Capítulo 6. Hada

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“Eres el peor para ayudar en una situación así”

Kenma apenas se ha movido desde que comenzó a llorar patéticamente, se siente demasiado avergonzado para alejarse o decir algo, solo esconde su rostro en el pecho de Hinata. Con sus ojos cerrados piensa en las posibilidades de las personas para caer en un supuesto mundo alternativo parecido a un mal juego, demasiado real para serlo, y por mucho que se pellizque no se despierta.

¿Fue realmente transportado a un mundo paralelo? ¿Cómo funciona eso?

“¡Yo solo hice lo que Akaashi usualmente hace contigo!”

“¡Ja! Disculpa, pero Akaashi no me cuenta cosas ridículas después de casi tener un ataque de pánico”

Kenma ignora a quien sea con el que Hinata está peleando, ahora mismo necesita ordenar sus ideas después de finalmente aclarar su mente. Llorar de alguna forma logra darle claridad al desastre que ocurre en su cabeza, la situación era demasiado abrumadora. Comenzando por el hombre que estaba abrazando ahora, pero eso era algo en lo que realmente no quiere pensar. Segundo, este lugar aparentemente se rige como un juego, según el Hinata de este lugar dice que tiene al menos tres vidas.

El asunto de la estamina es molesto, puede sentir como sus barras de energía en su brazo han bajado lo suficiente para hacerlo sentir cansado. También está el factor que realmente no ha recolectado nada para poder sobrevivir por su cuenta, si bien Hinata lo ha ayudado con la comida y hace poco le ha salvado la vida, no puede depender totalmente de él.  Kenma ha vivido toda su vida jugando videojuegos, tiene que saber cómo finalizar esta travesía sin dificultades.

“¡Agh! Eres tan molesto, Tsukishima, debiste intervenir con esas tus cosas que me das”

“Quería saber cómo lo manejabas” menciona con tono burlón Tsukishima “Además, apenas se está adaptando, no puedo darle de los polvos mágicos”

“¡Eres una hada cuidadora muy inútil!” reclama Hinata.

“Eres la mayor carga de mi maldita existencia, mejor muere de una vez”

Hinata jadea ofendido.

“¡Retira eso, tonto! Es de mala suerte viniendo de un hada”

Kenma frunce el ceño, hay demasiado ruido para seguir ideando su siguiente paso, aún así no intenta pararlos, ni siquiera se gira a ver al tal Tsukishima. Sigue pensando en que debe conseguir armamento y leer más sobre las reglas de este juego, ¿podrá hablar de nuevo con Kuroo?

“No me arrepiento de nada” dice Tsukishima resoplando.

“Bueno, pues no moriré y tendrás que acompañarme hasta que sea un anciano”

Tsukishima se queja en voz alta: “Sabes, voy a pedirle a ese chico nuevo que te asesine ahora”

Kenma suspira pesadamente y levanta su mirada a la persona que ha estado discutiendo con Hinata. La persona más bien es un ser sentado en una de las ramas del árbol con un aspecto calmante, Kenma parpadea creyendo que se está imaginando el brillo en la piel del joven rubio. La impresión de conocerlo regresa a él, pero al intentar hacer memoria el dolor de cabeza aparece de nuevo, impidiéndolo.

“¡Kenma…! ¿Estás bien?”

“Uh… si” Kenma sigue observando al chico rubio, Tsukishima, quien también lo observa con la mirada fría, puede incluso sentir el odio irradiando de él “¿Por qué me miras así?”

“¿Uhm? ¿Yo?” Tsukishima cruza sus largas piernas, él también lleva una elegante túnica blanca que era más corta para ser llamada túnica, sus pies estaban descalzos mostrando solamente cadenas de oro alrededor de sus tobillos “No te veo de ninguna forma, pero eres realmente feo”

“Tsukishima no te metas con el físico de la gente o…” comienza Hinata una amenaza.

“No hablo de su aspecto, él es objetivamente atractivo, pero…” Tsukishima vuelve a mirarlo fijando sus fríos ojos dorados en él “Dentro de él solo habita fealdad, algo podrido”

Kenma siente náuseas pero no baja la mirada, la sostiene pese a que siente que Tsukishima está viendo más allá de sus ojos, realmente puede ver dentro de él. Se siente expuesto.

“Si no vienes a ayudar, mejor vete, tus comentarios no son bienvenidos” Hinata se pone de pie, obstaculizando la vista de Tsukishima.

“Por mucho que desee irme, no puedo” Tsukishima suelta un suspiro cansado, el ruido de algo pisando el suelo le hace saber a Kenma que el rubio se ha bajado de la rama “Me han enviado para vigilar tus pasos, Hinata, estás en mucho peligro”

“¿De qué hablas? Siempre recorro este bosque y aunque siempre huyo, he salido con vida”

“Lo sé, pero dado que soy tu compañero designado, no puedo irme aunque eso quiera, si vas a morir debo ser yo quien recoja tu consciencia”

Hinata se queda en silencio, para luego asentir de mala gana.

“Bien, pero no te daré el gusto”

“Ya veremos, renacuajo”

Kenma escucha el intercambio sin querer interrumpir, eso significa que ese tipo se va unir a ellos. En realidad, no está para nada feliz con ello, con esfuerzo se estaba adaptando a Hinata y su molesto parecido con el real. Kenma se coloca de pie dando un largo suspiro, llegamos a este punto tiene que aceptar todo lo que este mundo le entregue, y si eso es pasar tiempo con Hinata y un molesto rubio que lo ve con dagas en los ojos, entonces eso hará.

“Seamos claros” dice Kenma recuperándose, le da igual si no le agrada al tipo Tsukishima, de hecho algo en el fondo resuena dentro de él al mirarlo y no de la buena forma “Yo les estoy dejando unirse a mi equipo, el deseo de la princesa será mío y no quiero que me retrasen en nada”

“¿Retrasarte? Según el informe estuviste a punto de terminar con tu primera vida” Tsukishima interrumpe con clara burla en su rostro “Además, tú no tienes nada de suerte, no tienes ningún compañero asignado, si mueres no podrás regresar la consciencia al cuerpo” el rubio hace un suave movimiento con su mano, una papiro aparece en ella “Y tampoco tienes un contrato, como el tonto de Hinata, por lo que si tú no tienes tres oportunidades como los otros. Solo una”

Kenma parpadea absorbiendo la información, bueno, ahora se sentía menos confiable. Es decir, cuando Hinata había mencionado que todos cuentan con 3 vidas fue un alivio porque eso le daba más oportunidades de seguir avanzando y cuidar su última vida al final. Sabiendo que hay criaturas peligrosas como la que estaba en el bosque es desalentador en todos los aspectos, ¿qué pasa si muere? ¿No podrá volver?

“¿Qué…? ¿Cómo lo sabes?” pregunta Hinata ante el silencio de Kenma, luce genuinamente preocupado.

“¿Cómo? Tengo estos ojos” señala el rubio a sus dorados ojos, que ahora brillan levemente “Se te olvida que sigo siendo un Hada designada por este mundo, y ni hablar que tengo un vínculo con la Muerte”

“¿Qué?” Kenma se lleva la mano a la cabeza “¿Ahora no es solo un videjuego sino que un lugar fantasioso y místico?”

“¿Por qué dice eso?” pregunta Tsukishima a Hinata quien se encoje de hombros.

“Él dice que viene de otra realidad y que esto no es el mundo real, algo así” comenta Hinata cubriendo su boca, creyendo que no habla lo suficientemente alto para escucharlo “No lo presiones, quizás es extranjero”

“Te estoy escuchando” dice Kenma apretando los dientes, él sabe que no está loco, este no es su mundo “¿Sí esto no es un videojuego como explicas esto?” Kenma levanta su brazo, donde su estamina se está acabando.

“Es el indicador de energía, los humanos necesitan sabes su estado para aventurarse a lugares como los bosques, castillos, ciudades de exploración, etc” explica Tsukishima aburrido.

“¿Qué hay de las misiones? Eso no existe en el mundo real” intenta Kenma con otra opción, quizás estos lugareños pretenden que pierda la cabeza.

“Las misiones son para movilizar las recompensas, si deseas dinero deberás trabajar por ello” Tsukishima desaparece el papiro esfumandolo en el aire “¿Puedes parar con preguntas estúpidas? No sé la razón de tu llegada pero eres detestable, solo con verte sé que representas peligro para el alma que estoy cuidando hace mucho tiempo” El rubio se acerca lentamente hasta quedar frente a Kenma “Así que, no, no somos nosotros quien está estorbando”

Kenma irritado no se deja intimidar independientemente de la diferencia de altura.

“Disculpa pero esa ‘alma’ es la que se está metiendo en mi camino, yo no le pedí venir y mucho menos pedí su ayuda” responde mirando directamente a los iris dorados que se encienden al escucharlo.

“Vaya… no has cambiado nada” murmura Tsukishima.

Y esa frase es suficiente para que Kenma se sienta descolocado, da un paso atrás como si lo hubieran herido físicamente. Kenma mira su pecho notando que no hay nada ahí, pero cuando eleva la mirada se encuentra primero con la triste mirada de Hinata y luego con la presumida expresión de Tsukishima.

“¿Qué… me hiciste?” pregunta sintiendo dolor en su pecho, muy diferente, es un eco de un dolor real.

“¿Yo? Nada” dice inocentemente el rubio relajando su postura “Todo esto es causa tuya”

“¿Estás bien, Kenma?” pregunta Hinata queriendo acercarse, pese al dolor en sus ojos aún tiene ese tono preocupado.

¿Por qué?

“¡E-Estoy bien!” asegura con una mano para que Hinata no se acerque más. Su cuerpo y mente gritan que debe mantenerse alejado de ese chico que es un terrible imitador “Solo… avancemos lo más antes que podamos”

Hinata asiente algo abatido y revisa su bolso sacando una manzana extendiendola a Kenma quien lo mira con duda sin saber si aceptarla pero su indicador sigue bajando, así que la toma sin molestarse en agradecer. Tsukishima solamente resopla mirando la escena y decide sacar un mapa extendiendo su mano.

“El rato de ese gato tonto es que pasemos tres noches aquí, así que obligatoriamente debemos explorar” dice el rubio a Hinata quien se acerca para ver también el mapa “Podríamos evitar a las criaturas más peligrosas y para recolectar materiales podríamos ir con los bufones”

“¿Los bufones?” pregunta Kenma tratando de unirse pese a la negativa mirada de Tsukishima.

“Son los más inofensivos de aquí, como mucho te harán pasar ilusiones para burlarse de ti” explica Hinata ante el claro silencio de Tsukishima “Pienso que ellos junto a los Silenciadores serian los más fáciles para recolectar material”

“Bien, vamos”

Una rama creciendo de la tierra lo detiene en su andar y Kenma casi se tropieza para caerse.

“No tan rápido” regaña Tsukishima comenzando a caminar “Deja que Hinata lidere y tú quédate atrás”

“¿Qué? ¿Por qué debería…?” ahora molesto Kenma se gira a mirar a Tsukishima.

“Seguro no tienes problema, ¿no? Después de todo estás acostumbrado a quedarte atrás” dice con una sonrisa sardonica y Kenma no puede evitar apretar sus labios en una linea fina.

El comentario es tan familiar y resuena en su pecho con un eco agudo de dolor, él lo está haciendo de nuevo.

Kenma odia a este tipo.




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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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