There's no morning glory, it was war, it wasn't fair.
Christopher se preguntaba cómo era posible querer tanto a alguien que en el pasado le había hecho más que dañarlo, maltratando sus sentimientos sin piedad alguna. Sin embargo, ahí estaba, dejándose tocar por aquellas manos que ahora cuidaban su cuerpo pero que antes lo agredían; dejando que esos labios que una vez lo insultaron pasearán por la tersa piel de su cuello. Actuaban como dos adolescentes hormonales mientras se besaban a orillas del lago, en la parte trasera de la casa que Zabdiel adquirió hace un tiempo.
— Tengo que preguntarte algo... —inquirió Christopher, rompiendo el beso pero sin despegar sus cuerpos, sentados uno al lado del otro.
Zabdiel frunció el ceño ante el cambio en la expresión de rostro del castaño. —¿Qué es?
— Tú... ¿Qué opinas de recuperar a Dalia? —preguntó, mirando los ojos verdosos observarle con sorpresa.
—No te voy a negar que es lo que más deseo. Quiero tener a nuestra hija, quiero que seamos una familia, Christopher.
El mencionado se alejó unos cuantos centímetros de De Jesús , observándolo con cierta cautela, buscando alguna pista que le dijera que Zabdiel le estaba mintiendo.
—No sé dónde está Dalia, lo último que supe es que fue adoptada por una familia canadiense —le comentó.
Zabdiel frunció el ceño mirando a Christopher como si fuera un bicho raro. Por supuesto que aquello era una vil mentira.
—¿Quién te dijo eso? ¿La misma perra que se llevó a mi hija del hospital?
Maldito infierno.
—Te recuerdo que esa "perra" —hizo comillas con los dedos— tan solo seguía órdenes mías. En dicho caso, deberías insultarme a mí. No te permito que hables de Hally.
La risa sarcástica de Zabdiel quebró algo dentro de Christopher, algo que trajo tantos recuerdos consigo, algo que solo sirvió para hacer que el castaño hirviera de rabia y le recordaba por qué no podía confiar en Zabdiel.
—¿Dije algo gracioso? —preguntó con ese tono seco en su voz.
—No pienso ir ahí, no voy a discutir contigo por eso — el tono de Zabdiel era pacífico. Aquella mirada esmeralda cayó como un balde de agua fría sobre el cuerpo del castaño —¿Hay algo de malo en que quiera a mi hija conmigo? ¿En que quiera a mi familia conmigo?
—Tu familia... —para ese momento Christopher ya tenía un nudo en la garganta.
—Sí, Christopher. Mi familia. Tú, Dalia y yo —apartó la vista del castaño, esta vez, perdiéndose en los pequeños remolinos que hacían los peces en el lago —¿Qué acaso tu plan es que nos quedemos escondidos como un romance adolescente?
—Lo que está mal es que intentes utilizarme para llegar a Dalia —murmuró, lo que captó la mirada de Zabdiel.
—¿Aún no confías en mí, verdad?
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Hold On, I Still Want You.
FanfictionSegundo libro de: El Precio del Placer. Adaptación. Obra original de: @ChandelySon