Capítulo 10
Sara
Siento que cuando subo las escaleras que llevan a la terraza ya estoy practicamente sin aire. Creo que aun puedo sentir sus labios sobre los míos, la forma en la que mi cuerpo reaccionó y se dejó llevar. La culpa se hace presente en mi organismo, mis manos sudan, mi corazón late desmesurado y mi visión se vuelve nublosa.
Es un ataque de ansiedad Sara, estás acostumbrada a ello, sabes como lidiar con esto. Tomo varias respiraciones y me concentro en todo lo que se encuentra alrededor.
No pasa nada, estás bien, vas a estar bien.
Mi mente viaja por varios rincones de mi memoria y busca algo que me tranquilice, un buen recuerdo, un buen momento. Pero sin poder evitarlo tan sólo recae en lo ocurrido hace apenas un rato, en esos labios, en sus palabras, en su cercanía.
—JODER— chillo frustrada.
Miles de lágrimas comienzan a caer por mi rostro. Y entonces si que mi mente decide viajar hacia otro momento.
—Hemos encontrado algo que no nos ha gustado en tu última analítica Tomás, por eso te hemos pedido que vengas y acompañado—el médico me mira antes de volver a mirarlo a él.
—Adelante— le indica Tomás no sin antes sujetar mi mano con fuerza.
—Tomás, hemos detectado células cancerígenas en tu cuerpo, de ahí todas las pruebas que te pedimos realizar después. El resultado de las mismas nos arrojan una triste noticia. Tienes Leucemia Tomás, está muy avanzada, con el tratamiento que podemos ofrecerte quizás la esperanza de vida sea un poco más alta pero...
—Pero no me voy a curar y voy a fallecer de esto, ¿verdad?
El médico me observa a mí, que ya rompí a llorar, y después a Tomás, el cual sigue manteniendo su mano junto con la mía, y se muestra serio.
—Sí, sintiéndolo mucho esa es la realidad.
—Haremos todo lo que nos pida, pero por favor, por favor no deje que lo pierda— digo fuera de mí.
Tomás me abraza con fuerza y deposita un pequeño beso en mi cabeza.
—Todo irá bien cariño, lo prometo.
—Si tú te vas Tomás, yo me voy contigo
El me sonríe y limpia las lágrimas que caen por mi rostro.
—Si yo me voy tu vivirás por los dos
—No quiero
—Claro que quieres.
—Siempre vas a ser tú— respondo casi sin voz.
—Y tu siempre vas a ser todo Sara.
Lloro aún más fuerte cuando mi cabeza revive ese momento una y otra vez. Y es entonces cuando esas manos me tocan con fuerza y tiran de mí, que siento, que estoy aquí, de nuevo.
—Sara cariño— dice Zahira mientras su cuerpo aprisiona al mío.
Me dejo abrazar y consolar y mientras no paro de llorar.
—Siento haber reaccionado así, es solo que me sorprendió y..., dios no esperaba que huyeras de esta manera perdóname— dice Zahira sobre mi cabeza.
—No es tu culpa— susurro— no sé que estaba haciendo...
—Pues vivir Sara, eso estabas haciendo— dice Natalia ahora a mi lado.
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Una segunda oportunidad
RomanceSara era feliz. Sara se casó con Tomás aún cuando conocía su enfermedad. A Sara no le importaba disfrutar de su amor 2 o 3 años, quizás con suerte 4. Porque Sara amaba a Tomás con locura, y le prometió estar a su lado hasta el final de su último ali...