IV

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Narrador omnisciente

Había pasado un mes desde que nuestras protagonistas se encontraron.

Ellas buscaron todas las maneras de volver a ver, pero sin éxito alguno, Ona ya sabía todo sobre ella, su nombre, donde posiblemente puede vivir, sus gustos... Pero Leila tan solo sabe su nombre.

¿Por qué el destino lo ha querido así?

¿Será justo?

Ona no ha dejado de hablar de ella, Alexia ya está bastante cansada, pero al ver lo feliz que es haciéndolo ella también se emociona, aunque no lo diga.

Tenemos el mismo caso con Leila, pero en este caso Chloe sabe algo que Leila no. Ella ya sabe quien es esta tal Ona y no se lo ha dicho a nadie. Y por el momento piensa seguir así.

¿Cómo Chloe sabe quién es? Muy fácil.

Alguien por casualidad de la vida, había dado like a un post suyo del 2015, sabiendo que estaban en el 2024. Se metió a la cuenta de esta persona y era un cuenta que probablemente fuera de un bot. Pero al entrar vio que seguía a un par de cuentas.

En los users de esas cuentas habían nombres que ella conocía. Alexia, Cata y uno que dedujo con Salma. Ya que ponía Salmonela. Y tooodas ellas era privadas y con 20 seguidores. Volvió a la cuenta que le había dado like y leyó el user.

@onadelmar22

Al principio quería ir a contárselo pero algo en ella le dijo que debía esperar.

Pasaron las semanas y Chloe siguió investigando. Resulta que la tal Ona es una futbolista de fama mundial, jugadora del equipo más elogiado de los tiempos y campeona mundial femenina.

Entonces se dio cuenta de que no se lo diría a Leila. Chloe pensaba que si se lo decía y Leila se fuera a buscarla y volviesen a verse, formasen una relación, bla, bla, bla. Leila lo pasaría muy mal, ya que en el mundo de las parejas de gente famosa o te aman a más no poder o te odian a niveles estratosfericos.

Ella no quería que a su mejor amiga le pasase eso, así que decidió callar.

Leila se encontraba en su ansiado año sabático, después de estar en Barcelona decidió irse a Sicilia. Se enamoro de la ciudad italiana, y optó por quedarse un tiempo.

Conoció a mucha gente, pero sobre todo a Gulia. Una italiana morena, con los ojos más verdes del mundo, pelo lacio y una figura delicada.

Leila sabía las intenciones de la italiana, pero nunca quiso darle una oportunidad. Aún después de un mes seguía pensado en ella. Pero las semanas pasaban y esos sentimientos iban apagándose, y cada vez le hacía más caso a Gulia. Y se dejó llevar.

2 meses después

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2 meses después

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𝖮𝗇𝖾 𝖭𝗂𝗀𝗁𝗍 | 𝖮𝗇𝖺 𝖡𝖺𝗍𝗅𝗅𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora