Cap 4

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Capítulo 4

JUNIO, 1994, LONDRES, EL CASTILLO

P.O.V TOM RIDDLE

El amanecer trajo consigo una nueva ola de energía y determinación. Hoy comenzábamos a establecer nuestras conexiones en el mundo mágico británico. La agenda estaba repleta de reuniones y alianzas por forjar. Mientras contemplaba los extensos jardines desde el balcón de nuestro dormitorio, me sentí listo para enfrentar cualquier desafío.

Valeria, siempre radiante, se unió a mí, su mirada reflejando la misma determinación que yo sentía.

-Nuestro primer encuentro es con Lucius Malfoy. Es un hombre poderoso y su influencia en el Ministerio de Magia podría sernos muy útil, comentó, repasando los detalles de la reunión.

-Sí, Lucius puede ser un aliado valioso. Pero debemos ser cautelosos. No es alguien en quien se pueda confiar ciegamente, respondí, tomando su mano.

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La sala de reuniones estaba preparada para recibir a nuestro invitado. Lucius Malfoy llegó puntual, su presencia imponente y su mirada astuta observando cada detalle.

-Lord Voldemort, Sultana Valeria, es un honor estar aquí, comenzó Lucius, inclinándose ligeramente en señal de respeto.

-Lucius, bienvenido. Apreciamos tu disposición para reunirte con nosotros, respondí, haciendo un gesto para que tomara asiento.

-Hemos oído mucho sobre ti y tu familia. Vuestro traslado a Londres ha causado bastante revuelo en la comunidad mágica, continuó Lucius, evaluándonos cuidadosamente.

-Estamos aquí para forjar nuevas alianzas y expandir nuestro poder. Creemos que tu influencia en el Ministerio de Magia puede sernos de gran ayuda, le expliqué, observando su reacción.

Lucius sonrió, claramente complacido por el reconocimiento de su poder. -Estoy seguro de que podemos encontrar formas de colaborar mutuamente beneficiosas.

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Mientras las negociaciones con Lucius Malfoy avanzaban, nuestros hijos también estaban haciendo conexiones. Matteo y Tom Sebastián estaban en Hogwarts, infiltrándose en las filas de los estudiantes y ganando su confianza.

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HOGWARTS, EL CASTILLO

P.O.V MATTEO RIDDLE

Mi hermano Tom Sebastián y yo llegamos a Hogwarts con la misión clara. Debíamos conocer a los líderes estudiantiles y evaluar su potencial como aliados o enemigos. Caminando por los pasillos del castillo, no pude evitar sentir una mezcla de curiosidad y desdén por los estudiantes desprevenidos que no sospechaban nada de nuestra verdadera identidad.

-Nuestro primer objetivo es Draco Malfoy. Su padre ya está trabajando con nuestros padres. Draco puede sernos útil aquí en Hogwarts, le dije a Tom Sebastián.

-Sí, he oído que es bastante influente entre los Slytherin. Será interesante ver qué tan leal es realmente, respondió mi hermano, con una sonrisa astuta.

Encontramos a Draco en la Sala Común de Slytherin, rodeado de sus secuaces habituales, Crabbe y Goyle. Nos acercamos con confianza, sabiendo que nuestra presencia captaría su atención.

-Draco Malfoy, soy Matteo Riddle. Este es mi hermano, Tom Sebastián. He oído mucho sobre ti, comencé, observando su reacción.

-¿Riddle? ¿Como en...? preguntó Draco, sus ojos agrandándose ligeramente.

-Sí, exactamente, respondí, dejando que el peso de nuestro apellido hiciera su trabajo.

Draco sonrió, claramente intrigado. -Es un placer conoceros. ¿Qué os trae a Hogwarts?

-Tenemos asuntos familiares en Londres y hemos decidido completar nuestra educación aquí. Creemos que podemos beneficiarnos mutuamente, le expliqué, observando cómo procesaba la información.

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Mientras tanto, en Londres, Valeria estaba organizando una reunión con Bellatrix Lestrange. Sabíamos que su lealtad hacia mí era inquebrantable, pero su naturaleza impredecible requería una supervisión constante.

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LONDRES, EL CASTILLO

P.O.V VALERIA RIDDLE

Bellatrix llegó con su habitual aura de intensidad y devoción. Su lealtad hacia Tom era absoluta, pero también la convertía en un arma de doble filo.

-Mi señora, es un honor estar aquí, dijo Bellatrix, inclinándose profundamente.

-Bellatrix, necesito que entiendas la importancia de lo que estamos construyendo aquí. Londres es solo el comienzo. Necesitamos tu ayuda para consolidar nuestra influencia, le dije, observando su reacción.

-Lo haré, mi señora. Cualquier cosa por el Señor Tenebroso, respondió, sus ojos brillando con una intensidad fanática.

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Mientras Bellatrix se preparaba para sus tareas, Afrodita y Atenea también estaban haciendo conexiones. Estaban en Hogwarts, infiltrándose en las filas de los estudiantes y ganando su confianza.

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HOGWARTS, EL CASTILLO

P.O.V AFRODITA RIDDLE

Atenea y yo llegamos a Hogwarts con la misión clara. Debíamos conocer a los líderes estudiantiles y evaluar su potencial como aliados o enemigos. Caminando por los pasillos del castillo, no pude evitar sentir una mezcla de curiosidad y desdén por los estudiantes desprevenidos que no sospechaban nada de nuestra verdadera identidad.

-Nuestro primer objetivo es Hermione Granger. Su inteligencia y habilidades pueden sernos útiles, le dije a Atenea.

-Sí, he oído que es bastante influente entre los Gryffindor. Será interesante ver qué tan leal es realmente, respondió mi hermana, con una sonrisa astuta.

Encontramos a Hermione en la biblioteca, rodeada de libros como de costumbre. Nos acercamos con confianza, sabiendo que nuestra presencia captaría su atención.

-Hermione Granger, soy Afrodita Riddle. Esta es mi hermana, Atenea. He oído mucho sobre ti, comencé, observando su reacción.

-¿Riddle? ¿Como en...? preguntó Hermione, sus ojos agrandándose ligeramente.

-Sí, exactamente, respondí, dejando que el peso de nuestro apellido hiciera su trabajo.

Hermione frunció el ceño, claramente intrigada y preocupada. -¿Qué queréis?

-Tenemos asuntos familiares en Londres y hemos decidido completar nuestra educación aquí. Creemos que podemos beneficiarnos mutuamente, le expliqué, observando cómo procesaba la información.

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De vuelta en Londres, Valeria y yo reflexionábamos sobre los avances del día. Sabíamos que la clave para nuestro éxito radicaba en la paciencia y en la capacidad de manipular desde las sombras.

-Valeria, nuestros hijos están haciendo un excelente trabajo en Hogwarts. Estamos ganando terreno rápidamente, comenté, tomando su mano.

-Sí, Tom. Pero debemos ser cautelosos. Cada movimiento debe ser calculado, respondió, su mirada llena de determinación.

-Lo sé. Pero juntos, somos invencibles.

Nos abrazamos, sabiendo que el futuro era nuestro para tomar. La noche era nuestra, y con ella, el mundo entero.

Imperio de sangre (El sultan x Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora