Confesiones bajo la luna

681 60 5
                                    

-Porque ninguno de ellos soy yo... Pen, no puedo soportar la idea de que te cases con otro que no sea yo. 

-Colin, basta. Esto es egoísta. Un amigo, realmente querría ver feliz a su amigar. ¿Por qué me haces esto?

-Porque soy yo el que te quiere hacer feliz. Pen, esta noche transité por más de un infierno. Tuve que tomar distancia de ti y ver como hablabas, como bailabas, e incluso, ver como le sonreías a ellos. Ninguno de ellos te merece. Yo sí. 

-Colin. No puedes jugar conmigo así. 

-No estoy jugando. -dijo acercándose peligrosamente a Penélope. -No estoy jugando Pen. -Dijo acariciando suavemente su rostro con su nariz. No puedo dejar de pensar en ti. No puedo dejar de soñar contigo. Pen, no sabes cuanto desee que abrieras la ventana y me dejaras entrar a tu habitación. -Dijo acariciando su brazo con su mano. -No sabes cuanto te deseo. -Se acercó a su boca para besarla pero, Penélope tomó distancia. 

-Creo que es mejor que suba y que tú vuelvas a tu casa. 

-No. -Dijo acercándose nuevamente a ella. -Pen. Me duele esta distancia. 

-¿Y lo que tú estás haciendo? ¿Crees que no me duele? Por favor, deja de jugar conmigo. 

-No estoy jugando contigo. Tengo sentimientos por ti. Estoy enamorado de ti. Pensar en ti, desearte... Me está consumiendo. Ni siquiera te imaginas como me consume por dentro no poder besarte, incluso no poder tomar tu mano, porque cada vez que me acerco a ti, me alejas. ¿Por qué es tan difícil de entender que me enamoré de ti?

-Porque mientras me dices todo esto, no puedo dejar de pensar en como hablaste de mí, el año pasado, en este mismo jardín. 

-Pen, fui un imbécil. Ahora entiendo que no solo era amistad. Pen, yo te quiero en mi vida y no hablo de quererte solamente como una amiga. Te quiero como mi mujer. Quiero estar a tu lado, quiero hacerte sonreír, quiero que tu mirada me busque entre la multitud, quiero hacerte sentir placer... Oh Pen, quiero hacerte tantas cosas. 

-Colin. Yo no, yo no soy la adecuada para ti. Yo no podría hacerte feliz. 

-¿Es que no recuerdas nuestro beso? Pen, eres todo lo que deseo. ¿Por qué crees que no podrías hacerme feliz?

-Porque no lo sabes todo de mí. No te puedo hacer esto. Colin, lo siento, pero no puedo estar contigo. Yo nunca podría hacerte feliz. Por favor, mantengamos distancia. -Dijo Penélope saliendo rápidamente y dejando a Colin en la banca. 


Cuando llegó a su habitación, las lágrimas brotaron. No podía parar de llorar. Colin quería estar con ella. Quería casarse con ella... Pero, ella sabía que nunca podrían ser felices debido a lady Whistledown. Si Eloise que era su amiga, se enojó con ella. Ni siquiera podía imaginar cómo iba a reaccionar Colin. Ni mucho menos su familia... aunque sabía que Kate y Hyacinth la amarían. Pero, no podía hacerlo. Era peligroso. La misma reina la estaba buscando. Además, estaba el asunto de Marina y la reina, POR DIOS, LA REINA... No, definitivamente, no podría estar nunca con Colin. Penélope se limpió sus lágrimas. Respiró hondo. Todavía quedaban tres opciones:

1. Lord Debling

2. Lord Harrison

3. "Escocia"

En un comienzo, lo que más deseaba era irse a "Escocia" y desaparecer. Empezar una nueva vida en Italia y escribir. Pero, después del beso y de ese acercamiento que tuvo esa noche, con Colin... Comenzó a pensar con cuál de los dos preferiría estar así... Lo malo de este pensamiento, es que volvió a pensar en Colin y en cómo sería sentirse abrazada por él... en sus caricias y en sus besos. 

Más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora