Kenma and The Adventurer || KENHINA ||

Intro

El olor a césped y el sonido suave del agua corriendo es demasiado relajante, pero no recuerda haber dejado encendido el grifo la noche anterior y tampoco tiene aromatizantes con olor a hojas verdes. Y la luz traspasando sus párpados es demasiado fuerte, ni siquiera dejó abierta la ventana anoche.

Se levanta abruptamente y abre sus ojos adaptándose a luz del día, su mente aún dormida no se percata que está durmiendo bajo de un árbol cerca de un arroyo, se estira sintiendo la comezón del césped debajo de lo que parece ser una túnica, pero no le presta tanta atención. Ayer recuerda haber bebido mientras estaba jugando maldiciendo el juego tan malo que le había llegado por un precio demasiado elevado, de alguna manera se quedó dormido sobre su escritorio. ¿Entonces, por qué estaba durmiendo bajo un árbol cerca de un arroyo con una túnica verde? ¿Y por qué su pelo estaba peinado cuidadosamente con una corona de flores y una pequeña trenza en el lado derecho? ¿Finalmente lo habían secuestrado?

“Oh, finalmente despertaste”

Kenma se sorprende buscando a la persona que le había hablado para encontrarse con un joven sosteniendo unas flores.

“¿Q-Quién eres tú? ¿Me secuestraste?” pese a la tranquilidad en su mente, su voz tiembla al ver al chico de cabello anaranjado que tenía un terrible parecido a alguien que conocía pero no recuerda quién en estos momentos.

“¡Oh, no no!” El joven suelta las flores para negar con ambas manos “Te encontré flotando en el agua, creí que estabas ahogándote y decidí sacarte”

“¿Qué?”

“Aunque es extraño, no estabas mojado cuando te saqué” murmura el chico para sí mismo.

“¿De qué hablas? ¿A donde me trajiste?” pregunta Kenma ansioso ahora mirando todo a su alrededor, todo era demasiado vivo y colorido y estaba comenzando a agobiarlo.

“Pues te traje a mi casa” el pelinaranja señala la casa de madera descuidada a sus espaldas “Iba a pescar cuando te vi”

Kenma no estaba entendiendo nada, pero entonces algo aparece frente a ellos. Una… ¿ventana emergente?

“¡La aventura ha tocado tu puerta! Bienvenidos a The Rise of the Adventurer”

MISIÓN: Cocina algo para tu visitante, ha dormido más de dos días, ayúdalo a recuperar su energía.

Kenma mira confundido el anuncio cuestionando si su consumo de hierba ha ido demasiado lejos, no es algo que haga seguido pero lo ha hecho y quizás debió seguir el consejo de sus amigos al no hacerlo cuando se sentía estresado. El chico de cabello pelinaranja asiente emocionado corriendo a su ‘casa’, mientras Kenma se quita la corona de flores molesto. Intenta levantarse pero algo lo inmoviliza, mira su brazo que se siente más pesado de lo usual y se fija en las tres barras de energía vacías.

¿Qué demonios está pasando?

“No soy buen cocinero, espero que sea consumible” el animado chico le da lo que alguna vez fue un pescado, ahora tiene parecido a un carbón.

Kenma a este punto está irritado y confundido, se deja caer en el césped sin aceptar la ‘comida’ que le ofrecen. “Dios, realmente no debí fumar nada. O quizás me dieron comida envenenada”

El chico se sienta a su lado y puede sentir la mirada curiosa sobre él.

“Me llamo Hinata Shouyo”

“Kozume Kenma”

El ruido del arroyo es lo único que llena el espacio entre ellos, Shouyo se queda en silencio mirándolo y Kenma trata de dormir esperando despertar enfrente de su computador y promete nunca más volver a embriagarse mientras juega.

“¿Cómo se llama este lugar?” Pregunta Kenma luego de unos minutos de largo silencio, sus intentos de dormirse no funcionan.

“Estamos en Lost Village, un lugar muy alejado de todos pero tranquilo”

Vaya. Que original.

Kenma se sienta de nuevo y toma el abandonado pescado comenzando a comerlo, esperando lo peor. Sin embargo, eso no llega, la suavidad y el delicioso sabor invade su boca impresionándose del chico quien solo le sonríe.

Kenma suspira y sigue comiendo decidiendo que pensará en todo este problema después de comer.

Kenma no sabía que las cosas se pondrían más confusas después.

Sé que tengo historias aún sin terminar pero no puedo evitar cuando estas ideas vienen a mí.

Al menos quería proyectarla para después encaminarla