Wanda estaba sentada junto a la cama de Peter, observando con preocupación cómo dormía. Por fuera, su expresión era de angustia y esperanza por su pronta recuperación, pero en su interior ardía una furia fría dirigida hacia los Vengadores. Ellos eran los culpables de que Spiderman estuviera gravemente herido.
Sin embargo, otro sentimiento aún más perturbador se agitaba en su pecho: la celosa certeza de que Carol Danvers, alias Ms. Marvel, también se preocupaba por Peter. Sabía que Carol sentía algo por él, y Wanda no permitiría que nadie se lo llevara de ella.
Decidió salir por un momento a buscar algo de comida. Mientras caminaba por los pasillos rumbo a la enfermería, su mente bullía con pensamientos oscuros. "Después de esto, ¿se irán de Kun Lun? ¿Abandonarán la misión?" se preguntaba con amargura.
Antes de llegar, fue interceptada por Hope, quien también mostraba preocupación por su maestro Spiderman. Wanda la miró con seriedad, sus celos brotando en cada palabra que pronunciaba.
Wanda: ¿Qué quieres?
Hope, un poco nerviosa por la tensión en la voz de Wanda, respondió tímidamente.
Hope: Solo quería ver cómo está Spiderman. Le traje algo de comida.
Wanda, con voz cortante: Yo me encargaré de llevarle la comida.
Hope asintió, sorprendida por la frialdad de Wanda, y se retiró en silencio. Mientras tanto, Wanda continuó su camino hacia la enfermería, con cada paso alimentando su creciente paranoia.
Al regresar con la comida, encontró a Carol cerca de la cama de Peter. La vista de la rubia junto a él hizo que la ira de Wanda se desbordara.
Wanda, con seriedad: ¿Qué estás haciendo aquí?
Carol, sin intimidarse ante el tono de Wanda: Estoy preocupada por Peter. Quiero asegurarme de que esté bien.
La tensión entre las dos mujeres se palpaba en el aire cargado de energía. Wanda apretó los puños, sus ojos brillando con furia contenida.
Wanda: ¡Peter es mío! No permitiré que ninguna otra chica se interponga.
Carol, firme: Wanda, entiendo tus sentimientos, pero no voy a alejarme solo porque tú lo dices.
Wanda y Carol se miraban con odio y celos que comenzaban a liberar un poco de su poder, ambas decididas a pelear. Sin embargo, Carol decidió calmarse; no quería provocar una pelea en el lugar donde Peter se estaba recuperando. Así que, con firmeza, decidió retirarse, aunque no sin antes dirigir unas palabras a Wanda que sabía que la harían enojar aún más.
Carol, con calma pero determinación: "Yo amo a Peter y haré todo lo posible para que se recupere. Aunque no estés de acuerdo, no me importa. Voy a luchar para que él también me ame."
Con estas palabras, Carol se dio la vuelta y se marchó, dejando a Wanda con una mezcla de rabia y temor en su interior. Sabía que Carol no se rendiría fácilmente y que la competencia por el corazón de Peter no sería fácil de manejar.
Wanda regresó junto a la cama de Peter, con la comida en la mano, pero su mente ya no estaba en el presente. Estaba consumida por los celos y la preocupación, preguntándose cómo podría asegurarse de que Peter permaneciera a su lado, lejos de Carol y de cualquier otra amenaza.
Mientras tanto, fuera de la enfermería, Carol caminaba con paso decidido, enfrentando sus propias emociones. Sabía que había tocado una fibra sensible en Wanda, pero también sabía que no podía permitir que sus sentimientos la detuvieran. Ella también estaba decidida a luchar por lo que quería, sin importar las consecuencias.