Cap 1

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Dean

Yo solo quería que Castiel Novak me dejara en paz. Todo comenzó el verano del 94, antes de empezar el segundo año.

-Ya llegamos- Mi padre estaciono el auto frente a la nueva casa, el auto era un impala 1967 que apreciaba demasiado. Mientras estacionaba el auto puede ver en la casa de enfrente a un niño sentado frente a su pórtico.

-¿Qué les parece niños? -Mi madre, Mary sonreía ahora que por fin podíamos salir del auto después de un viaje tan largo.

Mi hermano Sam estaba entusiasmado por ver su nueva habitación esperando que fuera más espaciosa para poner sus soldaditos de juguete. Salimos del auto dispuesto a conocer nuestro nuevo hogar, pero antes de que pudiera siquiera entrar a la casa, John mi padre me detuvo.

-Oye Dean, ¿Por qué no me ayudas a sacar las cajas del camión mientras Sam ayuda a tu madre a echarle un vistazo al interior de la casa?

-Si claro papá. -Mi madre y Sam entraron a la casa, yo seguí a mi padre para descargar las cosas de la mudanza.

Para mi ese momento fue el comienzo de media década de estrategias de evasión e incomodidad social. Mientras mi padre y yo movíamos las cajas del camión el niño de ojos azules que vi sentado en el pórtico de la casa de enfrente, llego a donde estábamos y subió al camión como si nada, sin esperar ni preguntar.

-Hola, soy Castiel Novak. -Se presento y después tomo una caja del camión.

-¡Oye!, ¿Qué estás haciendo? -Mi padre no uso un tono tan amble, pero a él niño extraño no pareció importarle.

-¿No quiere ayuda? -Dejo la caja y miro a mi padre esperando una respuesta.

-No. -Su respuesta carecía de amabilidad ahora por completo. -Ahí hay cosas valiosas. -Mi padre no perdía de vista a Castiel, se apoyó sobre una caja, esperando que su mensaje fuera claro.

-¿Qué tal esto? -De nuevo Castiel señalo otra caja y se agacho para tomarla, pero mi padre se apresuró a detenerlo.

-¡No, no, no, no! -Castiel se detuvo y se enderezo mirando a mi padre. - ¿Por qué no te vas a tu casa?, tu madre debe estar preocupada.

-No, sabe dónde estoy. Me dio permiso. -No tarde en darme cuenta de que él no entendía indirectas, mi padre y yo nos miramos, pero después regresó la mirada a Castiel.

-Tres personas aquí son demasiadas. -Mi padre seguía intentado que se fuera.

-No me molesta. -Dijo mirándolo sin preocupaciones. Realmente no entendía ninguna indirecta. Después me miro a mí.

-¿Empujamos esta juntos? -Señala una caja pesada de un extremo del camión. Estaba por tomarla, pero mi padre puso la planta del pie encima de la caja, parece que se dio cuenta que no servirá de nada intentar darle indirectas a este niño.

-Dean -Mi padre me miro y yo desvié la mirada de Castiel para verlo a él. -¿No deberías ir a ayudar a tu madre? -Fruncí el ceño, no entendí hasta que el me dio un guiño.

-¡Oh, si! -Sali corriendo de ahí buscando alejarme, pero fue detrás de mí, ambos corrimos por el jardín, él era imparable. Iba a decirle que se largara cuando paso la cosa más rara. Tomo mi hombro y yo tratando de alejarla me voltee hacia él y su mano callo sobre la mía, tomándola. Lo mire sin saber que hacer. No podía creerlo, ahí estaba tomado de la mano con este extraño niño, ¿Cómo me metí en esto?

Estaba nervioso, el solo me sonreía y no dejaba de mirarme, hasta que escuche los pasos de mi madre.

-Vaya, hola. -Se detuvo a nuestro lado -Ya conociste a mi hijo.

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora