nadie como tú.

Todo termino

En el susurro de mi corazón, tu adiós resuena,
como un eco que retumba en el silencio de la noche,
cada recuerdo es un pétalo caído de nuestro jardín de amor,
cada lágrima es un río que lleva consigo el peso de lo que fue.

En las sombras de mi mente, tu sonrisa persiste,
como un faro que guía mis pensamientos en la oscuridad,
cada sueño roto es un suspiro de nostalgia,
cada susurro es un eco de los días felices que se desvanecen.

En el laberinto de mis emociones, me pierdo,
como un niño sin brújula en un mar de confusión,
cada callejón sin salida es un recordatorio de tu ausencia,
cada esquina oscura es un reflejo de mi soledad.

Entonces todo terminó, como una página que se arranca del libro de mi vida,
con un vacío que pesa más que todas las palabras no dichas,
cada promesa rota es un nudo en mi garganta,
cada mentira descubierta es una herida que no cicatriza.

En el lienzo de mi alma, el amor se desvanece,
como un lienzo en blanco que se desvanece bajo el sol abrasador,
cada trazo es un intento desesperado de retener lo que se escapa,
cada mancha es un recordatorio de los errores cometidos.

Pero en medio de la tormenta, una luz brilla tenue,
una luz que me recuerda que aún estoy vivo,
cada latido es un testimonio de mi fuerza interior,
cada susurro es un recordatorio de que el amor perdura más allá del adiós.

Entonces todo terminó, pero en mi corazón,
tu recuerdo sigue vivo, como una llama que nunca se apaga,
porque aunque haya perdido, sigo siendo yo mismo,
y en eso encuentro la fuerza para seguir adelante.