La dejó delicadamente sobre la hierba. Estaba completamente entumecida, no podía moverse apenas. Agradeció a su salvador haberla cogido en brazos.
Se encontraban en un tranquilo claro. Había un precioso estanque y una cascada de la cual caía el agua cristalina. La verdad esque era un sitio precioso, justo lo que necesitaba.Un poco de paz y armonía.
-Todavía no me has dicho tu nombre. Perdona, quizas no quieras que te tutee...
-No ... tranquilo.No importa-. Se encontraba incómoda, muy,muy incómoda-Me llamo Elys...Elys Lilium.
-Elys... es un nombre muy bonito.-empezó a buscar algo en una de sus bolsas de cuero.
-Tú tampoco me has dicho el tuyo-.Se sorprendió de su propia osadía.El elfo la miró con una sonrisa radiante:
-Me llamo Aryan, Aryan Tailnorien.Tailnorien...me suena de algo...-Pensó Elys.
Porfin encontró lo que buscaba:
-¿Me permites?-Señaló con la cabeza el brazo de la chica.Esta se miró el brazo. Tenía una horrible herida , llena de tierra y una sustancia oscura,que parecía ser sangre seca o una combinación entre ambas.Probablemente se la hizo en su huida al bosque.
Asqueada, giró la cabeza.
-Adelante- "Esto va a doler", pensó para sí misma.
-Sé que no tiene muy buen aspecto, pero dentro de nada estarás como nueva. Mientras tanto, ¿por qué no me cuentas lo que te ha pasado?
Aryan comenzó a limpiar la herida, al mismo tiempo que Elys contaba lo que le había sucedido.A medida que la chica avanzaba en su relato, una cara de horror y tristeza se reflejaba en la cara del elfo:
-Asique Farin esta reducido a cenizas.-dijo Aryan con pesar.
-Sí- el nudo de angustia que tenía en la garganta apenas la dejaba hablar.-Odio a esas criaturas-. Y dijo algo en elfico. Elys supuso que sería algun tipo de insulto de mal gusto.-Perdona, no debería de hablar así.
-Tampoco lo iba a entender-dijo riendose.
Aryan la miró divertido. Terminó de vendarle las heridas.
-¿Apenas puedes moverte, verdad?-.Elys miró sorprendida a Aryan.Juraría que le había leído la mente.
-Vamos a solucionar eso.- Pronunció algunas palabras en un lenguaje extraño que Elys desconocía;El elfo movió la manó por encima de la cabeza de la chica;Sintió una corriente de energía recorriendo su cuerpo.Se sentía con fuerzas de nuevo, desde que paso todo...-¿Qué ha sido eso? Me siento...descansada.-Se puso en pie, comprobando que podía mantener el equilibrio sobre sus dos piernas.
-Un hechizo para restaurar la energía, y veo que ha surgido efecto.-dijo con satisfacción.-Me dirijo a la ciudad mas próxima en el reino,Etrur,bueno mas bien "Nos"¿No crees?;Pasaremos por el mercado ,asi podremos coger algunas cosas, entre ellas... ejem,algun atuendo para ti.
Elys miró hacia abajo. Vió como su destrozado camisón le cubría lo necesario. Pero tenía razón era demasiado corto. Necesitaba algo de ropa. Volvió a levantar la cabeza, viendo como Aryan volteaba la suya hacia otro lado con las mejillas tintadas de rojo.
Elys apenas pudo reprimirse una carcajada, roja también.
-¿Qué ocurre?- preguntó Aryan amablemente, intentando disimular su timida reacción.
-No, nada...-contestó la muchacha con una sonrisilla en los labios.Le hacía gracia como su compañero se había incomodado con eso, despues de tanto rato viéndola. No sabía mucho de los elfos, pero lo poco que sabía de ellos es que en su mayoría eran criaturas frías e inexpresivas la mayor parte del tiempo. Por lo que no esperaba tal reacción de uno: nunca fiarse de los rumores.
-Espera, voy a organizar esto antes de partir-.se sentó en unos de los troncos y Elys se sentó en el otro. Tenía un cinturón en el que podía enganchar algunos saquitos con sustancias medicinales o polvos magicos. Dentro de su bolsa metió las vendas y sacos restantes que había utilizado.
La chica miraba con atención cada tarrito, y la de miles de colores que contenían. Los tenía etiquetados, pero no alcanzaba a verlos bien.
-Veo que te interesa mi equipamiento. Tranquila,te lo enseñaré. Y también tendrás el tuyo.-Elys sonrió agradecida.-¿Nos vamos?La chica asintió. El joven elfo se levantó y se sacudió un poco el polvo. Elys le siguió hasta el caballo.
Aryan se subió a él con sorprendente elegancia y habilidad. Elys se paró enfrente del caballo. Ahora le tocaba subir a ella, y no supondría ningun problema si no contase con lo torpe que era.
Tragó saliva, quería subirse al animal sin caerse de espalda o algun percance tipico de ella.
"No quedes mal delante de él...no quedes mal delante de él..."se repetía.
Por fin decidida se subió al caballo aceptando las consecuencias.-¿Necesitas ayuda?
-Noo.... yoo...-pero ya era demasiado tarde cuando Aryan ya la estaba cogiendo para sentarla detrás suyo.
"Bien, por segunda vez has quedado como una damisela en apuros, tontaina" le dijo su subcosciente burlandose de ella.-Agárrate bien.
En cuanto Aryan tomó las riendas, el caballo salió disparado.
Elys obedeció sin rechistar. Se agarró con fuerza a Aryan:-¡No tanto!-.dijo el joven elfo riéndose.