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Mal, muy mal. Mucho ruido y muchos temblores, de hecho, el planeta de Beerus estaba temblando por completo mientras el poder de Naruto estallaba por todas partes. Sentía que en cualquier momento el dios destructor abriría sus ojos y eso no era para nada bueno.

Debía terminar lo que sea que estaba sucediendo con Naruto en este instante, no podía arriesgarse a que esto continuase; Tomó su báculo con fuerza y se preparo para lanzarse contra él chico pero antes de hacer un solo movimiento, un gran brillo vislumbro por todas partes.

Desvió levemente su mirada con molestia ante eso y lo que siguió al brillo lo hizo suspirar más ya que un inmenso rugido resonó por todas partes, esto debía ser una maldita broma ya que cuando el brillo desapareció, permitió que viese un gran mono dorado que veía en todas direcciones con gran confusión.

Esto era una broma, definitivamente ya que segundos después al gran gorila no se le ocurrió otra mejor idea que comenzar a destruir todo lo que se le cruzara, terreno, arboles e incluso pequeñas montañas, cuando todo eso se le hizo pequeño y aburrido, centró su mirada en lo más grande que había en el planeta... El castillo de Beerus.

Whis Palideció cuando vio al mono tonto dirigirse hacía el dios destructor, maldito idiota, iba a su muerte segura pero no permitiría que Naruto muriese aun, debía encargarse de Boo primero.

FLUSH

Apareció frente al rostro del mono y de inmediato fue atacado pero sin importarle detuvo el manotazo con un solo dedo, logrando que los ojos del gorila se abrieran de sobremanera ante eso.

No le dio tiempo a reaccionar y dejo caer su Báculo sobre la cabeza del mono de manera fuerte y de inmediato sus ojos rodaron hacía atrás cayendo en la inconsciencia.

Se fue de espaldas y eso alarmó más a Whis quien se teletransportó debajo del mono y colocó una de sus manos en la espalda peluda de este y sin mucho esfuerzo le ayudó a bajar hasta el suelo, en donde lo reposó con un fuerte ruido pero nada alarmante para que amenazara el sueño de Beerus.

Suspiro con cansancio, no había imaginado que las cosas se iban a complicar al traer a este chico aquí, pero tuvo que imaginárselo. Los Saiyans siempre habían sido destructivos y ruidosos, esa era su naturaleza.

Peco de inocente al creer que estos Saiyans habían cambiado con el tiempo, ósea, si lo hicieron, este chico no era para nada parecido a los tontos y toscos Saiyans que había conocido hace cientos de años pero aun así conservaban ciertas cosas que jamás se borrarían de su ADN.

"¿Ahora que?"- Arrastró sus palabras cuando otro brillo llenó el lugar, nuevamente apartó su vista del brillo dorado y tras un largo minuto por fin todo se calmo.

Volvió a ver al mismo lugar y no pudo evitar que una leve sonrisa adornara su rostro cuando vio al chico ahí de pie y claramente luciendo diferente.

Su piel ya no era blanca, ahora tenía una especie de pelaje rojo cubriendo la mayoría de su parte superior, su cabello siempre negro creció hasta la parte medía de su espalda y descanso bastante sobre sus hombros.

Su mirada cambio, la seriedad era lo único que mostraban esos ojos dorados rebordados en negro, su mirada estaba clavada en Whis quien solo sonreía con algo de satisfacción al verlo. Podía verlo y sentirlo, su poder había incrementado de sobre manera, mucho de echo y podía ver como el chico ya estaba trabajando en la manera de recortar el desgaste de ki.

No rebosaba de él como en la 3cera transformación pero aun así había un poco que salía de él pero era moderado.

"Fascinante"- Whis alabó y Naruto ni se inmutó ante eso, lentamente comenzó a observarse, sus manos y su nuevo pelaje.. ¿Cómo llamaría ha esto? ¿La evolución? No, no sonaba para nada bien. ¿Y si mejor seguía la regla de tres que su padre comenzó?

El Segundo Hijo De GokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora