Capítulo 6: Ecos de la Oscuridad

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Izutsumi caminaba por la aldea en un silencio inquietante. La brisa suave que usualmente acariciaba las ramas de los árboles estaba ausente, y el único sonido que la acompañaba era el eco de sus propios pasos. No había ni un alma a la vista, y cada casa, cada tienda, todo parecía desierto. Era como si el lugar hubiera sido abandonado de repente, dejando una sensación de vacío que se cernía sobre ella como una sombra pesada.

Sus sentidos de gata estaban en alerta máxima, cada pelaje en su cuerpo erizado por el extraño ambiente. Izutsumi no podía sacudirse la sensación de que algo no estaba bien. El aire estaba cargado con una tensión invisible que le hacía difícil respirar. Mientras avanzaba cautelosamente, comenzó a escuchar murmullos lejanos, voces que parecían provenir del parque central de la aldea.

Guiada por la curiosidad y la necesidad de entender lo que estaba sucediendo, se dirigió hacia las voces. A medida que se acercaba, los murmullos se convertían en risas y conversaciones animadas. Izutsumi siguió el sonido hasta llegar a una pequeña colina que daba al parque central. La escena que se desplegó ante ella era sorprendente y aterradora a la vez.

Había una fiesta en pleno apogeo. Gente danzaba, reía y comía alrededor de grandes hogueras. El aire estaba impregnado del aroma de la carne asada y el ruido de la celebración llenaba el vacío que había sentido momentos antes. Sin embargo, la alegría de la escena no logró calmar sus nervios. Había algo profundamente perturbador en esa reunión.

Con un nudo en el estómago, Izutsumi se acercó más, sus ojos ampliándose con horror cuando vio lo que realmente estaba sucediendo. En el centro de la fiesta, en una gran mesa, yacía un cuerpo. Su piel dorada y crujiente por el fuego, algunas partes ya faltaban, evidentemente comidas por los asistentes.

Izutsumi se paralizó al reconocer el rostro del cuerpo. Era T/N.

Sus ojos se llenaron de terror y desesperación. El T/N que conocía, el hombre al que amaba, estaba siendo devorado por esa multitud grotesca. Su cuerpo ya no estaba entero, y cada pedazo que faltaba era un testamento de la voracidad de aquellos que alguna vez podrían haber sido sus vecinos o amigos.

Izutsumi retrocedió lentamente, su respiración cada vez más rápida y descontrolada. Quería gritar, pero el horror le había robado la voz. El sonido de su respiración jadeante era lo único que rompía el espeluznante silencio que la rodeaba. Tropezó con una piedra y cayó de espaldas, el impacto la devolvió momentáneamente a la realidad.

Antes de que pudiera procesar completamente lo que había visto, la escena cambió abruptamente.

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De repente, se encontró en otro lugar. La luz del día había desaparecido, reemplazada por una oscuridad opresiva. Estaba en una cueva, su suelo y paredes cubiertos de un musgo húmedo y pegajoso. La atmósfera era pesada y el aire olía a descomposición. Izutsumi se dio cuenta de que estaba mirando a través de una abertura en la pared de la cueva, como una espectadora forzada en una pesadilla.

Delante de ella, T/N estaba de pie, su figura imponente iluminada por una luz tenue que emanaba de algún punto más profundo en la cueva. Pero este no era el T/N que conocía. Sus ojos brillaban con una crueldad desconocida, y sus manos estaban cubiertas de sangre.

Izutsumi contuvo la respiración mientras observaba con horror cómo T/N se inclinaba sobre un cuerpo inerte. Con un movimiento brutal, arrancó un pedazo de carne del cadáver y comenzó a comerlo, su boca cubierta de sangre. La escena era grotesca y surrealista, una parodia macabra del hombre amable y cariñoso que ella conocía.

Sintiendo que iba a vomitar, Izutsumi intentó retroceder en silencio, pero tropezó de nuevo, esta vez con una roca suelta que rodó por el suelo de la cueva, haciendo un ruido que resonó en el espacio cerrado. El sonido alertó a T/N, que levantó la cabeza, sus ojos rojos centelleando en la oscuridad.

"Izutsumi," dijo con una voz que era a la vez familiar y extrañamente distorsionada. "¿Qué haces aquí?"

Ella intentó retroceder, sus piernas temblando incontrolablemente. "T/N, yo... no quería..."

Pero no había tiempo para explicaciones. Con una velocidad asombrosa, T/N cruzó la distancia que los separaba y la agarró. Su agarre era dolorosamente fuerte, y sus ojos no mostraban piedad. Antes de que pudiera reaccionar, sintió un dolor agudo cuando él le arrancó la mandíbula, su grito de dolor ahogado por la sangre que llenaba su garganta.

Sus brazos fueron los siguientes en ser arrancados, su mundo se redujo a un dolor abrumador y una confusión aterradora. La figura de T/N se inclinó sobre ella, su boca ensangrentada y torcida en una sonrisa cruel. Con horror, Izutsumi sintió cómo él comenzaba a comer de su carne, cada mordisco una tortura inimaginable.

La oscuridad comenzó a invadir su visión, el dolor se desvaneció gradualmente mientras su conciencia se deslizaba hacia la nada. Y entonces, todo se volvio negro.






¡DESPIERTA!





Izutsumi se despertó de golpe, su cuerpo empapado en sudor frío. Su corazón latía con fuerza y sus ojos se movían frenéticamente mientras trataba de orientarse. La oscuridad de la noche la envolvía, pero esta vez estaba en su cama, a salvo.

Se llevó una mano temblorosa a la mandíbula, asegurándose de que todavía estuviera allí. Sus brazos, aunque débiles y temblorosos, estaban intactos. El alivio la invadió, pero el miedo no desapareció por completo.

El sueño había sido tan real, tan vívido, que todavía podía sentir el dolor y el terror en cada fibra de su ser.

A su lado, T/N dormía pacíficamente, su respiración suave y rítmica. La luz de la luna iluminaba su rostro tranquilo, una visión completamente opuesta a la criatura monstruosa que había visto en su pesadilla.

Izutsumi se acercó más a él, buscando consuelo en su calor y presencia. Sabía que había sido solo un sueño, pero la intensidad de la experiencia la había sacudido profundamente. Mientras se acurrucaba junto a T/N, intentó calmar su mente, recordándose que el hombre que amaba estaba a salvo y que la pesadilla no era más que una sombra en la noche.

Sin embargo, la imagen de su amor convertido en un monstruo, y la aldea desolada, seguían rondando en su mente. ¿Qué podría significar ese sueño? ¿Era una advertencia, un reflejo de sus propios miedos internos, o algo más? Mientras se acurrucaba más cerca de T/N, prometió que descubriría lo que sus sueños intentaban decirle.

Pero por ahora, todo lo que importaba era que estaba despierta y que, al menos por el momento, el mundo seguía siendo el mismo.

Amor gatuno! [IZUTSUMI x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora