Capítulo 7: En la Búsqueda de la Paz

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Los primeros rayos del sol entraban tímidamente por las ventanas de la casa, bañando todo con una luz suave y dorada. Sin embargo, para Izutsumi, la calidez de la mañana no logró disipar la inquietud que la había invadido desde la noche anterior. La pesadilla que había experimentado la dejó marcada de una manera que no podía ignorar. El sueño, tan vívido y aterrador, había sembrado una semilla de miedo en su corazón, un miedo que se arraigaba profundamente en su mente.

Se levantó con el primer destello de luz, moviéndose con cuidado para no despertar a T/N. Sus movimientos eran lentos y cautelosos, como si temiera hacer cualquier cosa que pudiera romper la frágil tranquilidad de la mañana. Cuando finalmente salió de la cama, sintió un nudo en el estómago. No quería enfrentar a T/N. La imagen de él devorando carne humana, su rostro distorsionado por una crueldad inhumana, seguía rondando en su mente, oscureciendo la realidad.

Izutsumi se vistió rápidamente, sus manos temblorosas mientras se abrochaba el cinturón. Necesitaba alejarse, aclarar su mente y encontrar una manera de superar el miedo irracional que la acosaba. Sabía que no podía evitar a T/N para siempre, pero por ahora, necesitaba espacio para entender y procesar lo que había visto en su pesadilla.

Salió de la casa en silencio, evitando cualquier ruido que pudiera despertar a T/N. La aldea estaba comenzando a despertar también, con el sonido de pájaros y el suave murmullo de la actividad matutina. Sin embargo, estos sonidos no lograron calmar su ansiedad. Cada esquina y cada sombra parecía tener la potencialidad de convertirse en un eco de su pesadilla.

Después de caminar sin rumbo por un tiempo, sus pies la llevaron instintivamente a la pequeña tienda de té en la que había conocido al señor Kui. El anciano que había intervenido en la pelea de T/N en el mercado le había dado una impresión de sabiduría y serenidad. Si había alguien que pudiera ayudarla a entender lo que le estaba sucediendo, era él.

En la Tienda de Té

La tienda de té estaba tranquila y acogedora, con el aroma de hojas de té fresco llenando el aire. Izutsumi abrió la puerta y entró, su nerviosismo aliviado en parte por el ambiente cálido y familiar. El señor Kui estaba detrás del mostrador, arreglando cuidadosamente algunas tazas de porcelana. Levantó la vista cuando ella entró, y sus ojos brillaron con un destello de reconocimiento.

"Izutsumi," dijo con una voz amable. "¿Qué te trae por aquí tan temprano? Pareces perturbada."

Izutsumi se sentó en una de las sillas frente al mostrador, sintiéndose un poco avergonzada por su evidente malestar. "Señor Kui," comenzó, su voz apenas un susurro. "He tenido una pesadilla, una muy perturbadora. No sé qué hacer ni cómo interpretar lo que vi."

El anciano Kui asintió lentamente, su expresión calmada y comprensiva. Se movió con gracia, preparando una taza de té para ella y colocándola suavemente frente a Izutsumi. "A veces, nuestros sueños nos muestran miedos y deseos ocultos que no podemos ver claramente en nuestra vida consciente. Cuéntame sobre tu pesadilla."

Izutsumi tomó la taza de té, sintiendo el calor a través de la cerámica, y tomó un sorbo antes de comenzar a relatar su sueño. Describió la aldea desolada, la grotesca fiesta en el parque central, y la terrorífica visión de T/N siendo devorado por la multitud. Luego, con voz temblorosa, narró la segunda parte del sueño, en la que T/N se convertía en un monstruo devorador de carne humana y la atacaba brutalmente.

Mientras hablaba, los ojos del señor Kui se mantenían enfocados en ella, atentos y serenos. No mostró ninguna señal de juicio o sorpresa, solo una calma profunda que parecía invitarla a seguir hablando.

"Desde que tuve ese sueño," continuó Izutsumi, su voz quebrada por la emoción, "no he podido mirar a T/N de la misma manera. Siento miedo, un miedo irracional que no puedo explicar. Sé que él no haría nada para lastimarme, pero las imágenes del sueño... eran tan reales."

El señor Kui asintió lentamente, tomándose un momento para reflexionar sobre sus palabras. "Los sueños pueden ser espejos de nuestras emociones más profundas," dijo finalmente. "Pueden reflejar miedos que no entendemos completamente. A veces, esos miedos provienen de dentro de nosotros mismos, y otras veces, son el reflejo de algo externo."

Izutsumi frunció el ceño, tratando de comprender sus palabras. "¿Crees que el sueño significa algo sobre T/N? ¿O es solo una manifestación de mis propios miedos?"

Kui suspiró suavemente, mirando el vapor que se elevaba de la taza de té. "No soy un vidente ni un intérprete de sueños," dijo con calma. "Pero puedo decirte esto: el miedo es una emoción poderosa, y puede distorsionar nuestra percepción de la realidad. A menudo, cuando tememos algo, nuestro subconsciente lo magnifica y lo presenta en formas que nos asustan aún más."

Izutsumi asintió lentamente, sintiendo que sus palabras resonaban en algún lugar profundo de su ser. "Entonces, ¿qué debo hacer? No quiero vivir con este miedo. Quiero poder ver a T/N como antes, sin esta sombra entre nosotros."

El señor Kui sonrió, su expresión llena de calidez y compasión. "El primer paso es reconocer que el miedo está dentro de ti, no en T/N. Habla con él. Compártelo lo que has soñado y cómo te sientes. A menudo, la comprensión y la comunicación pueden disipar las sombras más oscuras."

Izutsumi se quedó en silencio por un momento, considerando sus palabras. La idea de compartir su pesadilla con T/N la llenaba de aprensión, pero también sabía que era lo correcto. Necesitaba confrontar sus miedos y no dejar que un sueño la separara de la persona que amaba.

"Gracias, señor Kui," dijo finalmente, su voz llena de gratitud. "Haré lo que dices. Hablaré con T/N."

Kui asintió con aprobación. "Eso es todo lo que puedes hacer, Izutsumi. Enfrenta tu miedo con honestidad y valentía. A veces, el simple acto de hablar sobre lo que nos asusta puede liberar su poder sobre nosotros."

Regreso a Casa

Después de despedirse del señor Kui, Izutsumi salió de la tienda de té con una determinación renovada. La conversación con el anciano la había ayudado a ver su pesadilla bajo una nueva luz. Aún sentía una punzada de miedo al pensar en T/N, pero ahora estaba dispuesta a enfrentarlo en lugar de huir de él.

El camino de regreso a casa parecía más corto y menos intimidante que antes. La aldea estaba ahora viva con la actividad de la mañana, la gente se movía con propósito y alegría, en marcado contraste con la desolación de su sueño. La normalidad del día a día le proporcionó un cierto consuelo, una ancla a la realidad que necesitaba desesperadamente.

Cuando llegó a casa, el sol ya estaba alto en el cielo. Abrió la puerta con cuidado, esperando encontrar a T/N aún dormido. Sin embargo, él estaba despierto, sentado en la mesa de la cocina con una expresión de preocupación en su rostro.

"T/N," dijo suavemente, deteniéndose en la entrada. "Necesito hablar contigo."

Él se volvió hacia ella, sus ojos llenos de calidez y comprensión. "Izutsumi, ¿estás bien? Pareces haber tenido una noche difícil."

Ella tomó una profunda respiración, preparándose para compartir su tormento. "Sí, fue... fue una pesadilla. Una muy realista y perturbadora. Necesito contártelo."

Se sentó frente a él, su corazón latiendo con fuerza mientras comenzaba a relatar su sueño. Habló de la aldea desierta, de la fiesta macabra, y de la horrible visión de él siendo devorado. Luego, con una voz que apenas podía controlar, describió la segunda parte del sueño, en la que T/N se transformaba en un monstruo y la atacaba.

A medida que hablaba, la expresión de T/N se llenó de sorpresa y preocupación. Cuando terminó, él se acercó y tomó sus manos, sus ojos buscando los suyos.

"Izutsumi," dijo con voz suave pero firme, "entiendo por qué te asustaste. Los sueños pueden ser muy poderosos, pero quiero que sepas que nunca te haría daño. Lo que viste en tu sueño no soy yo."

Izutsumi asintió, sus ojos llenos de lágrimas. "Lo sé," susurró. "Pero fue tan real... y me asustó tanto. No podía mirar a tu cara sin ver al monstruo del sueño."

T/N la abrazó con fuerza, su calidez disipando el frío que la había rodeado desde la noche anterior. "Estoy aquí para ti," le dijo. "Siempre. Y juntos podemos superar esto. No dejes que un sueño nos separe."

Mientras se acurrucaba en sus brazos, Izutsumi sintió que el peso de su miedo comenzaba a levantar. Sabía que el camino hacia la completa tranquilidad no sería fácil, pero con T/N a su lado, estaba dispuesta a enfrentarlo.

Amor gatuno! [IZUTSUMI x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora