IV

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Namjoon fue el único en entrar a su departamento esa tarde.

—¿Listo?—estaba más allá de emocionado. Le parecía increíble lo tierno que podía verse cuando estaba feliz. Sus casi dos metros podían asustar a cualquiera. Sus alumnos claramente no le presentaban un problema con esa apareciera, al contrario era bien sabido lo llamativo que resultaba para sus alumnas. Siendo catedrático en la universidad con dos clases –inglés y literatura –era fascinante verlo en un entorno tan casual.

—Eso creo. —al final si se decidió por la camisa abierta sobre su camiseta.

—Hoseok nos espera en la camioneta.

—Vámonos entonces. —tomó sus botas en la entrada y salieron juntos. —¿Estás seguro de llevarte tus lentes? —preguntó curioso, él mismo había optado por dejar las suyas.

—Solo hasta que lleguemos al recinto. Las dejaré en la camioneta por cualquier cosa. —sonrió aún emocionado.

Cualquier cosa para Namjoon era todo un tema, era inteligente a niveles que Yoongi se asombraba. Sin embargo a veces podía ser un poco torpe en las nociones sencillas de la vida. Era un poco despistado también. Ya había perdido dos pares de lentes, una vez casi salió a dar clases con zapatos impares y sin olvidar que como le había dicho a Hoseok había pisado una lagartija. Sin mencionar que era el único sin licencia para conducir.

Yoongi a veces se preguntaba porque Namjoon no había estudiado algo relacionado con la naturaleza, no había visto bonsai más bonito que el de su amigo. Pero bueno, era claro que su amor por las plantas venía de un lugar más interno que solo para tomarlo como trabajo.

Hoseok los saludó y tocó el claxon.

—Mis vecinos van a odiarte si sigues haciendo eso. —se quejó mientras tomaba su lugar como copiloto.

—Ya, ya. No lo volveré a hacer. —sonrió dando reverse y encaminándose al concierto.

No estaban tan lejos, eran solo uno veinte minutos. Casi tardaron lo mismo en encontrar donde estacionarse.

—Vamos. Vamos. —Namjoon se quitó sus lentes y los dejó en su asiento. Yoongi tomó nota.

—¿Boletos? —Hoseok sacó el suyo y acto seguido sus amigos le siguieron. Asintió con alivio antes de moverse para llevar a la entrada.

La fila se movía con fluidez, aún era un poco temprano así que no había locuras por la prisa. La persona en la puerta recibió sus boletos, les entregó una pulsera y les selló la mano.

—Solo cerveza y agua dentro. —anunció antes de dejarlos pasar.

—¿Dónde están nuestros lugares? —no había tenido tiempo para revisarlos.

—General B, fila M asientos 13, 14 y 15. —Namjoon comenzó a caminar entre las gente abriéndose paso con facilidad y dejándoles el camino libre para seguirlo.

Los asientos no estaban nada mal, estaban justo al centro. Y bueno, la mayoría se abalanzaría contra las barricadas, así que podrían respirar bien.

—Voy por una cerveza. ¿Quieren algo?—Hoseok preguntó con una sonrisa.

Yoongi y Namjoon coincidieron en pedir lo mismo y Hoseok anunció que la primera ronda iba por su cuenta.

—Tu nuevo vecino es guapo. —Namjoon le dijo mientras se sentaban a esperar.

—No tú también. —se quiso reír a carcajadas. —¿También quieres conseguirme pareja?

Con Namjoon las cosas habían sido un poquito diferentes, después de confesarle a Hoseok sobre su homosexualidad, sabía que era cuestión de tiempo para que su amigo también lo supiera, le pidió que tomaran un café en su departamento y Nam no tuvo ningún problema. Sentados uno frente al otro hubo un silencio prolongado antes de que Yoongi suspirara.

—Lo que te quería decir, no es fácil para mí. —tragó saliva con dificultad. Sintió la boca seca.

—Sabes que puedes contarme lo que sea. —le había respondido con una sonrisa, de esas que mostraban sus hoyuelos.

—Namjoon. —tomó aire. —Soy gay.

Su amigo inclinó la cabeza y asintió. Bebió un sorbo de su café.

—¿Tienes azúcar?

Yoongi parpadeo confundido. —¿Eh...? Sí. Nam, yo...

—Bien. Tomaré un poco. ¿Quieres crema o azúcar para tu café? —se levantó de la mesa y lo vio dirigirse a su cocina y buscar en la alacena.

—Namjoon, ¿escuchaste lo que te dije? —no se atrevió a dejar la mesa. Honestamente estaba más nervioso ahora.

Sus manos inevitablemente se volvieron puños y las oculto sobre sus rodillas, agacho la cabeza esperando una respuesta.

—Ajá. —finalmente encontró lo que buscaba y entonces puso una cucharada de azúcar en su café.

—¿Seguro? Porque creo qu—

— Yoon, ¿qué estabas esperando que hiciera? —la curiosidad se asentó en su voz. —¿Yoon? —regreso a la mesa. —¿Yoongi? —su tono se suavizó.

—Creo que, bueno, esperaba que me dejaras de hablar. —no podía levantar su vista.

Namjoon no tardó en acercarse y arrodillarse frente a él, tomó con sus manos los puños de su amigo y con tranquilidad lo giró en su silla hasta tenerlo frente a frente.

—Yoongi, eres mi amigo, para mí eso es importante. Significa que puedes confiar en mí así como yo confío en ti. —alzó sus manos y tomó el rostro de Yoongi con ellas. —Nada va a cambiar mi opinión sobre ti. De que eres una buena persona. Un buen amigo. No eres cruel, te preocupas por los demás y se que darías la vida por la gente que amas. No agaches la mirada ante nadie. Estoy orgulloso de ti.

Kim Namjoon tal vez fuera unos meses menor que él, pero su madurez era una competencia diferente.

Recibió el mejor abrazo de su vida en esa misma silla.

—Solo digo, te vendría bien divertirte un poco. —se encogió de hombros.

—¿Cómo sabes que no me divierto?

—Una corazonada.

Yoongi se rio y no tuvo que responder porque Hoseok se acercaba con las cervezas.

—Solo tomaré una, manejaré de regreso. —aviso entregando las bebidas.

El show dio inicio entonces, las luces se apagaron, los murmullos crecieron y la emoción llenó sus cuerpos, el escenario se iluminó y sintieron como varias personas corrían entre ellos para llegar a las barricadas.

En menos de tres canciones Yoongi terminó su primera cerveza. Sediento anunció que iría por otra, Namjoon aceptó una segunda y Hoseok pidió agua.

Afortunadamente no tuvo que pasar entre muchos cuerpos, la mayoría ya estaba brincando cerca del escenario y la pista estaba libre para poder conseguir sus bebidas.

—¡Dos cervezas y una botella de agua! —tuvo que gritar un poco pero el chico atendiendo detrás de la barra lo entendió enseguida y le entregó su pedido en segundos, pago y se giró para irse.

Un cuerpo lo detuvo en menos de un paso. Casi tira sus cervezas si no hubiera sido por los buenos reflejos de la persona frente a él.

—Perdón.

—No te preocupes. —esa voz.

Alzó su mirada y su garganta se secó.

—Yo...

—Hola. —terciopelo. Así se lo sintió cuando volvió a hablarle.

—Hola, Seokjin.




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Hola. Cherry por aquí dejando un nuevo capítulo. Muchas gracias por el apoyo no tengo cómo agradecerles.

Nos leemos muy pronto.

—Cherry. 🍒
fighting

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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Thirsty || Jinsu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora