Reencarnación. - Michael Afton (AU)

Capítulo #4: Aparición Extraña

Ya se acercaba la apertura de Fredbear Family Dinner, y como lo suponían, William estaba insoportable.

—¡Idiota, eso no debería ser así!— hablaba a través del teléfono. —Agh, ¿sabes qué? Estas despedido.— colgó

—Eeh, William, ¿no crees que estas siendo muy grosero?— Habló Clara, quien escuchó todo.

—No, Clara, solo son imbeciles que no saben lo que hacen.

—Sí tu lo dices.

—¡Papá!— gritó la menor quien acababa de llegar del instituto.

—¡Liz! ¿Cómo te fue, mi princesa?— Dijo cargandola.

—Bien, pero tengo mucha hambre.

—No te preocupes, ya te caliento el almuerzo.— Habló esta vez Clara.

—¡Vale, mami!— William la bajó. —Papi, ¿Cuándo es que abrirás la pizzeria nueva?

—Todavía no lo sé, Elizabeth, pero será pronto.— Acomodó sus lentes. —¿Y tus hermanos?

—Por ahí vienen, yo me adelanté.

—De acuerdo, ve a cambiarte para que almuerces.— La niña asintió.

Unos minutos después, la puerta se abrió, dejando ver a los otros dos hijos faltantes.

—¡Hasta que por fin llegan!— Hablo William levantándose del sofá.
—¿Porqué tardaron?

—Es que Evan tuvo un accidente con sus compañeros, así que tuve que hablar con sus maestros... Igual no te preocupes, está todo bien.— Habló Michael. Elizabeth bajó de su habitación y se dirigió al comedor, pero en el camino, se encontró a los otros dos.

—¡Evan! ¿Cómo te fue? ¿Te dejaron en paz esos tontos?

—Como que hay algo que no me he enterado...— Habló William con un tono de sospecha.

—Más tarde te cuento, iré a cambiarme. Saldré con unos amigos

—Bueno.

[.]

—¡Ya saldré! Vuelvo antes de que se haga tarde.

—Con cuidado.— Gritó William desde su oficina.

Michael cerró la puerta de su casa, había pasado ya unas semanas desde que llegó a este mundo y se había acostumbrado a su nuevo padre, era mucho mejor que el anterior y eso lo hacía feliz. Lograba conseguir lo que tanto deseó.

Mientras caminaba en la acera hacia la casa de uno de sus amigos, escuchó como caía un relámpago del cielo. Provocando que se nuble el día.

—Ugh, con lo bonito que estaba el día.— Habló para el mismo mientras pateaba una piedra en el suelo.

Decidió apresurar el paso para evitar ser atrapado por la lluvia, pero se detuvo al escuchar otro relámpago pero más fuerte, posiblemente haya caido cerca de donde se encontraba.

Esto le llamó la atención, no era muy común que hubieran tormentas eléctricas en esta área ya que la mayoría era desierto.

Caminó más rápido, ya que la niebla se hizo presente en la zona. Algo no andaba bien y eso lo sabía el castaño. Pero fue detenido nuevamente cuando escuchó el grito de un niño cerca de un callejón que había.

Se acercó curioso para ver que sucedió, así que sí, Michael era curioso.

—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?— Dijo caminando dudoso hacia el callejón. Cuando por fin pudo ver bien, había un niño tirado en el suelo. Este era castaño, tenía una camisa azul con rayas celestes y un pantalón de color beige. —¿Estás bien, niño?