El nuevo florecer del brillo

Tormenta de arena

Desaparece de mi vida y de mi mente,
vete tan fácil y rápido como te has despedido.

¡Y no me importa!
Vete, por favor,
que la mente está carcomiendo.

Si te quiero aquí, pero ya tú no.
¡No te quiero aquí!
Grito hasta creer en mis palabras,
vete de mi mente... Por favor.

¡Eres del montón!

Si yo decía odiar a todos,
si yo me debí referir a ti.
Si fuiste mi todo y ya no,
si eso ya no importa.

Qué vas y vuelves,
merodeando como un roedor confundido,
y entonces me confundo yo.

¡Yo te quise!
Le hablé al cielo, a la luna de ti.

Pero así es el amor.
Así es el amor cuando no te enseñan a amar.
¡Vete antes de desbordarme en pena!
Si tú ya no debieras verme en la vulnerabilidad,
ni a mi alma agitada de espanto por la ausencia de su cajita musical.

¡No te muestres débil ante tus enemigos!
Si le daba la vida,
si se la arrebató.

Si todo el resentimiento que siento,
fueron pétalos de cerezos alguna vez,
y ahora no queda más que el polvo.

¡Si todo aquello con vida muere alguna vez!
Si así deseé no tener la vida para ser eterno a ti.
Si vi mi vida pasar junto a la tuya,
si ahora todo esto vuela con el viento.