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Sus ojos se abren lentamente, está parado en el corredor de la casa, todo está totalmente oscuro, y aún así, el silencio es estremecedor. Su cuerpo no parece tener intención de moverse, hay un escalofrío que lo recorre de la cabeza hacia los pies. Su propia mente le impide moverse, y más allá de eso, algo le dice que no quiera averiguar nada ahora mismo.

Pero no puede sentirse tranquilo. No cuando hay un camino de sangre por todo el suelo, dejando la evidencia de que algo había pasado, no podía ver nada más si no se movía, entonces debía armarse de valor para ir a averiguar qué esta pasando. Sus pasos se sienten pesados, como si sólo intentar mover los pies le costará todo su esfuerzo, pero sigue intentando.

Sus pies descalzos se llenan de la sangre que hay en el suelo; sigue ese recorrido, sintiendo su corazón latir cada vez más rápido hasta que lo escucha en sus oídos. El silencio comienza a ser reemplazado lentamente por el sonido lejano de gruñidos, sorbos y huesos crujir.

Sigue mirando el suelo, hasta que el camino se acaba y los dedos de sus pies tocan un cuerpo que está sobre el suelo. Su padre está ahí, con un rostro perturbado y petrificado, puede ver el rostro horrorizado y asustado; está partido por la mitad, hay un charco de sangre a su alrededor y la mayoría de sus extremidades ya no existen.

Shouto siente que sus ojos se llenan de lágrimas; tiene miedo, está horrorizado, pero el sonido de la sangre escurriendo y oír como algo mastica lo hace congelarse en su lugar; levanta la cabeza lentamente, asustado, ahí, muy en el fondo en la oscuridad está esa criatura.

Shouto grita, pero su voz no sale; sus piernas parecen hundirse en un enorme charco de sangre mientras mira a su madre siendo mutilada por esa criatura. Él quiere ayudarla pero no puede, y aunque grita y trata de correr, sigue uniéndose lentamente en la enorme laguna de sangre que lentamente lo va ahogando.

Casi salta de la cama cuando despierta; su mano va directamente a su pecho y aprieta ese lugar, puede sentir como late tan rápido por lo alterado que estaba; coloca otra mano en su frente y puede sentir el frío sudor bajar de ella.

Su rostro voltea a todos lados, observando la clara oscuridad de la habitación, lo cual lo hace sentir escalofríos y miedo por un momento; enciende la lámpara de noche a su lado, notando que no hay nada fuera de lo normal, todo esta en silencio y no hay nada más que el ruido de un búho a las afueras de su habitación.

Intenta recuperar el aliento; apoya sus brazos sobre sus rodillas y trata de calmarse, sabiendo que no se trataba de nada más que una pesadilla.

Una horrible pesadilla.

—¿Estás bien?

Shouto levanta la mirada rápidamente hacia esa voz, y nota a Dabi sentado frente a él. Aún no puede verlo, pero la sombra tiene la complexión de un humano, y no se parece en nada a su pesadilla.

—Y-yo... sí, lo estoy —murmura, tembloroso. Es la primera vez que le toma demasiada importancia a que literalmente está tratando con un monstruo, alguien que le confesó que comía humanos—. Sólo fue una pesadilla, nada más...

—Lo sé.

Shouto mira hacia Dabi, curioso. El otro fue capaz de darse cuenta de su confusión, pues rápidamente le contesto;

—Estuve ahí —dice, en un tono de voz tranquilo.

—¿T-tú lo viste...? —inquiere, temeroso. Comienza a pensar en que no fue solamente un sueño, y todo lo que soño fue real.

—Sí —le responde. No parece molesto o burlón como siempre, esta vez es tranquilo y con un tono de voz comprensivo—. Te veías muy aterrado.

—¿Cómo debía estar entonces? —jadea Shouto, asustado— Te ví comiéndote a mis padres, ¿Cómo debía reaccionar entonces?

Monstruo bajo mi cama;  DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora