nunca te ha pasado eso. 

-Porque eres mi amigo y porque no planeo casarme contigo. Lo siento, Colin. Pero, creo que esto no funcionará. Es muy arriesgado y le prometí a Eloise que me alejaría de ustedes. De todas formas, ya no tiene sentido que nos sigamos viendo. 

-Eso no lo voy a aceptar. podrás estar disgustada con Eloise, pero yo también soy tu amigo. Ya te lo dije Pen. Eres especial para mí. Y te protegeré siempre, incluso frente a mi hermana. 

-Gracias, pero, prefiero que no lo hagas. Colin todo este asunto es peligroso. Si nos descubren no sé qué podría pasar. 

-Confía en mí. Nadie se enterará. Podremos pasar tiempo juntos y así te podré ir dando orientaciones. 

-Pero, Colin. Esa persona no sería yo. Y yo quiero que me elijan por ser yo misma. Quiero tener la oportunidad de vivir un amor, de enamorarme... Debo escucharme muy tonta... Lo siento. 

-No lo sientas. Después de todo tienes razón. Pero, te puedo ayudar con tu confianza. 

-Eso me dijeron tu madre y lady Danvury. 

-Parece que llegué tarde al equipo. -Dijo mientras Penélope sonreía. -Entonces, déjame ayudarte. -Dijo mientras le ofrecía su mano. 

-¿Quieres que te dé un apretón de manos?

-Sé que es un poco inusual, pero ¿Somos amigos?

-Esta bien. Amigos. -Dijo Penélope mientras estrechaba su mano con la de Colin. 


Mientras Colin iba caminando de vuelta a casa, algunas ideas de la conversación que mantuvo con Penélope, le comenzaron a hacer ruido. No se sentía a gusto con algunas frases de ella... Como que él no contaba porque era su amigo; el hecho que le diera a entender que ya no bailaría con él, porque debía hacerlo con pretendientes y que no pensaba en casarse con él. ¿Por qué Penélope no querría casarse con él? Después de todo era un soltero elegible y un Bridgerton. Además, esa mañana Penélope estaba usando un vestido que hacia que su pelo se viera mucho más intenso... Comenzó a preguntarse si usaría ese mismo vestido en un rato más, cuando estuvieran en el parque. Cuando llegó a su casa, buscó inmediatamente a Eloise. 

-Eloise, sé que estás enfadada con Penélope y la verdad es que no concibo entender el por qué. También te niegas a decírmelo. Lo sé, lo sé. No preguntaré más. Pero, no quiero que interfieras entre nosotros.

-¿"Nosotros"? ¿Qué nosotros?

-En nuestra amistad. Recién fui a ver a Pen y me dijo que ahora que ustedes no eran amigas, no era necesario que le hablara más. 

-Lo encuentro bastante acertado y sensato. 

-No, no lo es. Porque Pen también es mi amiga. Y no planeo alejarme de ella. 

-¿Cómo está ella?

-Está bien. Se quiere casar.

-¿Casar? ¿Penélope?

-Sí. 

-Supongo que no te ve a ti como un pretendiente. 

-No.  De hecho, de una forma indirecta me pidió que ya no la sacara a bailar más. De ahora en adelante, debería bailar solamente con futuros pretendientes. 

-Entonces con mayor razón te deberías alejar de ella. ¿Qué crees que van a pensar los demás caballeros si te ven rondando siempre a Penélope?

-Lo de alejarme de ella está fuera de discusión. 

-¿Qué crees que pasará cuando se case? Acaso piensas que su futuro marido la dejará encontrarse a solas con un hombre soltero. Colin, acéptalo. Ya perdiste a Penélope. Y ni siquiera fue necesario que yo interviniera en esto. 

Colin se quedó pensativo. Su hermana tenía razón. Estaba perdiendo a Penélope...

-Lady Whistledown escribió sobre ti... ¿Lo vas a leer o no? -dijo ofreciéndole el panfleto. 

Cuando Colin leyó el panfleto de esa mañana, su estómago se apretó de rabia. Lady Whistledown sabía leer a las personas y lo había leído a él. Ella no se equivocaba  y eso era lo que más lo enfurecía. 

-No me importa lo que ella diga. El, ella arruinó a lady Crane, a ti. No me interesa su panfleto. Solamente me va a interesar el día en que cometa un error. Ese día estaré ahí para verla caer y ser miserable. Porque nunca le voy a perdonar lo que nos hizo. 


Más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora