Hinata
¿Que haré? ¡Caí encima de Kageyama!, me va a guardar rencor por eso toda la vida aunque... No creo que eso sea lo que importe, me sentí tan extrañamente bien cuando tuve su cuerpo cerca del mío. Es una sensación nueva, además de rara.
—¡Hinata!
Sin poder reaccionar caí al piso por un pelotazo en la cara, me lo merezco, después de todo estaba pensando en Kageyama, o sea, no en Kageyama, en lo que paso... Bueno, si estaba pensando en él. Es molesto admitirlo, pero es así.
No tuve tiempo de hacer nada más, pues unas manos tocaron mi rostro invadiendo cualquier pensamiento mio. Mire hacia arriba y me encontré con Kageyama. ¿Que es lo que esta pasando? En realidad no tengo ni idea, pero esta situación está muy lejos de ser desagradable.
—¡Hinata! ¿Estas bien? —Su tono revelaba su preocupación.
Kageyama
—Ah, de todas formas no me importa...
¿En que estaba pensando? Si bien es cierto, muchas veces me dejo llevar por mis impulsos y quizás algún día eso salga mal. No se haría en ese caso.
Solté el rostro del pelinaranja y le di un pequeño empujón con mi dedo índice en su frente. Solo para molestarlo un poco como de costumbre.
—Si es lo que quieres escuchar, perdón. Pero no se en que tanto piensas, estas muy distraído, idiota
—Pónganse en posición, ya vamos a empezar. —Nuestro capitán nos llamó.
____
El último punto del set a favor del Nekoma, ellos ganaron. Perdí la cuenta de cuantos otro más partidos ganaron.
Si alguien me pregunta, los castigos son molestos, pero por lo menos aprendo algo de aquellas derrotas.
—Hinata... —Me acerqué a él.— ¿Quieres ir a comprar algo a Sakanoshita cuando acabemos?
—Ah, claro, me encantaría. —Volteo a ver a él equipo contrario unos segundos y luego volvió a mi— Dame un segundo.
Dicho esto se fue a conversar con el colocador de Nekoma, Kenma...¿Kenma Kozume?
A lo lejos vi como el pelinaraja y el pelo teñido conversaban alegres, al parecer eso dos se habían hecho amigos. De alguna manera eso me molesta.
Los observe con atención a ambos y quizás tratando de descifrar lo que decían pero ciertamente eso sería muy difícil. Choraron las palmas, eso es algo que yo y Hinata aveces hacemos. Empezó a tocar su cabello, eso nunca lo hacemos. Quizás esto si me molesto.
Me acerque a los dos y sin decir ni una sola palabra antes, tome la muñeca de Hinata y lo arrastre hasta afuera del gimnasio. Estaba furioso.
Hinata
—¿Kageyama...?¿Que pasa? — Pregunté algo confundido y muy en el fondo asustado.
— ¿No lo sabes?... ¿Enserio no lo sabes?
Estaba preocupandome la actitud de Kageyama, es decir, ¿qué explicación lógica hay para esto? Aveces, muy a menudo, este chico me asusta.
Note como su expresión enojada cambio a una más de... ¿Decepción?
No pude decir algo, el apoyo su cabeza en mi hombro y sentí como mi rostro se calentó, cada vez me confunde más pero por alguna razón que no conozco, esto me gusta.—Oye... K-Kageyama... —Tartamudee.
—Hinata, ¿porque no soy yo con quien haces esa clase de cosas? Él no tiene nada de especial. —Levantó su rostro y me miró. —Yo podría ser mejor que él si me lo pidieras.
Suspiró pesadamente y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro. No dijo nada más.
Se hizo un silencio cómodo, confuso pero cómodo. No sabía bien que se suponía que debía hacer. Mire un rato su cabello y bueno, seguramente debe ser suave. ¿No?
Kageyama
Hinata como empezó a acariciar mi cabeza. Sentí nervios y mantener la comportura sería difícil, Hinata me gusta, no es cualquier persona que se pierda entre otros respecto a mi. Sin duda era el séptimo cielo de la felicidad.
Trate de mantener la calma pero no nací para algo así. Levante mi rostro y me aleje un poco de él. Quise hacerme el duro, como siempre, no iba a dejar que algo como eso desmoronara la figura que cree para Hinata de mi.
—Me tengo que ir a casa, adiós.
No dije nada más y solo voltee para caminar en dirección a la salida de la preparatoria, cuando no estuve a la vista de Hinata comencé a dar pequeños saltos mientras mantenía una sonrisa en mi rostro. Probablemente deje a Hinata más confundido de lo que ya estaba pero me cuerpo actúa por si solo y sin pensar las cosas. ¿Hay algo de malo en eso? Ah, si, lo hay.
Hinata
Kageyama se fue dejando a un yo completamente confundido, tratando de comprender la situación y no teniendo éxito en ello. ¿Que acaba de pasar? ¡Me las va a pagar! Es un idiota o incluso más que eso, un idiota complejo. Si, eso.
Su idiotez es compleja.

ESTÁS LEYENDO
Oportunidades (Kageyama & Hinata)
Fanfiction"Oportunidades" cuenta como Hinata poco a poco va descifrando sentimientos extraños hacia Kageyama que jamás había experimentado con nadie. Por su lado Kageyama quien tenía claro que estaba enamorado aquel pelinaranja, desperdicia sus oportunidades.