Estaba igual, salvo que no quedaban restos de la pared con los nombres de la gente escritos, sus cabañas ni nada de eso. Eran chicas, de unos 15 o 16 años, no mucho más jóvenes que yo. Pero cada vez recordaba menos. ¿Cuántos años tenía realmente? ¿Cuánto tiempo había estado allí? Esperaba que estas chicas pudieran ayudarme.
Decidí tumbarme en el suelo, justo cerca del bosque, sabía que necesitaban pasar por allí para conseguir agua. Tal vez así no se asustaban tanto de mi inesperada llegada.
A la media hora, vino una chica. Era pelirroja y tenía los ojos grandes y verdes. Se quedó mirándome durante un rato, y después me pellizcó en la cara. Dije "ayyy". Yo esperaba que se pegara un susto o saliera corriendo, pero me tendió la mano y dijo"levanta".
Me dirigió a una cabaña de madera, mucho mejor que la que nosotros hicimos, y me preguntó de dónde venía. Veía borroso, y se me empezaron a cerrar los ojos, hasta que me desmayé (o eso creo).
Me desperté mojado entero, y con unos ojillos curiosos que giraban a mi alrededor. Cuando la realidad se fue haciendo menos borrosa, puede apreciar su rostro. Era una joven de pelo negro y rizado, ojos marrones, y una enorme cicatriz que recorría desde la barbilla hasta el hombro derecho. Estaba preparando una especie de pócima rara, y tenía botes de cristal, me preguntaba cómo los habría conseguido.
"Se llama Mery" dijo una voz a mi lado derecho. Me giré y la vi nuevamente: la muchacha pelirroja que me encontró el día...¿Qué día fue? Bueno, eso ya no importaba. Noté algo en mi pecho, pero era una presión fuerte. Lo miré, y ya no había ni cuchillo ni sangre, solo una gran venda que recorría todo mi pecho, tapando todo el dolor, dulzura y amargura que este puñal desencadenaba.
"Me pregunto cómo habrá sobrevivido" dijo otra vocecita, esta vez bastante más aguda. Esa voz pertenecía a una chica de pelo y ojos castaños, era bastante guapa. Se oyeron risas, y descubrí que la habitación estaba llena de chicas: todas observándolo a él. Sentí un pinchazo en el brazo y no pude evitar el ruido que salió de mi boca, una especie de chillido grave. Más risas.
Mery dijo: "bueno pues ya estás sanote, señorito". Me dijo "señorito", pero decidí no decir nada y limitarme a decir "gracias". Le pregunté: ¿eso es el suero, lo que me cura de ser un crank?
Mary: Sí. Muchas han sido mordidas por esas arañas, así que decidí un día ponerme a investigar sobre la cura, y la caja nos ayudó mucho, trayéndome todo lo que ves en esta sala.
Mis ojos giraron alrededor de toda la habitación, y entonces me imaginé lo que habría sucedido. Se dieron cuenta de que a Mery se le daba bien esto de médico, y que estaba obsesionada con encontrar la cura, así que deciden darle el instrumental adecuado para ver si lo consigue, total, no pierden nada.
Pero, ¿cómo había podido Mery conseguir la cura sin saber quién era inmune o no? ¿Había hecho como Wicked? ¿Había sacado la sangre a las demás chicas para analizarla? Eran muchas preguntas, pero vi que podía simplificarla en una. Entonces, cuando estaba a punto de hacerle mi pregunta, ella comenzó a hablar.
Mery: ¿Sabes? Cuando te encontró Sophie, tenías un cuchillo clavado en el pecho. Decidí sacarlo, y al investigar la sangre para ver si tenías la llamarada, descubrí que había otras partículas de sangre, pero que parecían de otro tipo de sangre. Me puse entonces a hacer pruebas con esa sangre especial, y descubrí que esa se estaba reproduciendo en tu interior.
Shopie- Así fue. (Esto lo dijo con una risita al final, y las demás chicas se rieron)
Estaba en shock, ¿entonces esa sangre de qué era y, era mala?
Mery: No te asustes, porque es lo que te ha salvado. Este tipo de sangre, por lo que he visto, parece pertenecer a un inmune, pero que además mata al virus. ¿Sabes a quién puede pertenecer?
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Detrás del laberinto
Ficção CientíficaEs una segunda parte de la saga del corredor del laberinto, que ha salido de mi propia imaginación. Siento decir que esto supuestamente no pasa, ya que el autor de la saga no lo ha escrito.