When times are hard I know you'll be strongI'll be there in you heart when you'll carry onLike moonlight on the water, and sunlight in the sky
Fathers and daughters never say goodbye
Segunda grieta...Viernes.
Los molestos ojos hazel observaban a su amigo acomodar su suéter lila mientras esbozaba una sonrisa estúpida frente al espejo, que, para ser honestos, solo alteraba más al morocho. Era consciente que de que Zabdiel y Christopher estaban empezando un asqueroso romance que no era para nada del agrado de Alan, no podía creer que su amigo olvidara tan fácil todas las bestialidades que el hijo de puta le había hecho, desde planear un embarazo que Christopher no quería hasta casi matarlo a patadas cuando recién había dado a luz. Es que esas imágenes de Christopher en el piso envuelto en sangre mientras la vida se le iba de los ojos era algo que había perseguido a Alan en sus pesadillas. Pensar en que lo perdería rompía de una y mil maneras el corazón de Alan; Christopher era su hermano, su equipo, verlo así de imbécil por un hombre que era un asesino era simplemente frustrante.
Cruzado de brazos se reclinó contra la ventana, sin dejar de observar al chico que ahora peinaba su cabello.
—No puedo creer que hayas llamado a Carmen, ella ya no sabe dónde está tu hija—suspiró molesto— ¿Qué diablos pasa por tu mente?
Los ojos azules cayeron sobre el pelinegro, sus cejos fruncidos.
—Alan...
—Si sabes que fue adoptaba hace más de 5 años ¿verdad? —le reprochó —. No puedes ser tan malditamente egoísta.
Christopher se giró por completo para enfrentar a Alan, no le gustaba nada el rumbo que aquella conversación estaba tomando.
—¿Egoísta? ¿Yo? —se mostró ofendido por la acusación—¿qué mierda te pasa?
Alan se acercó unos cuantos pasos a él.
—Pasa que estoy harto. Pasa, qué hay una niña que fue adoptada por una familia que, probablemente, la está haciendo feliz y están feliz con ella, y tú, maldito egoísta, decidiste que la quieres devuelta solo porque ahora estás un romance asqueroso con el delincuente que tiene por padre—Regañó, totalmente colérico, mirando el rostro ofendido de su amigo— ¿Sabes que es lo peor? Que estoy muy seguro que te está utilizando para que le digas dónde está Dalia y que si no hubiesen arreglado —hizo comillas con los dedos— la porquería tóxica que tienen, ni siquiera te hubieras preocupado en quererla devuelta.
Christopher tragó duro. Un sentimiento amargo envenenado su sistema con una posible verdad que su cerebro se negaba a aceptar, su corazón dolía con tan solo pensar que Zabdiel pudiera estar utilizándolo con tales fines. Christopher no tenía ni la más remota idea de donde estaba su niña; lo últimos que supo fue que Dalia había sido adoptaba por una pareja canadiense pudiente que nunca habían podido tener hijos y que decidieron adoptarla. Eso fue hace 5 años.
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Hold On, I Still Want You.
FanfictionSegundo libro de: El Precio del Placer. Adaptación. Obra original de: @ChandelySon