2

455 53 62
                                    

Todo está tan silencioso y extraño, se siente... Como si su cuerpo no fuera su cuerpo, se siente flotando, como si algo lo sostuviera cálidamente, cálido, cálido...

—Shouto, cariño despierta.

Cuando abre los ojos, su mirada está un poco borrosa, se siente mareado y con ganas de vomitar, pero solo respira profundo y responde torpemente.

—Estoy despierto.

—Ven a comer —y los pasos alejándose comenzaron a resonar detrás de la puerta.

Shouto suspira, y trata de moverse, pero está envuelto en un extraño nido de sábanas y puede sentir su desnudez clara bajo las mantas de algodón que rozaban suavemente su piel.

Estar desnudo bajo las mantas significa... que lo que pasó anoche no fue un sueño o una alucinación, fue real, tan real que ver sus prendas desgarradas a un lado de su cama se lo confirman. Es estúpido y ridículo, esto no debería suceder, había algo... joder, indescriptible.

Tarda unos minutos en desenvolver su cuerpo de las mantas, hay un dolor en su cuerpo desagradable y que no quiere pensar. Solo acaba por levantarse de la cama lentamente, suspirando pesado y exhausto, su cuerpo era incapaz de no sentir dolor.

Se agacha para levantar la ropa desgarrada y la arroja dentro de su armario, no quiero preguntas de su madre o de su padre de qué le pasó a su pijama nueva, quiere ahorrar todos los comentarios posibles así que lo dejaría ahí hasta que él personalmente lo tirará a la basura. Aprovecho y tomo una camisa blanca larga, pantalones holgados y una remera. El frío es agradable hasta cierto punto, pero esa casa ni siquiera tenía calefacción, una de las tantas razones por las que tanto desea irse.

Pasa lentamente junto a la cama y mira fijamente el espacio oscuro debajo, su rostro recrea una mueca desagradable de miedo e incomodidad, pero solo pasa saliva y sale de la habitación al corredor, con la sensación en el pecho de que algo anda mal, porque sabe que lo que pasó anoche no fue normal.

Llega a la cocina y entra, sus padres cocinan lo que supone es el desayuno y él solo saluda con un “Buenos días” antes de sentarse frente a la mesa.

—Buenos días, cariño —su madre se acerca, colocando un tazón de sopa y un vaso de jugo, acercándose a besar su sien— ¿Dormiste bien anoche?

Mira el plato fijamente y luego pasa saliva duramente. Desvía la mirada y asiente, sin ser capaz de decirle algo a sus padres acerca de lo que pasó la noche anterior, donde algo abuso de él... No, sin duda no diría algo así, sonaría muy loco y no quería que sus padres lo llevarán a un psiquiátrico.

—Eso es bueno de saber, últimamente apenas puedes dormir —su madre le acaricia la cabeza y luego se aparta una vez más, sonriendo de oreja a oreja.

—Papá, mamá, puedo preguntar... ¿viviremos aquí para siempre? —murmura, esperando que su tono de voz no muestre lo poco concentrado que estaba.

—Shouto, es demasiado pronto para decidirlo —su padre habla, tosco y serio, como si su pregunta lo fastidiará tanto—, nos mudamos hace poco tiempo y sabes porque, así que no estamos seguros de mudarnos otra vez tan pronto.

Escucha con atención, o eso cree, porque en realidad, su mente está ocupada recordando lo que pasó anoche, y que teme que vuelva a suceder.

—Hay algo bajo mi cama —suelta sin pensar. Quizá es demasiado directo, pues sus padres lo miran como si estuviera delirando. Tal vez sea así— una criatura que–

—Otra vez con eso —su padre golpea la encimera ligeramente, demostrando su coraje e irritación— ¿No estás ya muy grande para decir esas estupideces?

Monstruo bajo mi cama;  DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora