Sombras Entrelazadas [Stalec]

Capítulo 9: Reconciliación y Perdón

Stiles lo miró, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y comprensión. "No puedo olvidar lo que hicieron, Scott. Pero puedo perdonar, porque el rencor no nos llevará a ninguna parte. Ahora, tenemos que concentrarnos en acabar con esta amenaza."

Con la amenaza demoníaca finalmente erradicada, Beacon Hills comenzó a sanar. La colaboración entre los Shadowhunters y la manada había sido difícil, pero efectiva. Las relaciones personales, sin embargo, eran más complicadas.

Stiles, aunque había aceptado las disculpas de Scott y los demás, dejó claro que su vida había cambiado irrevocablemente. Ya no era el mismo chico que una vez formó parte de la manada de Beacon Hills. Había encontrado un nuevo propósito en Nueva York, una nueva familia en los Shadowhunters.

A pesar de la tensión persistente, Stiles y Alec se mantuvieron unidos. Su relación floreció en medio del caos y la adversidad, fortalecida por la confianza mutua y el amor compartido. Juntos, enfrentaron cada desafío con determinación y valentía, demostrando que, incluso en los momentos más oscuros, siempre había luz y esperanza.

Con el tiempo, las heridas del pasado comenzaron a sanar. La paz regresó a Beacon Hills, aunque la cicatriz de la traición aún permanecía en el corazón de Stiles. Sin embargo, había aprendido una lección invaluable: el perdón era la clave para liberarse del peso del pasado y abrazar un futuro lleno de promesas y posibilidades.

Para Stiles, Beacon Hills seguía siendo su hogar, pero su verdadera familia ahora estaba en Nueva York, entre los Shadowhunters que lo habían acogido y aceptado por quien era. Y mientras miraba hacia el futuro, hacia un nuevo amanecer lleno de oportunidades, sabía que, pase lo que pase, siempre tendría a Alec a su lado, su compañero en la vida y en la batalla contra las sombras que amenazaban con oscurecer su mundo.

Con el tiempo, las heridas del pasado comenzaron a sanar, aunque las cicatrices seguían siendo visibles. La paz volvió a Beacon Hills, pero el recuerdo de la traición aún resonaba en los corazones de aquellos que alguna vez formaron parte de la manada de Scott McCall. Sin embargo, Stiles había aprendido una lección invaluable: el perdón era la clave para liberarse del peso del pasado y abrazar un futuro lleno de promesas y posibilidades.

A medida que las semanas se convirtieron en meses, la relación entre Stiles y Alec continuó fortaleciéndose. Juntos, enfrentaron cada desafío con determinación y valentía, demostrando que, incluso en los momentos más oscuros, siempre había luz y esperanza. Su amor era un faro en medio de la oscuridad, una fuente constante de fortaleza y consuelo.

Para Stiles, Beacon Hills seguía siendo su hogar en cierto sentido, pero su verdadera familia ahora estaba en Nueva York, entre los Shadowhunters que lo habían acogido y aceptado por quien era. Allí, encontró un propósito más grande que él mismo, una causa por la que valía la pena luchar y sacrificarse.

A medida que miraba hacia el futuro, hacia un nuevo amanecer lleno de oportunidades, Stiles sabía que, pase lo que pase, siempre tendría a Alec a su lado. Su relación era un ancla en un mundo lleno de caos y peligro, un recordatorio constante de que, juntos, podían superar cualquier adversidad que se interpusiera en su camino.

Y así, mientras el sol se ponía sobre Beacon Hills y Nueva York se iluminaba con las luces de la noche, Stiles y Alec caminaron juntos hacia el horizonte, listos para enfrentar lo que el destino les deparara con valentía y determinación, sabiendo que mientras estuvieran juntos, nada podría detenerlos.