1. Se apareció en mi ventana

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—Te voy enseñar una nueva forma para pintar, digo, no es lo ideal pero sirve...

Bosco dijo, emocionado de poder mostrarle como el esgrima también podia servir para pintar. PePa le sonreia, divertido por lo que decia y como le explicaba todos los movimientos. El momento era unico, todo parecia ir bien hasta que Bosco mencionó lo de irse, no es que fuera un mal momento solo queria evitar el tema lo mejor posible.

—Creo que esta quedando muy bien—dijo PePa, mirando felíz el mural.

—Ya estaba lindo desde antes, pero retocarlo esta ayudando a que se vea aun mejor—Bosco miro al rizado, emocionado—¿Crees que algún dia puedas hacer uno sobre mi?

—¿Sobre ti?—miro confundido a Bosco.

—Si, ya sabes. Sobre lo grandioso que soy y... Tal vez como el campeón de esgrima, con un trofeo al lado...

—A ver, a ver. Un mural sobre ti... No es mala idea, hasta puedo ponerte sobre un caballo y un traje como los de los reyes—se burlo PePa. Bosco lo miro con el ceño fruncido, fingiendo molestia para después reirse un poco.

—Bueno, tampoco hay que exagerar.—sonreia, estaba feliz de estar ahí. Observo sus manos algo nervioso. Tomo aire para calmarse—Solo me gustaria tener algo tuyo, digo, tener tu playera... Aunque dijiste que no era tuya, no es suficiente.

—Cierto, mi playera. ¿No me la piensas devolver?—pregunto, siguiendo el juego.

—Me queda mejor a mi, entonces... no.

—Ay, era una de mis favoritas. Pero bueno, mientras no te robes más ropa mia.—analizo un poco la situación y decidió continuar—¿Sabes qué?, mejor deberías traer tu ropa, asi compartimos armario.

Bosco miraba a PePa con ilusión. Habia pensado en eso tantas veces, tener demasiado tiempo libre le dio tiempo de imaginar varias cosas. Si bien los sentimientos que tenia hacia Pedro Pablo no eran un secreto y sabia que este le correspondía, aun no sabia bien como decirlo. Expresar todo lo que sentía era aun más complicado, tenia tantas emociones que ponerlo en palabras era algo difícil. Por un lado estaba agradecido por estar para el, luego sentía ese hermoso sentimiento que hacia que cada momento con el rizado fuera único y todo eso era lo que le daba el impulso de estar ahí, de sonreír y de mejorar.

Si bien, su primera impresión no fue la mejor, la situación de Giovanna le hizo darse cuenta que no todo era como el creía.

Sintió un pequeño golpe en el brazo, eso lo regreso a la realidad. Miro a PePa que lo veia preocupado.

—Bos, ¿estas bien?

—Si... Continuando. ¿De verdad puedo traer mi ropa?—pregunto, emocionado.

—Uh... Claro, puedes traer algunas prendas. Tal vez puedas prestarme ropa también—dijo PePa algo confundido. Solo suspiro, tratando de olvidar ese tema.—Hay que seguir.

—Si.

Pasaron las siguientes horas pintando y hablando sobre cualquier cosa, al parecer, tenían más cosas en común de lo que pensaban. Se la pasaron hablando de esgrima, pintura, su familia, el futuro demasiadas cosas que normalmente no hubieran mencionado.

—¿Haz tenido pareja?—cuestiono Bosco, tenia tanto tiempo que queria preguntar eso. PePa se detuvo, pensando.

—Uh... Algo así

—¿Algo así?

—Bueno... Tal vez el dueño de la playera no solo era mi amigo

—Oh...—Bosco lo habia imaginado. La forma en que menciono que era de un amigo fue rara. Sin embargo, ahora sabia que tenia oportunidad.

—¿Y tú?—el rizado miro expectante a Bosco.

—Yo, no he tenido novia...—recordo todo con Giovanna, ni siquiera recordaba haber sentido atracción hacia alguna chica. Solo se habia concentrado en el esgrima, su vida y nunca había puesto suficiente atención en esas cosas. Ahora que todo parecia estar mejor, empezaba a fijarse en un chico y no en cualquier chico, sino en el sobrino de Paz.— O novio. En realidad, no me habia interesado en eso hasta hace poco.

—Cierto, con lo de la chica... Disculpa, habia olvidado todo eso.

—Esta bien, ya no me afecta como antes. He tratado todo eso en terapia y es mejor continuar mi vida olvidando toda esa situación.

—¿Seguro?

—Si, ya estoy bien con eso.

PePa solo asintió. Se quedaron en silencio durante los siguientes minutos. El ambiente se sentía algo pesado, no estaban incómodos solo el tema era algo difícil de tocar. Momentos después, hablaron un poco pero fueron interrupidos por Gema. Hubo una discusión que termino con Bosco y PePa llenos de pintura. Parecia que se habian caido en un charco de lodo, pero el rizado fue el más afectado.

—¿Estas bien?—era obvio que no, estaba lleno de pintura y parecia que incluso se habia tragado un poco de ella. Bosco busco algún trapo para tratar de limpiar a Pepa, pero no tenia nada a su alcance.—Mejor regresemos a tu casa.

Levanto la caja de pintura y continuaron en silencio el camino de regreso. Bosco penso en todo lo sucedido, habia tantas cosas que no sabia del otro chico.

Después de arreglar unos problemas (que involucraban a Gema), se fueron a casa de Pepa para poder limpiarse.

—Parece que estoy destinado a quedarme con tu ropa—Dijo Bosco mientras se ponia la playera que Pepa le habia dado.

El otro chico no respondió, Bosco levanto la mirada para verlo. Pepa estaba mirandose al espejo, revisando si no tenia más pintura por la cara. Bosco noto una pequeña mancha en la mejilla de Pepa, se acerco y colocó su mano ahi con la intención de quitarsela. El rizado se asustó al sentir el tacto, trago saliva, nervioso. Bosco dejo su mano en su mejilla más tiempo del que deberia, una tensión comenzó a formarse entre ellos y Pepa no espero más. Se acerco, unio sus labios en un pequeño beso. Un simple rose que les estaba provocando muchas emociones.

Pepa se separó segundos después, avergonzado. Se quedaron en silencio durante un largo rato, hasta que Bosco hablo.

—Espere eso por mucho tiempo...

—Lo se, lo se...

Paloma ajena───BosPa, One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora