A veces hasta las cosas más hermosas de la vida pueden ser las que más nos aterran, como, por ejemplo, el amor...
Se podría decir que el amor es lo más lindo y genuino que nos otorga la vida,
pero, así como saca nuestra mejor versión y la más feliz, puede traer nuestra versión más triste y solitaria.
Cuando amas a alguien y no termina bien podés empezar a tenerle miedo a la idea de amar a alguien otra vez,
esa idea nos puede llegar a aterrar, el pensar en volver a amar a alguien y que no funcione, o pensar en volver a estar muy mal, son motivos suficientes para tener miedo a sentir amor otra vez.
Este miedo nos empieza a afectar cuando sin darnos cuenta volvemos a sentir amor tiempo después.
Ese miedo que desarrollamos no nos permite amar libremente, nos pone barreras, nos lleva a intentar no seguir cayendo en ese sentimiento, en intentar que no prevalezca, y a veces, nos lleva hasta alejarnos...
Uno no se da cuenta cuando empieza a amar a alguien hasta que ya es demasiado tarde, hasta que ya caíste en ese hermoso sentimiento que tanto pánico da.
Muchas veces no encontramos los motivos para amar a alguien, solamente pasa, y por más de que encontremos miles de razones por las cuales no deberíamos hacerlo, seguimos ahí, amando a ese alguien que no sabemos que tiene que lo hace tan especial, pero que a pesar de todo es el único capaz de despertar ese sentimiento tan inigualable, que aunque nos haga más débiles y vulnerables, también nos hace más libres, y si intentamos dejar el miedo de lado, puede hacer que creemos una mejor versión de nosotros mismos...
Sin importar las dimensiones de ese miedo no nos tenemos que privar de amar, no debemos privarnos de nada, pero mucho menos de amar; si se sabe que el sentimiento es mutuo, a pesar de que a ambos les de miedo, juntos pueden sacar sus mejores versiones, ser su mejor compañía, su apoyo, su razón de amar, y su razón por la cual trabajar juntos para que ese miedo ya no pueda gobernar y se permitan amar en paz.
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Pequeños Poemas
PoetryLas puertas del amor nos abren paso a un millón de nuevas experiencias y emociones, pero no siempre todo es bonito y perfecto, a veces surgen unos pequeños detalles que te sumergen en grandes desvarios muy difíciles de acomodar...