05- Despertar

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Un fuerte dolor en la parte posterior de su cabeza le hizo apretar los ojos, las penetrantes punzadas en su nuca eran tan fuertes que hasta le provocaban náuseas, definitivamente habían formas más agradables de despertar que con el sentimiento de que te reventasen la cabeza con un martillo.

Con ganas de desuscribirse de la vida el pobre asiático dejó escapar un entrecortado suspiró lastimero antes de removerse entre las sábanas, en búsqueda de una posción mas cómoda. Esto le resultó imposible al una fuerza desconocida retenerlo inmóvil en su lugar.

Entre otro par de gruñidos de protesta el azabache abrió los ojos con dificultad por culpa de la horrenda jaqueca que le aquejaba, tratando de averiguar porque diablos no era capaz ee moverse.

No sabía que esperar, pero definitivamente unos trabajados pectorales chocolate no estaban en la lista.

Inmediatamente dejó de moverse, incluso de respirar. Ok, tenía un par de preguntas. Primero ¿Por qué estaba acurrucado en James? Segundo ¿Qué hacía este negro en su cama? Y tercero ¿¡POR QUÉ MIERDA ESTABA SEMI DESNUDO!?

Su rostro comenzó a teñirse de carmín mientras gritaba en silencio, intentando hacer a un lado la jaqueca y recordar que diablos había sucedido la noche anterior. Muriendo internamente, Yul no tenía otra opción que mantener su cabeza contra los músculos del contrario ya que uno de sus brazos lo rodeaba y cualquier movimiento brusco terminaría por despertarlo, y de verdad, de verdad no quería intercambiar palabra con él hasta tener en claro que no se lo había cogido. 

Apresado por el mayor Yul no tenía escapatoria alguna y aunque intentó no hacerlo, inevitablemente sus ojos se desviaron hacia la carne del moreno, bajando desde sus jugosos pectorales hasta esos abdominales marcados,  no llendo más abajo solo porque el resto se encontraba cubierto por las sábanas. Con la cara ardiendo de vergüenza siguió contemplando el cuerpo del contrario, definitivamente Aiden comía bien.

Luego de un rato sin poder despegar sus ojos del torso desnudo del influencer subió su mirada hasta su rostro, más sereno de lo que le había visto nunca mientras algunos rizos rebeldes le caían sobre la frente. Su cara se sonrojó otro poco y, por alguna razón que no entiende, su atención se desvió peligrosamente en dirección a sus labios.

—...Mgh...

Un escalofrío recorrió su espina dorsal al ver a James removerse y decidió caer como un peso muerto, fingiendo estar dormido mientras sentía al contrario bostezar y tallarse los ojos con la mano que no estaba a su al rededor.

—¿Yul...?—Preguntó sacudiendolo con gentileza, pero el asiático decidió fingir su muerte.  James le quitó los mechones oscuros de la cara y posó gentilmente una mano sobre su frente, probablemente para asegurarse de que no tuviese fiebre ya que sus mejillas estaban al rojo vivo.

Tras ver que no reaccionaba a ninguna de estas acciones James se incorporó con cuidado en la cama y con lentitud... ¿¡METIÓ SU MANO DEBAJO DE SU CAMISETA!? Eso le pilló desprevenido y dejó inevitablemente en shock ,con unas inmensas ganas de arrancarle la mano a mordiscos pero de hacerlo, expondría que estuvo despierto todo este tiempo por lo que no le quedó de otra que seguir fingiendo.

En completo pánico sentía como James tanteaba su espalda con la yema de sus dedos de forma tortuosamente lenta y cuidadosa, su cara se encendía más con cada segundo que pasaba y entonces, la primera punzada llegó. Un ahogado quejido de dolor se escapó de sus labios cuando James presionó cierta parte de su espalda lo que lo hizo detenerse un momento. Yul a penas si se había recuperado cuando volvió a tantear la zona, obligandolo a encogerse del dolor en ciertos momentos mientras apretaba los ojos, pero no fue hasta que su mano se deslizó sobre su espalda baja que casi grita.

Maricón [Disventure Camp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora