愛 ' "Eres el sol amarillo que ilumina mis días grises"
Desde los trece años, Jennie recuerda haber pasado por varias escuelas gracias al trabajo de su madre, y aunque antes se negaba a esos repentinos cambios, aprendió a que era mejor no encariñarse...
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6 MESES DESPUÉS
Jennie
Al inicio del año escolar, pensé que todo sería igual que los últimos años, pero creo que en este punto sabrán que no fue así.
Empecé a salir con Jisoo desde aquella vez, donde hecho un remolino de emociones le confesé mis sentimientos y ella los suyos, aclarando nuestras dudas e inquietudes.
Me esforcé cada día por hacerla feliz y recompensar las mil y un veces que me equivoqué, aún si eso implicara verme como una idiota.
Luego de dos meses, le pedí ser mi novia, y obviamente ella aceptó.
Al inicio fuimos el tema de conversación de la escuela por una semana, no fue del agrado de muchos, en especial de cierto tipo que no voy a mencionar, pero no fue un problema.
Conocí a los padres de Jisoo, estaba muy nerviosa al inicio, puesto a que no me sentía lo suficientemente buena para ser la novia de su hija, pero para mi fortuna les caí bien, incluso me han invitado a comer un par de veces.
Y si hablamos de mi madre... Ugh, qué vergüenza.
Con sólo decir que la noche que la llevé a cenar le mostró el vergonzoso álbum de mis fotos de pequeña, ¡Incluso le ofreció algunas para que las tuviera!
Mi relación con Jisoo ha ido mejor de lo que pensé, pero ahora que acabaron las clases, llegó el momento que había temido desde el inicio.
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—Mamá —llamó la menor acostándose en las piernas de Taeyeon quien estaba viendo la televisión.
—¿Saldrás con Jisoo? Procura no venir después de las once, ya empezó a hacer frío —dijo mientras seguía mirando el televisor.
—No, no es eso —Jennie se sentó, muy dudosa por lo que iba a decir—. Nosotras... ¿Nos iremos?
La mujer volteó a ver a su hija, bajandole volumen al televisor y poniendo toda su atención en ella.
—¿Irnos? —preguntó con una ceja alzada.
—Es decir, que si nos vamos a mudar...
—Aún no me han dicho nada sobre irnos a otro lado, ¿No te quieres ir? —la morena negó con la cabeza gacha.
