Un Uchiha en Harry Potter 2

Capitulo 1: Serpientes y Legado

La luz del amanecer se filtraba a través de las ventanas del Gran Comedor, donde los estudiantes disfrutaban del desayuno antes de comenzar su primer día completo de clases en Hogwarts. La emoción y los nervios se entremezclaban en el aire mientras los alumnos de primer año se preparaban para su primera clase de vuelo en escoba. En la mesa de Slytherin, Albus Potter y Lucas Granger conversaban animadamente sobre la clase que se avecinaba. Scorpius Malfoy-Uchiha, como de costumbre, se mantenía en silencio, comiendo su desayuno con una calma casi desconcertante.

Cuando la campana sonó, anunciando el inicio de la clase, los estudiantes se dirigieron al campo de vuelo, donde las escobas estaban alineadas ordenadamente en el suelo. La profesora Madam Hooch, una bruja de porte firme con ojos amarillos que parecían captar cada detalle, se desplazaba entre los estudiantes, evaluando sus nervios con una mirada aguda. Los alumnos intercambiaban miradas, algunos con entusiasmo, otros con una inquietud apenas disimulada.

—¡Vamos, chicos! Colocaos a la izquierda de vuestra escoba —ordenó Madam Hooch con su voz autoritaria, mientras los estudiantes obedecían con rapidez. —Colocad la mano derecha sobre la escoba y decid: "¡Arriba!"

Una mezcla de voces se alzó en el aire, algunas con más convicción que otras. Las escobas saltaron de inmediato a las manos de unos cuantos, mientras que otras se tambalearon o permanecieron tercamente en el suelo.

—¡Arriba!—Sin dudarlo pronunció Scorpius la palabra mágica en un tono bajo pero firme.

La escoba respondió al instante, elevándose limpiamente hacia su mano. Scorpius la agarró con destreza, como si lo hubiera hecho toda su vida. No podía negar que había algo natural en el vuelo, una conexión instintiva que él no se había dado cuenta de que poseía. Aunque no había pasado mucho tiempo familiarizándose con las costumbres del mundo mágico, su talento innato, reforzado por los reflejos y el entrenamiento de su padre, brillaba a través de él.

Mientras Scorpius miraba la escoba con una mezcla de satisfacción y desdén, notó que sus compañeros de clase no tenían la misma suerte. Albus Potter, en particular, luchaba por controlar su escoba. La escoba de Albus parecía tener voluntad propia, retorciéndose y girando cada vez que él intentaba montarla. Al final, Albus acabó sentado en el césped, con un gesto de frustración y las mejillas enrojecidas por la vergüenza.

Algunos estudiantes, principalmente de Slytherin, no pudieron evitar reírse ante el desastre que estaba haciendo Albus. Los murmullos comenzaron a extenderse, y Scorpius captó fragmentos de susurros maliciosos.

—¿No se supone que es un Potter? —se burló un estudiante de Gryffindor. —Debería tenerlo en la sangre.

—Quizá todo eso de ser hijo de una gran volador es solo una mentira —añadió otro, riendo entre dientes—cualquiera pensaría que eres adoptado

Scorpius miró a Albus, quien trataba de recomponerse. Había una chispa de ira en los ojos de Albus, mezclada con una vergüenza evidente. Aunque Scorpius no se sentía especialmente cercano a sus compañeros de cuarto, sintió una punzada de irritación ante las burlas. No porque le importara lo que pensaran de Albus, sino porque había algo en la crueldad de los otros que le recordaba las expectativas que siempre habían pesado sobre él mismo.

—¡Silencio! —La voz cortante de Madam Hooch se impuso sobre las risas y los murmullos. —El vuelo en escoba es una habilidad que se perfecciona con la práctica. No todos se destacan desde el primer intento—Madam Hooch lanzó una mirada de advertencia a los estudiantes que se reían antes de continuar—Ahora, los que han conseguido levantar sus escobas, vamos a intentar un despegue controlado. A la cuenta de tres, inclinaos ligeramente hacia adelante y empujaos del suelo. Recordad, mantener el control es esencial.