Draco caminó por los estrechos pasillos del tren, buscando desesperadamente un lugar donde sentarse. Sabía que si se sentaba con sus traviesos hermanos mayores, George y Fred, estaría expuesto a un sinfín de bromas y travesuras durante todo el viaje, especialmente ahora que su madre no estaba para calmar los ánimos.
Decidió aventurarse en busca de Ron, y al llegar al vagón, se sorprendió al ver que ya estaba compartiendo espacio con el chico de antes. Con una sonrisa amable, Draco se acercó y preguntó con dulzura:
-Hola, ¿puedo unirme a ustedes?-
La respuesta de Ron fue cortante: -No, no puedes, vete- lo que provocó una mirada de desaprobación en el rostro de Draco. Sin embargo, el chico de lentes intervino con amabilidad.
-Por supuesto que puedes, ven y siéntate aquí con nosotros-
Draco, tratando de mantener la calma, preguntó con fingida inocencia a Ron
‐Ronnie, siempre me he preguntado por qué me excluyes tanto‐
Un incómodo silencio llenó el aire, hasta que Draco decidió romperlo presentándose con elegancia -¡Mis disculpas por mi falta de modales! Soy Draco Weasley, un placer conocerte-
-Soy Harry Potter, ¡es un placer conocerte, Draco!-
- ¿¡Eres Harry Potter?! ¿Y tienes la cicatriz? - preguntó Draco con curiosidad.
- Sí, aquí está - Harry levantó su flequillo mostrando la cicatriz.
- ¿Hiciste eso? ¿Le hiciste eso a Quien-tú-sabes? - preguntó Ron.
- Sí, fui yo - confirmó Harry - aunque no recuerdo exactamente cómo sucedió.
- ¿Tu familia es de magos? - preguntó Harry.
- ¡Sí! Se dice que creciste con muggles, ¿cómo son? - indagó Draco.
- No tan agradables - respondió Harry con gesto serio - al menos mis tíos y primo no lo son.
- Me encantaría tener cuatro hermanos magos como tú - comentó Harry.
- En realidad, somos seis, yo soy el sexto y este peliteñido - señaló al rubio - es el quinto.
- ¡Oye, mi cabello es natural! - protestó Draco, ruborizándose.
Ron sacó una rata gris, gorda y fea.
- Este es Scabbers, no es muy útil, mis padres le dieron una lechuza a Percy porque es prefecto-
- ¡Qué rata tan fea! Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, ¿no es así? - bromeó Draco.
- ¿Quieren algo del carrito, chicos? -
Harry ya había comprado casi todo, pero no era fanático de los dulces, así que dejó que los otros dos disfrutaran de sus golosinas.
-¿Quieres que te enseñe un truco para hacer a la rata amarilla?- preguntó el pelirrojo, a lo que el castaño asintió con genuino interés.
-Ron, es obvio que el truco es falso, te enseñaré uno de verdad- Draco agarró su varita con suavidad.
-¡Reparo!- Los lentes rotos de Harry se repararon inmediatamente, dejando sorprendido a Ron.
-¿Han visto un sapo? Es de un niño llamado Neville.- -No, no lo hemos visto-dijo Draco con una sonrisa hacia la niña de pelo esponjado.
La niña se fue y Draco empezó a ponerse su túnica, ya que estaban llegando a Hogwarts. -¡Los de primer año, síganme!-
¿Eran esas lanchas? ¡Qué interesante! Finalmente, llegaron al lindo salón de Hogwarts, donde la profesora Minerva McGonagall explicó que cada uno sería asignado a una casa: Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff.
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Otro Weasley
RandomEn una impactante revelación, Lucius Malfoy descubre que su hijo Draco Malfoy no solo no es fértil, sino que también es de la categoría Omega. Conmocionado por esta noticia, Lucius decide encomendar a Snape la tarea de deshacerse de Draco. Sin embar...