Maricón [Disventure Camp]

01-Ducha

Yul terminó de emplatar el almuerzo, sirvió una cantidad contundente en el plato, agregó algo de aderezo junto a la ensalada y una vez la presentación fue impecable, juntó saliva para lanzarle un enorme escupitajo como toque final.

—... ¿Acabas de puto escupirle al plato...? —Ellie dejó todo lo que estaba haciendo solo para obsevarle, absolutamente asqueada.

—Dios tranquila, es del imbécil de James, le dará un sazón saladito. 

La pelirroja rodó los ojos y siguió preparando el jugo ya que hoy la cocina le tocaba a ellos dos. Tras el éxito nunca antes visto de Allstars la cadena decidió subir la apuesta creando un programa reality donde vivirían juntos durante un año completo. Saber que habrían duchas fue suficiente para que todos los participantes regresaran, aunque el premio monetario por no matarse entre ellos tambien ayudaba.

Ya con los platos preparados llamaron a todos los presentes a comer, siendo James y Aiden los últimos en aparecerse entre torpes risillas juguetonas. Todos pensaron lo mismo pero prefirieron guardar silencio.

—Vaya. Espero que James no te haya quitado el apetito luego de llenarte el estómago. —Bueno, todos a excepción de Yul quien no desperdiciria tal oportunidad.

—CÁLLATE. —Gritó Aiden con un fuerte sonrojo por la nada sutil insinuación.

—Por dios, cierra tu boca operada de una vez, está Fiore aquí. 

—No lo entiendo, pero por mi sanidad mental, no preguntaré. —Dijo tranquila Fiore comenzando a comer mientras, sonriente, veía como Alec le daba las albóndigas de su plato.

—Si van a pelearse ¿Puede ser después de comer? Se está enfriando.—Habló Ellie  sin ganas de volver a calentar todo, y por primera vez, estuvieron de acuerdo en algo.

Todos comenzaron a comer hablando y chismorreando entre ellos mientras Yul observaba en silencio su plato escuchando de fondo las quejas por el sazón asiático en la comida. Rodó los ojos, siempre hablaban mal de su cocina extranjera pero jamás nadie decía nada del brasileño en la habitación, quien no le sorprendería que pusiera insectos o lo que sea que coman en la jungla en sus preparaciones.

Un par de bocados fue suficiente para llenarlo y comenzando a aburrirse fijó su vista en el moreno esperando a que este se metiese un enorme bocado a la boca.

—¿Está rico James? —El moreno volteó en su dirección, con el seño fruncido. —Te lo preparé con todo mi amor.

Yul le lanzó un beso y el nombrado abrió por completo los ojos mientra se atragantaba con la comida, obligandose a escupir todo de regreso al plato mientras tosía desesperadamente intentando recuperar el aire. Había olvidado que era turno de Yul de cocinar y esta no sería la primera vez que intentaba envenenar su comida, por eso su reacción. 

—¿¡Que mierda te pasa?! —Gritó Aiden mientras palmeaba la espalda de su novio, ayudándolo a recuperar el aire.

—Si somos justos, el mono empezó.

—Si... yo paso de esto hoy. —Alec tomó tanto su plato como el de Fiore y se levantó para ir a la mesa de café, la niña no se quejó ya que así podría almorzar viendo la televisión.

Tan pronto James logró respirar otra vez fijó sus ojos llenos de ira en Yul, agarrando un puñado de su comida y lanzandosela en la cara al asiático, arruinando por completo su maquillaje y peinado perfecto.

En reflejo los presentes en la mesa solo dejaron escapar un respingo para seguido echarse para atrás en el segundo preciso en que Yul agarraba la jarra de jugo y se la vaciaba a James en la cabeza, dejándolo empapado y pegajoso.