ii. i don't deserve it

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CLARYSSA

Hoy podría ser un día tranquilo y poder dormir hasta la noche y todas las horas que quisiese. Pero no.

Hoy era el último partido de la temporada. Basicamente se venían despedidas por parte de casi todo el mundo. Aunque yo no sentiría nada, mi hermano se quedaría y Pau igual.

Caminaba por los pasillos del estadio en busca de algo, o alguien en específico.

Llevaba unos jeans de cargo azul claro, casi blancos, también un top negro y una gorra para atrás.

Y no traía una camiseta del club por que eso mismo estaba buscando ahora a Pau para que me la pudiera dar. Por que sabía que él me la daría sea como sea así que estaba bien.

Estaba a nada de entrar a los vestuarios hasta que un hombre alto me detiene la entrada.

— Novia de Pau Cubarsi y hermana de Héctor Fort, ¿Puedes decirle a mi novio que salga? —pedí. Puede que haya mentido un poco pero era una mentira blanca.

El hombre me miro por unos segundos y se adentro a los vestuarios.

Me recoste en una pared cercana y espere. No espere mucho hasta que vi salir a Pau.

Me miro y suspiro. Sonreí ante eso y lo salude con la mano.

— Debí haber sabido que eras tú —exclama pasando una mano por su cabello.

— Tienes algo que me prometiste, Pau —respondí sonriendo inocente.

— ¿Que cosa? —me pregunto con confusión.

— La camiseta —conteste obvia.

— No te lo prometí —respondió confundido—. De todas formas, no tengo así que perdiste tu tiempo al venir aca.

Rei y le lance una camiseta blanca. Una del Sevilla, el equipo contrario al que jugaba Pau.

— Tú diras —exclame.

Y como si mis palabras tuvieran efecto rápidamente el tiro la camiseta al tacho de basura y me entregó una camiseta del club en el que jugaba.

— No me toques los cojones, Clary —exclama y se fue.

Sonreí y rápidamente me puse la camiseta sobre el top.

Mi plan había salido mejor de lo que pensaba. No sabía si la camiseta tenía o no el dorsal de Pau pero eso era lo de menos.

Camine hacia afuera de los vestidores donde me estaba esperando Liam.

— ¿Hicieron un rapidín o por qué te demoraste? —pregunto bromeando.

Rode los ojos y le di un leve codazo—. Se hizo el difícil pero me dio su camiseta.

— Ya, pero el número de tu hermano —respondió riendo un poco.

— Por lo menos lo vi —respondí.

・・・

Todo era felicidad, aunque no tanto. El equipo había ganado y con eso se despedian de varias personas del Club.

Entre ellas el entrenador, todo estaban mal por ello pero eso no les quito celebrar la victoria.

Yo por mi parte estaba afuera del lugar fumandome un cigarrillo, el segundo en la noche pero no el último.

— ¿No es ilegal fumar siendo menor?

Rei ante la pregunta. No necesitaba. Girarme para saber de quien se trataba.

— ¿Y tú no deberías estar con tu querida novia? —le devolví la pregunta sin mirarlo.

— Es mi ligue —aclaro—. Y ella no esta aquí.

— La cuidas como no lo hiciste conmigo —comente. Me di la vuelta mientras tiraba el cigarrillo a un lado.

Él se quedo en silencio mientras me miraba.

— Fumar te afecta la cabeza —respondió.

Rode los ojos y me volví a dar la vuelta para ver las luces de la ciudad.

— ¿Estoy mal? El otro día he visto como la miras. No soy ciega, Pau —conteste.

— Puede que si, puede que me este enamorando de ella. Pero nunca compares el amor que sentí por ti con el amor que siento hacia ella —respondió caminando hacia mi lado.

— Terminaste conmigo por que querías estar concentrado en tu carrera, ¿recuerdas? Ahora eres quizás uno de los mejores defensas del mundo y estás saliendo con ella, el contexto se explica solo —dije riendo falsamente.

— Claryssa...

— No merezco esto, sabes que no merezco esto pero sin embargo lo estas haciendo —respondí interrumpiendolo y me gire para verlo—. Dijiste que jamás me harías daño, ¿dónde quedó esa promesa? ¿Que tiene ella que no tenga yo? —pregunte con dolor en mi voz.

— Tú eres tú, ella es ella —contesto.

— Y ella te gusta más —dije—. Adiós, Pau.

No lo deje responder cuando me di la vuelta y me fui hacia adentro donde estaba toda la fiesta.

Buscaba a mi hermano o a Liam pero simplemente los encontré besándose en un lugar apartado. Decidí no interrumpirlos e irme hacia el hotel por mi propia cuenta, simplemente era cuestión de pedir un uber y listo.

Salí del lugar y saque mi teléfono para llamar a un uber. Y que buena suerte tenía, no tenía ni la aplicación y el teléfono se me apago al no tener ni una pisca de batería.

— ¡Joder! esto no me puede estar pasando ahora —exclame de forma frustrada y volví a guardar mi teléfono.

— Te llevo y no acepto un no por respuesta —y otra vez tenía esa voz detrás de mi.

— Puedo cogee un taxi, gracias —respondí dándome la vuelta para verlo.

— Hice una promesa de cuidarte, no la pienso romper. Así que entra al auto —respondió yendo hacia el asiento del piloto. Sabía que él no podía manejar al ser menor de edad pero al parecer le valió un carajo eso.

Suspire frustrada y me adentre al auto sentándome en el asiento de Copiloto. Me abroche el cinturón de seguridad, no es que no confiara en Pau, pero prefería prevenir.

El camino hacia el hotel estuvo en un silencio incómodo, demasiado a decir verdad. Pero la tensión que había en este puti auto era algo que me tenía inquieta, no podía pensar con claridad ante eso.

— Irene pregunto por ti, quiere tu número para volver a hablar —dice rompiendo el silencio.

— Dáselo —contesté. Irene era su hermana y me caía superbien, estaba completamente emocionada de volver a hablar con ella, sim embargo, con esta tensión que tengo con Pau no puedo expresarme bien.

Él asintió pero no respondio nada más.

Comencé a ponerme ansiosa y cuando pasaba eso simpre movía mi pierna sin parar.

— Descuida —Pau trataba de tranquilizarme y puso su mano en mi muslo.

Mierda. Odiaba que él supiese como calmarme, pero no podía hacer nada más.

Eso me ayudo y me tranquilizo hasta que llegamos al hotel. Yo rápidamente me baje del coche y entre al hotel sin siquiera despedirme de él. La conversación que tuvimos no me alegro para nada y me daba más razón para irme a Francia.

ONE LAST TIME; p. cubarsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora