CAPÍTULO 28

268 56 1
                                    

-Suéltenlo- Decía uno de los discípulos del Clan Lan

-No sabemos si tiene algún hechizo lo mejor es retenerlo- alegaba Jin Guangyao

-Señor, con todo respeto, no estamos hablando de cualquier discípulo es el heredero del Clan Lan-

Por un momento Jin Guangyao se quedó callado, solo limitándose a sonreír, yo en cambio buscaba la manera de librarme y poder salir corriendo, aunque se que no llegaría muy lejos, estúpido, me regañé a mi mismo al dejar a Bichen en el palacio.

-Vamos- dijo el actual líder del Jin después de caminar dándome la espalda

Sin dejar de soltarme, sus discípulos siguiendo a su líder, mientras yo caminaba a regañada dientes, girando la cabeza con desespero, tenía esperanza de que Wei Ying apareciera o bien alguno de sus hombres, sin embargo, no hubo rastro de ninguno.

El camino fue silencioso, ambos estábamos en un carruaje, pero ninguno decía nada, Jin Guangyao me observaba mientras me ofrecía aperitivos, yo preferí rechazarlos.

-No sé que cosas horribles hayas vivido al lado de ese hombre, pero calma, ahora estas con tu familia-

-Él no me obligó a nada, ni fui secuestrado- lo miré desafiante -yo me fui por voluntad propia-

-Ah, Lan Zhan-

-No me hables por mi nombre de nacimiento, no somos tan cercanos-

-Oh, pero soy esposo de tu...-

-Hermano mayor, lo sé, pero eso tampoco no hace cercanos-

El semblante amable de Jin Guangyao se endureció, poniéndose frío, abrió la boca, pero no salió ninguna palabra.

Miraba el cielo, ya era de noche, seguramente Wei Ying ya había llegado a casa, debe de estar preocupado, una parte de mi esperaba que en cualquier momento aparecería y me rescataría, pero no fue así.

Mis ojos empezaron a sentirse pesados, me cubrí abrazándome a mi mismo, quería sentir los brazos de mi alfa, su calidez, su voz llamándome, susurrándome lo mucho que me quería, lo mucho que anhelaba el nacimiento de nuestro hijo.

Mi bebé, por un momento recordé esa pequeña vida creciendo en mi interior, aquel producto de nuestro amor, "no te preocupes hijo, prometo que nada malo te pasará", pensé internamente, encorvando mi cuerpo, queriendo proteger aquello que me ataba con el hombre que tanto amaba.

La claridad pegó en mi rostro, abrí lentamente los ojos, tallándomelos intentando que desapareciera ese rastro de sueño que llevaba conmigo, lo primero que pude ver fue una extensión de enormes árboles, rocas, un paisaje muy bonito, que conocía bien, estábamos a punto se llegar a Gusu Lan, aquel lugar que pensé que no pisaría nuevamente jamás, pero aquí estaba, pero en vez de sentir que llegaba a mi hogar, sentía que estaba a punto de entrar a una prisión, de la cual sería difícil escapar.

La entrada, estábamos ahí, estaba rodeada como era costumbre de dos discípulos del Clan Lan.

Jin Guangyao bajó del carruaje no sin antes decirme que esperará ahí, que no bajara, honestamente no lo hubiera obedecido, pero realmente no quería bajar, no tenía el valor de enfrentarme a mi hermano o tío, ni mucho menos de entrar.

-Querido, regresaste- se hizo presente la voz de mi hermano, saludando con felicidad a su esposo. - ¿Qué ocurrió en Yiling? -

-No supimos quien mandó la carta, pero eso no importa ahora, encontramos algo que te pondrá feliz, más a alguien-

- ¿Eh? -

Mis manos sudaban, me puse nervioso, esperaba que todo esto fuera una mala pesadilla, que en cualquier momento iba a despertar, pero para mi desgracia no fue así.

Jin Guanygao, abrió abruptamente el carruaje, encontrándome cara a cara con mi hermano, si no estuviera sentado, seguramente mis piernas fallarían y caería de rodillas, el me observa atentamente, por un momento sus ojos se pusieron cristalinos.

-Has vuelto- dijo aquello, para luego lanzarse a abrazarme con fuerza. -Lan Wangji, te he extrañado-

Yo no dije nada, ni si quiera correspondí el abrazo, lo dejé ser mientras observaba a Jin Gungyao el cual mantenía una sonrisa que más que sincera parecía como si hubiera logrado un gran objetivo.

C O N T I N U A R A...

EN TUS OJOS CARMESÍ (MDZS) [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora