yellow ♡ jensoo.

capítulo siete.

Jennie caminaba a su salón luego de ir al baño, pero fue detenido por la chica con que menos quería toparse y su grupo de amigos.

—Jennie Kim —dijo con una lentitud para fastidiar a la castaña.

—¿Podrían dejarme pasar? —pidió, intentado ser amable, pero la nipona no se lo dejaba tan fácil.

—Mm, no. Veras, Jennie, el día de ayer te vi muy cerca de mí novia —dijo mientras hacía énfasis en el «mí»—, así que te pido amablemente que desaparezcas de la vida de ella.

La morena la miró unos segundos hasta soltar una carcajada que hizo que la pelicorta frunciera sus cejas.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó una de las chicas.

—¿Te crees que te haré caso? A mi no me dices que hacer, niñita, yo hablo con la que se me da la gana.

—Te lo estoy poniendo fácil, Kim —se acercó hasta quedar cerca del rostro de la morena—. Alejate de Jisoo.

—¿Por qué? ¿Acaso te sientes insegura de que otra chica hable con tu novia? —la provocó, no se iba a dejar intimidar por esa chica.

—Oye imbécil, mi amiga te la está dejando fácil —otra chica la tomó por el cuello de su camisa.

—Oh, parece que la cachorrita necesita a sus amiguitas para defenderse —dijo con burla, amando la reacción de la peliazul.

Momo apretó sus puños, sintiéndose muy ofendida.

—Eres una idiota.

—¿Por qué soy una idiota? ¿Por tener el coraje de decirte las cosas en la cara y no dejarme intimidar por una imbécil que no sabe ni defenderse sola? No me hagas reír y dile a tu mascota que me suelte, tengo cosas más importantes que hacer que pelearme con ustedes —escupió desinteresada, ya le sonaba a típica pelea en el patio.

—¿Tienes miedo? —preguntó Momo.

Dios, dame paciencia para no mandártela.

—¿De ti? Jamás, me das pena ajena —respondió irritada—. Eres sólo una estúpida que necesita a más estúpida que le aplaudan las estupideces —tomó la mano de la chica que le sostenía la camisa y le soltó el agarre.

—Nos vemos en el parque cerca de aquí, a las 3:00 PM, más te vale ir —advirtió Hirai antes de irse.

Jennie las miró irse e hizo una mueca, tal parece que su plan de ver el maratón de su serie favorita se tendría que posponer.

—¡Jendeuk! —la llamó Jisoo al salir del salón—. Escuché de su pelea con Momo.

—Mm, sí, la idiota me citó en el parque —dijo como si nada mientras se llevaba una paleta a la boca.

—¿No está nerviosa? —la más alta negó, Jisoo se sorprendió mucho por su despreocupación.

—No me metería en algo así si no tuviera la capacidad de enfrentarlas —explicó—. ¿Vienes? Creo que te gustará ver esto.

La más baja no estaba muy segura, pero siguió a la de ojos gatunos hasta el parque.

Al llegar, visualizaron a Momo y su grupo en medio de varias personas, todos querían ver como Momo destrozaba a la nueva.

—Vaya, la princesita si quiso venir —dijo con diversión mientras los demás reían.

—No podía hacer esperar a mi príncipe —se limitó a responder cuando entró en el círculo, haciendo una reverencia con burla.

—¿Por qué no te rindes de una vez? así evitas hacer el ridículo en frente de todos.

—¿Vamos a pelear sólo tú y yo o tus mascotas tienen que ayudarte? —ignoró lo que le dijo mientras veía como los amigos de Hirai estaban detrás de ella.

Un «Uuuh» por parte de las personas se hizo escuchar, haciendo enojar a Hirai.

—Te voy a destrozar esa sonrisa —le dijo apretando los puños con rabia.

—¿En serio? Entonces ven, quiero ver que lo hagas.

La chica no esperó más y se abalanzó contra Jennie, éste esquivó con tranquilidad el puño.

—Olee —escuchó las risas de los presentes haciendo hervir la sangre de Hirai.

Momo volvió a repetir la acción, y Kim volvió a esquivar el golpe para luego tomar su mano y llevarla hasta su espalda, haciendo que se doblara y en pocos segundos callera al suelo

—Parece que miss Hirai es solo show —dijo con burla, Momo intentó moverse fallando en el intento.

—¡Suéltame!

—Si dejas de molestar a Jisoo, lo haré.

—¿Quieres que despida a su padre? Tengo muchas influencias —amenazó.

—¿Quieres ir a la cárcel por acoso y violencia escolar? De dos a seis años de cárcel, piénsalo, yo también tengo mis influencias para encerrarte —contraatacó.

Por el tono que utilizó Jennie y la fuerza que ejercía en su agarre, Hirai supo que Kim no estaba jugando.

—¡Lo haré, lo haré! Ahora suéltame —pidió, rindiendose.

Jennie se quitó de encima de la chica, los amigos de esta yendo a socorrerla de inmediato.

—Vamonos —le susurró a Jisoo mientras tomaba su bolso y de iba de allí.

—¡Jennie, eso fue asombroso! Ella iba a darte un puñetazo y luego ¡Fush! Y después ¡Zas! Jamás había visto a alguien derrotar a Momo.

—Todos le tenían miedo, ni dar un buen puñetazo sabe —se limitó a decir mientras sacaba una paleta del bolsillo.

—Dongsaeng.

—¿Mm?

—Gracias —la morena volteó a verla, deteniendo su paso—, por defenderme.

—¿Para eso están las amigas, no? —inquirió con una sonrisa.

La mayor sonrió.

—Sí, para eso están.