3. Rumbo distinto

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Francesca se había vuelto una gran amiga para Georgie y yo, pero especialmente para mi.

Le tenia tanto cariño como a George, era una chica muy indescriptible, siempre le gustaba estar sumida en sus cosas, sin llamar la atención, pero… ¿Cómo no lo haría?, simplemente con su belleza realzaba en cualquier logar que entraba.

Ella era simplemente increíble.

A pesar de ser una joven introvertida, tenía un alma inmensa.

—Los voy a extrañar demasiado — menciona la castaña con una sonrisa — Tienen que mandarme cartas.

—Lo haremos, aunque estarás muy ocupada ahora que entraras en la Temporada — habla George que está a mi lado.

—Ni me lo recuerden — dice cabizbaja.

—Fran — tomo su mano — Descuídate, si no quieres casarte aun no lo hagas, que nadie te obligue, son tus sentimientos antes que los de los demás.

La antes mencionada me sonríe.

—Me encantaría que conocieran mi hogar y a mi familia.

Miro a George con una sonrisa.

—Sabes que no podemos, tienes que volver por… — mi amigo se queda a media frase al notar lo que esta por decir — Tu hermano me mataría si regresara a Francia sin ti.

—Entonces vamos juntos Georgie — tomo su mano — Fran nos está invitando a ambos.

—No podemos, Lina.

—Pero si quieres ir, no lo niegues — lo señalo y él sonríe.

—Mi familia esta encantada con conocerlos, siempre los menciono en mis cartas, por favor George — pide la menor del grupo.

El chico recorre su mira entre las dos.

—Espera un momento, Francesca.

Nos separo de la chica unos cuantos metros para hablar en privado.

—Por favor, Georgie, no quiero volver a casa — digo casi a suplicas.

—No puedo, Dalina, se cuanto te afecta esto, pero Gaston me matara.

—No lo permitiré — lo tomo de los hombros — Sabes que si vuelvo me casaran con cualquier tipo, puede ser hasta alguien mayor, tú conoces perfectamente a Gaston, puedo huir unas semanas, hasta que él me encuentre, porque sé que lo hará.

George me observa seriamente.

—Esto nos causara demasiados problemas.

—Lo sé, pero hazle un ultimo favor a tu mejor amiga, antes de que viva encerrada como las princesas de esos cuentos que nos contaba tu madre, pero sin su final feliz.

—Siempre te lo digo, eres muy buena con las palabras — me elogia el castaño.

Le sonrió y él me devuelve el gesto.

—Esta bien, solo como un ultimo deseo — menciona el joven.

Me acerco a él y lo abrazo fuertemente.

—¡Gracias, Georgie! — exclamo.

Me alejo de mi mejor amigo y me acerco corriendo a Fran.

—¡Iremos a Londres! — hablo a gritos.

La Bridgerton me mira con una gran sonrisa y la abrazo de la emoción, ella me corresponde cálidamente,

No más Francia por un tiempo, solo un corto plazo…
















I hate it here || Colin BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora