Capitulo 2: Bajo el Susurro de la Tormenta

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El suave crepitar del aceite en la sartén llenaba el pequeño pero acogedor departamento de Teddy Lupin en Birmingham. Las paredes estaban decoradas con fotografías y recuerdos, una mezcla de lo que era y lo que había sido, un testimonio de su vida hasta ese momento. La luz cálida de las lámparas de mesa iluminaba el espacio, creando un ambiente hogareño y tranquilizador. Teddy estaba de pie frente a la cocina, concentrado en su tarea de preparar la cena. Vestía una camiseta sencilla y unos pantalones cómodos, el atuendo perfecto para una noche tranquila en casa. Su cabello, en ese momento de un color azul profundo, reflejaba su estado de ánimo relajado. Era un hombre joven pero lleno de responsabilidad, acostumbrado a valerse por sí mismo desde una edad temprana.

El aroma de hierbas frescas y ajo se mezclaba con el de la salsa que estaba cocinando. Teddy había decidido hacer algo especial esa noche, un estofado que le recordaba a las cenas que su abuela Andrómeda solía preparar cuando era niño. Mientras removía la salsa con una cuchara de madera, sus pensamientos vagaban por los recuerdos de aquellos días, llenos de cariño y calidez, a pesar de las ausencias que había sufrido.

Una melodía suave sonaba en el fondo, proveniente de un viejo tocadiscos que Teddy había encontrado en una tienda de antigüedades. Era una canción que su padre, Remus Lupin, solía escuchar, una conexión que Teddy mantenía con la historia de su familia. La música le proporcionaba un consuelo silencioso mientras cocinaba, un recordatorio de que no estaba solo, incluso cuando la soledad era lo único que conocía durante muchos años.

El departamento era pequeño pero acogedor, con una sala de estar que se abría hacia la cocina, creando un espacio abierto donde Teddy podía moverse con facilidad. Las ventanas estaban cerradas para mantener el calor, y fuera de ellas, la ciudad de Birmingham seguía su rutina nocturna, con las luces de la calle titilando en la oscuridad. Teddy se detuvo un momento para probar la salsa, soplando ligeramente sobre la cuchara antes de llevarla a sus labios. Un sabor satisfactorio se extendió por su boca, arrancándole una pequeña sonrisa. Aunque no era un experto en cocina, había aprendido lo suficiente para valerse por sí mismo y disfrutar del proceso. Cocinar, para él, era una forma de meditación, una manera de conectarse con su historia mientras creaba algo nuevo.

Mientras el estofado burbujeaba suavemente, Teddy se dirigió a la pequeña mesa en el centro de la sala, donde ya había colocado un par de platos y cubiertos. Era un detalle que podía parecer insignificante, pero para Teddy, tener todo preparado con antelación era una manera de demostrar que se preocupaba por los detalles, que valoraba el tiempo que iba a dedicar a disfrutar de la comida.Con el estofado listo, Teddy apagó el fuego y comenzó a servirlo en los platos, cuidando que cada porción estuviera bien equilibrada. Se llevó uno de los platos a la mesa y lo colocó con cuidado, observando el vapor que se elevaba lentamente desde la comida caliente.

Rhaenyra Uchiha, la hija mayor de Sasuke, estaba sentada en uno de los taburetes altos de la cocina, con los codos apoyados en la encimera y una sonrisa brillante en el rostro. Su energía burbujeante llenaba la habitación, haciendo que el pequeño espacio pareciera más vivo. Con su cabello negro peinado en un estilo moderno y su ropa siempre a la moda, Rhaenyra irradiaba una confianza y alegría que era difícil de ignorar. Era imposible no sentirse contagiado por su entusiasmo, y Teddy lo sabía mejor que nadie.

—Esto se ve increíble—dijo Rhaenyra con una sonrisa de satisfacción—. No puedo creer que hayas cocinado todo esto tú solo —exclamó Rhaenyra, inhalando profundamente y cerrando los ojos como si estuviera en el cielo—. No puedo esperar a probarlo. ¡Te has vuelto todo un chef!

Teddy sonrió con humildad mientras agregaba una pizca de sal al guiso.

—No diría que es algo especial, pero me gusta cocinar. Es una forma de relajarme y disfrutar un poco después de un día ocupado —respondió, mirando a Rhaenyra con una mirada cálida—. Me alegra que estés disfrutando el aroma. Espero que también te guste el sabor.

Un Uchiha en Harry Potter 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora