En un crepúsculo eterno donde los héroes y dioses se enfrentan, Sakura Haruno, la ninja médico de Konoha, se prepara para el combate más desafiante de su vida. Frente a ella se alza el dios de la guerra, una figura imponente que desafía la mortalidad con su sola presencia.
Sakura activa el Sello de las Cien Curaciones, una marca que brilla con un resplandor verde en su frente, potenciando sus habilidades al máximo. El aire se llena de tensión, y el suelo bajo sus pies vibra con el poder que emana de ambos combatientes.
–¡Por todos los mortales, no retrocederé!– grita la haruno, su voz llena de determinación y molestia
El dios de la guerra sonríe con arrogancia.
—Una mortal desafiándome… Esto será interesante, pequeña. Sabía que había algo raro en ti– el hombre exclamó, mientras pasaba sus manos en su cintura, mirando con un extraño brillo en sus ojos hacia la chica a varios metros de él
Con un movimiento rápido, Sakura se lanza hacia adelante, sus puños cargados de chakra. El dios de la guerra responde con un golpe de su lanza, creando una onda expansiva que Sakura apenas logra esquivar. Ella contraataca con una serie de golpes precisos, cada uno capaz de romper la piedra.
El dios de la guerra, sorprendido por la fuerza y la velocidad de la kunoichi, aumenta su ferocidad. Lanza una serie de ataques con su lanza, cada uno más poderoso que el anterior, pero Sakura los evade o los bloquea con su increíble control de chakra.
La batalla se intensifica, y el sello de Sakura brilla aún más fuerte. Con un grito de poder, libera una enorme cantidad de chakra que se materializa en forma de gigantescas manos translúcidas. Estas manos agarran la lanza del dios y la arrancan de su control.
—¡Ahora verás el verdadero poder de un shinobi médico!– ella grita, mientras las manos de chakra aplastan la lanza, reduciéndola a polvo, tiró al suelo mientras ajustaba sus guantes
Ares, ahora desarmado, se lanza en un ataque cuerpo a cuerpo. Pero la pelirrosa, con su sello activo, es una tormenta de chakra curativo y destructivo. Con una serie de movimientos que combinan la gracia y la potencia, Sakura logra asestar un golpe crítico al dios de la guerra, enviándolo a volar.
Mientras el dios de la guerra se recupera, Sakura se mantiene firme, su sello aún activo y su espíritu indomable. La batalla entre la kunoichi y la deidad apenas comienza, y el resultado es incierto. Pero una cosa es segura: Sakura Haruno luchará hasta el último aliento por lo que cree.
Con el polvo de la lanza de Ares aún dispersándose en el aire, el dios de la guerra se levanta, su mirada arde con una mezcla de sorpresa y respeto.
—No eres una simple mortal– admite, limpiándose la sangre de un labio partido, mirándola fijamente. Se anotó mentalmente golpear a esos tres dioses detrás de ella por no darse cuenta de la verdadera mujer que tenían
Sakura, con el sello de las babosas aún activo, respira con dificultad pero mantiene su postura de combate.
–Soy una kunoichi de Konoha, y no me rendiré ante ti, demostraré que las mujeres no somos débiles– responde con firmeza.
El dios de la guerra asiente. —Entonces, luchemos hasta el final, Sakura–
La batalla se reanuda con una intensidad renovada. Sakura, consciente de que no puede permitirse ni un momento de debilidad, lanza una serie de ataques que combinan su conocimiento médico con su destreza en taijutsu. Cada golpe está dirigido a puntos vitales, diseñados para incapacitar sin necesidad de matar.
El dios de la guerra, ahora luchando con sus puños y su fuerza bruta, encuentra en la pelirrosa una oponente digna. Sus golpes son poderosos, pero ella los evade con la gracia de una bailarina y la precisión de una cirujana. Una digna mujer luchadora en el campo de batalla
La lucha parece eterna, un ciclo de ataques y contraataques, de movimientos y esquivas. Pero incluso los dioses tienen sus límites, y Sakura puede ver la fatiga en los ojos de su adversario, quiza no a decidido pelear en serio, pensó
Con un movimiento final, Sakura canaliza todo su chakra restante en un golpe devastador. El impacto es tal que el suelo bajo ellos se quiebra y una enorme ráfaga de aire los rodeada, derribando la poca naturaleza a su alrededor. El dios de la guerra cae de rodillas pero ella aún permanece alerta
—eres un dios¿No?– pregunta, sin querer burlarse, parece sorprendida de ella misma el haber vencido a un dios. Extiende una mano hacia el dios caído— esta batalla ha terminado– susurra, Pero Ares golpea su mano mientras se levanta
– te odio, Sakura Haruno. Tu nombre será recordado en los anales de la historia como la mortal que luchó con un dios y venció.– gruñó, está vez tomando la muñeca femenina obligándola a doblegarse, pero ella no vacila
— deshazte de la guerra, Ares– la deidad sonríe, totalmente hipnotizado por ella, sintiéndose embriagado por la fuerte voluntad femenina¿Puede existir una mujer tan fuerte y frágil a la vez? Si que lo puede
—¿Cuál es tu poder? Eres una diosa, has logrado hacer perecer la enfermedad de Apolo– se burló, tomando del blanco cuello a la haruno quien solo quiso tomar la muñeca del varón para detener su acción
—deshazte de la guerra– repitió y el hombre alzó una ceja
—¿si no que?– se burla, mirando detenidamente las rayas negras volver al rombo en la frente de la chica
— no querrás saberlo– gruñé sin miedo
—esta bien, está bien¿Sabes que puedo matarte?¿No?– sonríe, ella no lo hace
—soy Sakura haruno, Kunoichi médico de Konoha, la única ninja que te hará perecer si no deshaces está guerra– amenaza sin piedad, haciendo sonreír a la deidad frente a ella
— conviértete en mi esposa, Sakura
Es muy corto, perdón:(
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Flores De Sakura| Mitología Griega
Historical FictionDonde los dioses no buscan nada más que sexo pero ella les dirá "NO", ya sea con palabras o con sus puños