–Déjame ver si entendí bien… ¿Quieres que viaje contigo en busca de una piedra mística que podría perfectamente no existir, y ni siquiera sabes su ubicación?
–Efectivamente mi estimado –y como para agregarle seriedad al asunto, le dio un trago a su copa de vino, generosamente pagada por uno de los mercenarios borrachos de las mesas cercanas–. Te pago una moneda de platino –agregó mientras ponía una hoja sobre la mesa frente a Caesar, evitando cuidadosamente las manchas y pegotes sospechosos en la madera.
Y Caesar escupió la cerveza que estaba tomando por la sorpresa tan repentina. Gracias a los antiguos que escupió hacia un lado y no sobre Chelsea, porque la bruja no habría dudado en ahorcarlo.
–¿Có-cómo dices que dijiste?
Y antes de que Chelsea abriera la boca, agarró de forma brusca el papel y lo miró.Se solicita un guardaespaldas entrenado y de gran nivel para acompañar a una bruja en su búsqueda de una piedra mágica.
Pago: 1 moneda de platino.–¡¿Una moneda de platino?! –exclamó de nuevo.
Levantó la mirada y se topó con Chelsea que esperaba de brazos cruzados y una ceja alzada.
–Me parece un pago justo –respondió ella limpiando sus uñas pintadas de negro y retirando los restos de esmalte.
–Mujer… –él la miro con incredulidad– ¿A qué diablos nos enfrentaremos para tal pago?, no es una queja –rectificó rápidamente–, me volvería un bailarín de bar sin problema si me pagan eso. Pero si nos vamos a enfrentar a un dios antiguo para conseguir tu piedra, quisiera un aviso para afilar mis mejores armas.
–No sé si nos vamos a topar con un dios antiguo. Pero sí sé que recorreremos medio mundo –murmuró por lo bajo lo último–, así que no sería totalmente imposible. Ahora, aunque por tu forma de responder debo suponer que aceptaste, antes de que comencemos el viaje tienes que firmar y avisarle a la jefa de gremio para hacerlo oficial, noté que sigue siendo la misma vieja cascarrabias, pero es necesario. Ya sabes, subes tu nivel, mejores misiones, más dinero y todo eso. Conozco bien al sistema.
–Mucho papeleo, pero al menos sirve de algo. Hagámoslo rápido. No estaba bromeando cuando dije que quería afilar mis mejores armas, y supongo que a ti tampoco te molestará hacer una parada en Wulkow. Siempre aprecié como en un reino tan lleno de brujas y hechiceros como Eyxelwot, en la capital aun mantengan buena parte dedicada a los mercenarios; aunque –habló antes de que Chelsea pudiera poner en palabras su pensamiento–, soy consciente que todo es vendido por los propios hechiceros y brujas, y que pueden usar tan bien como nosotros las armas, sin mencionar los encantamientos.
Caesar se levantó y rellenaron el papeleo rápido luego de terminar sus bebidas, o lo que quedaba de ellas. Caesar derramó una buena cantidad sobre otro mercenario que se le atravesó de repente y casi termina en una pelea, hasta que se reconocieron como compañeros en una vieja misión en un lugar que Chelsea realmente no entendió el nombre, y la cosa de alguna manera se esparció como pólvora y cada hombre en esa habitación se reveló como antiguo conocido de Caesar.
Mercenarios unidos, supone.
–Bien –llamó Caesar mientras salían del gremio-taberna, no había suficiente presupuesto para tener edificios independientes, ya cada uno con sus cosas preparados para ir a la capital–, ya pasada la impresión inicial, acabo de recordar que olvidé preguntar qué tipo de piedra se supone estamos buscando, solo recuerdo la parte de “mística”.
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Travesía de una Bruja, un Mercenario, y un Asesino.
FantasyUna bruja que colecciona piedras preciosas de todo tipo ya que es su única forma de hacer magia. Un mercenario trotamundos que no encuentra su lugar en ninguno. Un asesino a sueldo con veneno en sus venas (literalmente). Unidos en la búsqueda de una...