"¿Estás bien?" preguntó, mientras lo tomaba en brazos sin esfuerzo aparente, como si él no pesara más que una pluma. Lo cargaba estilo nupcial, y Soshiro sintió un calor subirle por el rostro, no acostumbrado a semejante proximidad.
"M-mmm..." fue t...
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Desperté en una habitación desconocida, desorientado y confundido.
──¿Estoy muerto?── fue lo primero que se me ocurrió preguntar en voz alta, aunque no estaba seguro de que alguien pudiera responderme.
──¿Ya estás despierto?── escuché una voz femenina y al levantar la mirada, vi a una mujer de brazos cruzados, examinándome con detenimiento. Me puse rígido y me senté abruptamente, dejando al descubierto mi pecho desnudo. La mujer seguía de pie, observándome con atención.
No sabía quién estaba frente a mí, pero sin duda me sorprendió su apariencia. Era bastante bella, aunque su forma de vestir y la tela que cubría sus ojos llamaban mucho la atención. ¿Era ciega, tal vez?
Se acercó un poco más, presentándose con seriedad.
──Soy Rea, Subcapitana del Comandante Isao. Un placer.── me atraganté y, con respeto, hice el saludo del soldado. Sin embargo, ella me detuvo con un gesto──. No tienes que hacerlo.
Miré a mi alrededor, buscando a cierta persona con preocupación.
──No te preocupes por el comandante, él está bien── como si pueda leer mi mente, respondió Rea antes de que pudiera preguntar. Me cubrí el rostro avergonzado.
──Menos mal... Si algo le hubiera pasado, estaría demasiado avergonzado como para volver a mirar a Kikoru a la cara── confesé. Luego, volví a hablar, mirándola seriamente. ──Ya que fui dejado con vida... ¿Significa que fui considerado un ser humano? ¿Un miembro de la tropa?
Rea tocó mi pecho con su dedo índice.
──Así es. Si lo que tuvieras en el pecho fuera el frágil corazón humano... ahora mismo estarías muerto. Al final todos llegamos a la conclusión, tú eres un kaiju──. Abrí los ojos sorprendido, mirando mi pecho, donde aún residía una cicatriz ──. Actualmente, la mayoría sigue en contra de la idea de dejarte con vida, pero yo veo a alguien que quiere ayudar a terminar con esta guerra de kaijus── confesó Rea, dando tres pasos hacia atrás ──. Así que si quieres seguir con vida, muéstranos tu utilidad.
Apreté las sábanas blancas con pesar.
──Yo... aún sigo pensando en mí mismo como un miembro de las fuerzas de defensa, así que definitivamente... haré que ustedes también me reconozcan como uno── dije con firmeza, no temiendo el peso de mis palabras.
Apenas y logré esbozar una sonrisa al ver la reacción de Rea.
──No me hagas quedar mal, Hibino Kafka. Además...── hizo una pausa antes de continuar ──. Te haremos estudios para ver cómo funciona tu cuerpo y ver si podemos potenciarte, y no solo eso, te voy a entrenar yo personalmente. No creo que ese 1% sea de mucha ayuda.── finalizó, caminando hacia la puerta.
Palidecí ante sus palabras hirientes, pero aun así me armé de valor para lo que venía.
