›Champagne problems‹| Ruikasa

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— ¿Y cuanto cuesta este?

— 40, señor

— ¿Y este?

— Ese está en 50

A Tenma recién le habían pagado por estar en la orquesta de la academia

Se sentía emocionado, era una cantidad bastante generosa para una persona como él

Entonces fue a una tienda de regalos, a comprarle algo a su novio con desconocido nombre

Quería regalarle algo de calidad, algo caro para que tuviera una iniciativa

Porque ya llevaban saliendo más de una semana, y no había conocido nada más de él fuera del tren de las once de la noche

Y claro, esa noche era su noche

Estaba preparándose para besarlo

¡Lo besaría!

Vaya que estaba emocionado

Y mientras tanto, el Kamishiro se durmió en su escritorio por estar escribiendo toda la noche

Se desperto un poco temprano por la incomodidad

Ya faltaba solamente una semana para entregar el libro que lo habían obligado a pensar

Pero... Bueno... Ya llevaba 400 páginas

¿Para quien? Tsukasa Tenma.

Eso era obvio

Sabía que no era el libro que entregaría, pero solo pensaba en él

¿Y si lo despedía  de la editorial qué?

Ya no le importaba demasiado

Sentía un vínculo especial con el

Que pocas personas entenderían.

Solo eran ellos dos, era su mundo completo

Y de pronto, volvio a la editorial a seguir siendo presionado para entregar su trabajo

Claro, no llevaba nada

Estaba jodido

— ¿Y sabes algo Kamishiro? No se nisiquiera porque te acepte que estuvieras en esta editorial

— Nisiquiera ha pasado las dos semanas. Le presentaré un trabajo grande y-

— Solo tienes cinco días.

"Cinco días"

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Y ahí se encontraba otra vez, en el tren melancólico de las noches

Sus ojos le ardían y pesaban, no había dormido por lo menos dos días

Se iba durmiendo, pero cada vez que el tren avanzaba aventaba su cabeza

Hasta que por fin pudo dormir, sintio una mano en su hombro

— hola... — Le saludo la voz tan amada por él

De pronto se desperto y lo miro

— Tsuka- Tsukasa- ¿Cuándo llegaste?

— Apenas. Tienes sueño, ¿No?

— Hmj

— Oh... Que mal... ¿Y tú libro?

— ¿mi libro? Dios... No he hecho nada... Solo me quedan cinco días

— ¡Yo te lo haré! No soy bueno en los libros, pero te ayudaré ¡Para que no te quedes sin trabajo!