Día uno: Caos en el GAR

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Nota: el GAR es el nombre que recibe el ejército de clones

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Todos los clones se consideraban hermanos (o al menos la mayoría) de hecho, una cosa heredada de la genética de Jango Fett era el conocimiento del lenguaje mando'a así que entre ellos acostumbraban llamarse "vod" o en algunos casos "ori'vod".

Por supuesto que la legión 501 no era la excepción. Se trataban como lo que eran, hermanos, que reprenden unos a otros algunas veces y que acostumbran jugarse algunas bromas, no dudan en corregir a un hermano cuando algo está mal, de todas formas, la lealtad significa mucho para los clones.

Si a alguien le tenia lealtad la legión 501, era a Anakin Skywalker.

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-¡Fives! Como tu capitán, baja el arma, es una orden -decía Rex, debatiéndose entre el miedo y el enojo, sus soldados de mayor confianza, ¡sus hermanos! Le estaban traicionando.

Fives, Jesse, Echo, Hardcase y Cody lo tenían rodeado, apuntándole con las armas a aturdir, más atrás observaba a su prometido y la padawan de este reírse en el fondo de la habitación.

¡Su familia lo abandonaba!

- Los buenos soldados siguen ordenes Rex- dijo el clon a modo de burla, mofándose del amargo recuerdo que fue para todos la existencia del chip inhibidor, tiempos tan oscuros que nunca volverían a experimentar.

-idiota.

-Somos soldados de la legión 501 -dijo Jesse- leales a nuestro general, ¡el maestro Jedi Anakin Skywalker! Y si se te ocurre lastimarle aunque sea una uña...

-Vamos a asesinarte- completó el comandante de la 212.

Ahsoka, en el fondo, estallo en risas, la venganza contra tantas reprimendas de Rex a sus hombres sabía increíblemente dulce.

Los soldados apuntaron al molesto capitán, y Echo se acercó más al capitán.

-Capitán Rex, si en algún momento, a partir de este instante, lastima física, emocional o mentalmente a Anakin Skywalker, se le considerará alta traición al gran ejército de la República, y tu castigo será ser condicionado a alimentarse únicamente de barras de racionamiento militares durante un año.

Obviamente lo anterior era en gran parte una broma, pero el tono serio del soldado hizo a Rex creer que realmente lo obligarían a comer esas cosas durante tanto tiempo.

Detrás, los Jedi presentes no pudieron contener la carcajada, ¡Que a Rex se lo comiera la tierra en este instante!

Anakin no podía sentirse más afortunado, estaba rodeado de personas que se preocupaban mucho por él, nunca pensó que sería tan feliz como lo estaba siendo en ese momento.

Obi-Wan, que entraba a la habitación buscando a Cody sonrió y se acercó a Ahsoka. -Anakin nunca había estado tan cerca de la luz- dijo observando con una sonrisa a su antiguo padawan.

-Lo sé. Después de toda la guerra, merece ser feliz, todos lo merecemos.

-Rex le hace bien, lo ama mucho. -La chica sonrió, sintiendo a la fuerza irradiar paz y amor.

Los clones amenazaban con cualquier tontería que se les ocurriera, sabían que no tenía sentido amenazar al capitán, amaba a Skywalker con toda su alma, y si se lo pidiera, lo seguiría hasta la estrella más lejana de todas sin dudarlo. Pero no podían dejar pasar la valiosa oportunidad de finalmente obtener el terreno alto con respecto a Rex, aunque fueran unos cuantos minutos.

-Les juro que si no me sueltan los haré a todos entrenar tanto que les dolerá el alma cuando acabe con ustedes. -Amenazó, fingiendo molestia.

El jedi no tuvo más remedio que detener el show, si no hacía algo tendría que dormir en el sofá durante los siguientes 3 días. No solo los clones saldrían perdiendo.

-Ok todos, se terminó esto, suelten al capitán Rex y desactiven armas. - les dijo con una sonrisa, evaluaron sus opciones y obedecieron.

Soltaron a Rex y este se levantó murmurando groserías, mientras se volteaba hacia el suelo y recogía su armadura, que le habían quitado mientras lo amarraban a la silla.

Silenciosamente el jedi se acercó al grupo de clones que se reía a espaldas del capitán.

-Gracias, de verdad. -dijo, mientras los atraía a un abrazo y transmitía toda su gratitud por medio de la fuerza.

El clon rubio se acercó a su pareja, que ya se había despedido de los clones, y lo envolvió en un abrazo, pasando sus brazos por la estrecha cintura del contrario sintiendo como envolvían sus hombros y acariciaban su cabello.

-Te amo, pero a veces eres todo un caso.

Anakin rió. -Lo sé, yo también te amo.

Ambos sonrieron, antes de juntarse en un suave beso, no necesitaban palabras entre ellos, todo se podía decir con un beso de amor verdadero.

De un momento a otro, un flash resonó en la habitación, se separaron y observaron a Ahsoka intentar ocultar una cámara detrás de ella, Anakin sonrió a su padawan, quien rendida sacó la cámara, con la cara roja de vergüenza y una sonrisa apenada.

-¡Es que son muy lindos!

30 días antes del matrimonio             ⁂una historia de Rexwalker⁂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora