Amor gatuno! [IZUTSUMI x T/N]

Capítulo 3: Enfrentando la Ciudad

Izutsumi se despertó temprano, envuelta en una sensación de inquietud. Aunque había descansado bien y la comida de la noche anterior había sido un verdadero deleite, el pensamiento de salir a la ciudad le provocaba un nudo en el estómago. Sus orejas de gato y su cola, que alguna vez consideró una carga, ahora eran una parte integral de su identidad. Sin embargo, sabía que no todos compartían esa visión.

Mientras se vestía, sus pensamientos se llenaron de dudas. ¿Cómo la recibirían los habitantes de la ciudad? ¿Sería objeto de miradas de desprecio y murmullos a sus espaldas? Estos temores se intensificaban con cada minuto que pasaba.

T/N, siempre perceptivo a sus estados de ánimo, se acercó y le tomó suavemente la mano. "Izutsumi, sé que tienes miedo," dijo con una voz calmada y reconfortante. "Pero quiero que sepas que, para mí, eres increíblemente hermosa, sin importar tu apariencia. No importa si eres mitad gato o no, lo que importa es quién eres por dentro."

Las palabras de T/N resonaron en su corazón, dándole un poco de valor. Con una sonrisa nerviosa, asintió y decidió enfrentarse a sus miedos. Juntos, salieron de su hogar y se dirigieron hacia la ciudad.

Al principio, la caminata fue tranquila. El sol brillaba, y una suave brisa les acariciaba el rostro. Sin embargo, a medida que se acercaban al bullicioso mercado, Izutsumi notó cómo las miradas empezaban a posarse sobre ella. Algunos transeúntes la observaban con curiosidad, otros con desdén. Sus orejas se movían nerviosamente, captando los murmullos que se alzaban a su alrededor.

"¿Qué es eso?" "Mira, una chica gato." "¡Qué asco!"

Cada comentario hiriente era como una puñalada en el corazón de Izutsumi, pero T/N apretó su mano con más fuerza, brindándole el apoyo que tanto necesitaba.

Entonces, un grupo de aventureros egocéntricos apareció, liderados por un hombre corpulento con una mirada arrogante. "¡Miren esto! ¡Una monstruosidad mitad gato en nuestra ciudad!" exclamó, atrayendo la atención de más personas. El grupo se rió, señalando a Izutsumi con desprecio.

T/N sintió que la ira comenzaba a burbujear dentro de él. Soltó la mano de Izutsumi y dio un paso al frente, su mirada fija en el líder del grupo. "Pide disculpas ahora," dijo con voz firme, sus puños apretados.

El líder se rió, dando un paso hacia T/N. "¿Y qué si no quiero? ¿Qué harás al respecto?"

Antes de que T/N pudiera responder, una mano se posó en su hombro, deteniéndolo. Era el mismo hombre mayor del día anterior, el que había evitado la pelea en el mercado. "Calma, joven," dijo con una voz autoritaria pero comprensiva. "No vale la pena pelear con ellos. Solo causarás más problemas."

T/N, todavía furioso, respiró hondo y asintió lentamente. Sabía que el hombre tenía razón. No quería causar una escena mayor ni atraer más atención negativa hacia Izutsumi. "No me disculparé con ellos," dijo, mirando al grupo de aventureros con desprecio. "Pero sí te pido disculpas a ti," añadió, dirigiéndose al hombre mayor. "Y a ti, Izutsumi."

Izutsumi, conmovida por la defensa de T/N y la intervención del hombre mayor, se acercó y tomó su mano nuevamente. "Está bien, T/N. Vámonos a casa."

El grupo de aventureros se quedó observándolos mientras se alejaban, murmurando entre ellos. Pero T/N e Izutsumi no les prestaron más atención. Caminaban de regreso a su hogar, ambos sintiendo una mezcla de emociones.

Al llegar a casa, Izutsumi se dejó caer en una silla, exhausta emocionalmente. "Gracias, T/N," dijo, su voz llena de gratitud. "No sé qué habría hecho sin ti."

T/N se arrodilló frente a ella, tomando sus manos. "Siempre estaré aquí para ti, Izutsumi. Pase lo que pase, enfrentaremos todo juntos."

Izutsumi asintió, sintiendo una renovada determinación. Aunque el mundo exterior podía ser cruel, sabía que con T/N a su lado, podía enfrentarse a cualquier desafío. Su amor y apoyo eran todo lo que necesitaba para seguir adelante.

La experiencia en la ciudad había sido dura, pero también había fortalecido su vínculo. Sabían que aún quedaba mucho por enfrentar, pero mientras estuvieran juntos, podían superar cualquier obstáculo.

La tarde se desvanecía lentamente, y la casa se llenó de una tranquila serenidad. Izutsumi y T/N compartieron una comida sencilla pero reconfortante, disfrutando de la compañía mutua y de la paz que solo su hogar podía ofrecer. Afuera, el mundo seguía girando, pero dentro de esas cuatro paredes, habían encontrado su refugio y su fuerza en el amor que los unía.