Tw: Sexo.
—¡Mujajaja! ¡Prepárense para perder otra vez frente al invencible dúo de-...! Oigan ¿Y Alec?
La emoción de Fiore se desvaneció en ese preciso instante. Ella y varios otros integrantes del programa se encontraban sentados en la mesa del comedor junto al tablero de un divertido juego de mesa, pero no fue hasta que la partida estuvo a punto de comenzar que la niña se percató de que el bibliotecario, su fiel dupla, no se había aparecido por allí en todo el día.
—Ay, lo siento Fiore. —Tess colocó una manos sobre el cabello de la pequeña. —Alec despertó muy enfermo, se tiene que quedar en cama hoy.
Molesta por perder a su compañero la niña dio un vistazo rápido a la mesa pensando en a quien podría convertir en su dupla durante el juego, esto hasta que vio Jake entrar en la cocina atando un delantal a su cintura. Fue entonces que, ahora con un nuevo objetivo, se bajó de su silla de un salto indicando con un grito que no jugaría en esta ronda.
Justo al momento de esa declaración Yul descendió las escaleras a paso despreocupado, arreglando su cabello y avanzando en dirección al sofá.
—¡Hey Yul! ¿Te nos unes? Nos falta un jugador.—Le llamó Connor con una sonrisa, aunque el resto de la mesa intentase detenerlo.
—Ugh ¿Ese juego para infantes? Paso, me gustaría conservar todas mis neuronas muchas gracias.
Yul hizo un gesto desinteresado con la mano antes de tirarse sobre el sofá, colocandose los audífonos y empezando a ojear de manera tranquila su teléfono celular.
—Connor ¿Por qué te haces esto? —Preguntó Aiden mientras terminaba de ordenar las piezas en el tablero.
—¿De que hablas?
—Siempre lo invitas a las actividades y cada vez sin falta te rechaza y trata como basura, solo ignora a ese imbécil.
—Vamos... no creo que sea taaaaaan malo. —Comentó haciendo un gesto buscando tranquilizar a los presentes. —Diría que Yul es... como un perro.
Los jugadores se miraron entre ellos, Aiden demostraba estar un tanto intrigado mientras que, Ellie, Gabby y James estaban completamente perdidos por aquella peculiar declaración.
—Connor, con todo respeto... —Ellie cruzó miradas con los demás antes de terminar la frase. —¿Estás seguro de que no estás empezando a... quedar senil?
—Hey, al menos dejen que me explique. —Connor rió antes de pensar en como plantear su punto. —Miren, sé que es un idiota, yo mismo he tenido ganas de estrangularlo en más de una ocasión. Pero ahora teniéndolo más cerca no creo que sea una mala persona. Por eso lo comparo con un perro, uno sucio apestoso y con rabia, pero un perro a fin de cuentas.
Las caras de los presentes le dijo todo lo que necesitaban saber. Suspiró al notar su escepticismo y se preparó para explicar su pensamiento con más profundidad.
—Piensen en que adoptan un perro y lo traen a casa pero este no fue bien educado. Romperá todas sus cosas, hará escándalo y meará en la alfombra. Incluso si lo regañas a el no le importará un carajo y tardarás muchísimo en lograr que se acostumbre a su nuevo entorno y reglas. Yo lo veo así, su casa anterior era Corea, una sociedad machista donde una mujer de 50 kilos es gorda, que desprecia a los extranjeros y donde no existen leyes que protejan la diversidad de género. Y si, aunque podría guardarse sus comentarios, no podemos culparlo por completo de pensar como lo hace.
—Bueno, no te falta razón con lo de que es un animal. —Comentó Ellie haciendo reír a los presentes.
—Y una perra.— Escupió Gabby con notable rencor acumulado.
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Maricón [Disventure Camp]
FanfictionCuatro paredes Un año de convivencia Ciento veinte cámaras Un solo baño Lo que parecía ser un una forma fácil de ganar dinero y fama terminó convirtiéndose en una pesadilla cuando las dudas comenzaron a inundar a Yul, haciendo que cada vez le fuese...