No puedes saber la historia de Gus sin antes contarte la historia de Leila y Becky.
Dos chicas que antes del gran colpaso eran grandes amigas hasta que ambas tuvieron que tomar caminos diferentes ante la llegada del virus H5G9. Y era claro que el p...
Un auto de los últimos hombres se abría paso a través de la carretera mientras sonaba el claxon seguidamente. Un niño rubio híbrido de venado se asomaba por la ventana del copiloto mientras extendía sus brazos y reía mientras el viento golpeaba su rostro.
El lado del conductor era ocupado por cierta adolescente de cabello rizado la cual no tenía nada de miedo en acelerar a fondo el auto. En los asientos traseros se encontraba una híbrida cerdita con su ventana abajo mientras sonreía por el momento.
A su lado iba cierta castaña adolescente la cual reia mientras veía al hombre que tenía a lado el cual le ordenaba a la ojiazul que por favor no acelerará tanto ya que empezaba a marearse.
— ¡Becky, deja de acelerar tanto! — Exclamo mientras cubria su boca tratando de disimular un intento de vomitar.
— ¿Que dijo? — Pregunto Becky mientras sonreía y volteaba para observar a Leila.
Gus volvió a sentarse en su asiento para notar la condición en la que su gran amigo estaba. No pudo evitar soltar una risita cómplice junto a Wendy y Leila.
— Dice Jepperd que vayas más rápido. — Respondió la castaña mientras que el moreno negaba aún cubriendo su boca con ambas manos.
Los 4 estallaron de risa al ver a Jepperd de esa manera y Becky regreso su vista al frente para acelerar aún más haciendo que Jepperd se recostara en su asiento mientras trataba de no vomitar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se habían detenido para que Jepperd pudiera vomitar, al final no se había podido contener. Mientras esto sucedía Gus estaba sentado sobre el cofre del auto jugando con la antena de su radio, Becky se apoyo de la misma parte del auto mientras miraba el horizonte y a su lado estaba Wendy jugando con su radio.
Leila estaba aún lado de Jepperd mientras este vomitaba. La castaña solo le daba algunas palmadas en la espalda tratando de darle un poco de apoyo aunque en su rostro había una mueca de asco.
— ¿Te sientes bien grandote? — Pregunto Becky en broma.
— En un momento lo estará. — Respondió Leila. — Por dios, Jepperd. ¿Que tanto fue lo que comiste?
El nombrado dejó de vomitar para enderezarse nuevamente y se encaminaba con el resto mientras levantaba su dedo índice en señal de que daría una orden.
— A partir de ahora, yo manejo. — Dijo con un poco de esfuerzo mientras jadeaba.
Becky solo volteo para verlo divertida. Gus al notar a Jepperd un poco mejor dejo su radio aún lado y hablo.
— ¿Donde estamos? — Miro el mapa que tenían extendido a lo largo del cofre. — ¿Donde esta Alaska? No lo veo.
Becky volteo para observar el mapa. Señalo la parte donde estaban y después deslizo su dedo hasta la otra punta del mapa en donde finalizaba Canadá.
