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Jamás olvidaré el día en que te conocí, eras tan pequeño, tierno y temeroso pero en tus ojos había un brillo singular, sin dudar me acerque a ti, quería ser tu amiga, te tendí la mano y tu la tomaste sin dudar.
¿Cómo podríamos saber...
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Jamás olvidaré el día en que te conocí, eras tan pequeño, tierno y temeroso pero en tus ojos había un brillo singular, sin dudar me acerque a ti, quería ser tu amiga, te tendí la mano y tu la tomaste sin dudar.
Me contaste tus sueños, tus anhelos, tus metas, tenias tanto que mostrar pero la sociedad te dijo NO al no tener "algo especial", te vi llorar nuevamente, te habían destrozado tus sueño tan solo con unas palabras, pensaste que me iría de tu lado, que te trataría como tu antigua amistad, sin embargo no lo hice, prometí quedarme a tu lado porque al igual que tú sufrí el rechazo por aquello que no se nos fue otorgado. Pasó el tiempo pero tú seguías aferrado a tu sueño, yo tan solo te apoyaba pero me dolía cada que al compartir tus metas salías lastimado, pero jamás te deje, cure cada una de tus heridas una y otra vez.
Jamás noté algo raro en ti, pero a mi mente volvieron aquellas palabras de aquel al que llamabas amigo "Él tan sólo aparenta, solo sabe fingir", tan solo lo ignore pero si hubiese puesto más atención tal vez me habría dado cuenta de que tenía toda la razón.
No fue mala nuestra amistad, tan solo éramos tu y yo, los demás niños de nuestra edad parecían evitarnos y en aquel tiempo eso me causaba tristeza hasta que un día tu no fuiste al parque un niño se me acercó y jugamos toda la tarde, lo invite a jugar al día siguiente y le conté de ti para presentarlos formalmente sin embargo al día siguiente el niño al vernos corrió con miedo yo no entendía nada y me puse triste, tú ante aquello tomaste mi mano y decías que te tenia a ti, al igual que tu me tenía a mi, teníamos un lazo que con los años se hizo más fuerte e inquebrantable hasta aquel día que me tuve que marchar.
Me sentía mal pues esta vez yo te hice llorar pero no podía hacer nada, me gritaste, diciendo que al igual que todos te iba a dejar, que seguramente te iba a olvidar, te prometí que no y aquella noche dimos nuestro último paseo, prometimos volver a vernos, tu me volviste a contar con esperanza que te esforzarías por quedar en aquella escuela donde tu mayor héroe había asistido, yo no muy convencida te apoye, pero no quería volver a verte lastimado.
Años pasaron y te volví a ver, sin embargo eras diferente a como la última vez, no, no solo tu, ambos éramos ahora diferentes y la forma de encontrarnos fue sorprendente, ambos teníamos secretos, y sobre todos ahora ambos teníamos aquello que de pequeños nunca desarrollamos, quien diría que mi cariño hacia ti me cegaba y tu tan hábilmente te aprovecharas.
¿Cómo podríamos saber que nuestra amistad se tendría que convertir en rivalidad?
Y yo... ¿Cómo iba a saber que siempre un paso delante de mí estabas? y que sin darme cuenta en mi sombras te transformabas...
Tu cariño y supuesto amor que me tenias se transformó en una obsesión....
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