Capitulo 21

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Parte 5: El terror del Anciano y La Somba en el Lago.

- Sera mejor buscar a tu mamá y largarnos.
Dijo Tara al mirar a Hazel.

Una vez que la puerta fue asegurada Hazel y los demás comenzaron a andar, encontrandose con un largo pasillo entre la oscuridad. Las luces del techo que medio funcionaban colgaban, parecia como si fueran a desprenderse en cualquier momento.
Era como si alguien o algo hubiera entrado y destrozado todo a su paso.
El papel tapiz de las paredes no sólo presentaban marcas de garras si no también crecimiento de hongos como si el lugar hubiera sido abandono hacia mucho.
Pasaron por lo que parecía ser la recepción, lugar donde un teléfono fijo colgaba llenando el silencio del lugar con un tono y estática.
A continuación continuaron atraves de lo que parecía parecía una sala de espera que tenía la mayor parte del piso de madera colapsada dejando a la vista un enorme agujero.
-¿Dónde están todos?- murmuró Hazel- Se supone que hay pacientes y un personal a cargo de ellos.
-Es como si hace mucho que hubieran abandonado el hospital- añadió Patrick cuando se acercó a una de las putrefactas paredes, y entonces acercó un poco el oído para escuchar algo que parecía moverse dentro de la pared- Creo que hay algo aqui- entonces al extender una mano e intentar tocar la madera esta cedió, dejando a la vista una asquerosa escena; entre los tablones de la pared encontraron el deteriorado cuerpo de alguien que llevaba el uniforme de enfermera.
Estaba sujeto con cientos de resortes que perforaban la carne putrefacta.
Y entonces cientos de moscas salieron de lo que quedaba de la boca del cadaver cuando la mandíbula se desprendió de su lugar.
Y ellos gritaron ante tal escena.
-¡Esto no es un hospital psiquiátrico!- exclamo Tara entonces con una expresion de terror y repulsion.
- Es una trampa- dijo entonces Hazel.

De pronto las puertas alrededor comenzaron a abrirse y cerrarse a la vez con fuerza, eso hasta que de pronto una sola quedo abierta.
Y de pronto unos enormes resortes surgieron de entre la penumbra que se ocultaba detrás de la puerta, cogiendo al azar a Patrick, Chloe y Tara, esta última intentó no soltar las manos de Hazel, pero al final termino siendo arrastrada por dos resortes más.
Quedando solo en el sitio Hazel comenzó a correr detrás de sus amigos, los cuales no dejaban de gritar.
Corrió y corrió hasta que el piso de madera debajo de él cedió, cayendo en otra habitación repleta de muebles en estado de putrefacción.
Con la espalda adolorida Hazel trato de ponerse de pie y al conseguirlo solo se encontró rodeado de oscuridad y gritos a lo lejos sumidos entre las paredes del lugar, como si el edificio buscase devorarlos.
Y entonces escucho una voz familiar, la misma voz que escucho durante su primer día de clases.
-Tenía que hacerlo, tenía que hacerlo, tenía que hacerlo, tenía que hacerlo.
Se escuchó entre murmullos.
Hazel se fue acercando de a poco mientras iluminaba el lugar con la linterna y entonces en una esquina lo voy, en cuclinas con el rostro cubierto entre sus brazos. Parecía ser un anciano desnudo. Un anciano al que el reconoció.
-¡¡Tenía que hacerlo, tenía que hacerlo, tenía que hacerlo!!
No dejaba de repetir eso una y otra vez.
-¿Hola?
Entonces los murmullos se detuvieron.
Y el cuerpo del anciano solo se quedó tan quieto como pudo.
-¿Se encuentra bien?- volvió a hablar Hazel.
De pronto su cara se llenó de horror al confirmar de quien se trataba, era Finster. El mismo anciano. Pero esta vez su rostro no solo se veía más demacrado si no putrefacto.
Sus ojos parecían no tener pupilas y los pocos dientes que le quedaban eran largos y torcidos.
-¿Qué haces? ¡¿Tienes mi libro?!
- ¿Eres tu? ¡Tu eres a quien el enmascarado quiere!¡Tu tienes a mi madre!- gritó Hazel, pero en ese momento vio como el anciano comenzaba a erguirse, dejando ver sus deforme cuerpo que era atravesado por resortes serpenteantes. Su piel comenzaba a ponerse grisácea y trozos de carne caían podridos al piso.
-¡¡NOOOOO!! ¡Deja de hablar!¡Las voces, las voces! Duele!!
Después de lanzar esos gritos los resortes que brotaban de entre sus entrañas comenzaron a moverse con más fuerza aún- ¡¡Tú tienes mi libro!!
-Lo puedes tener de vuelta Finster, pero deja ir a mi mamá- le dijo Hazel mientras sacaba el Necronomicón de la mochila (entonces vio el rostro del fantasma atraves del cristal de la linterna, recordando algo), a continuación dejo en alto el libro para hacer énfasis en sus palabras.
-Yo use el último conjuro que recordaba del libro- volvió a hablar con dificultad el anciano mientras la mitad de su pecho era destrozado por algo que comenzaba a salir de él- Creí que sería lo mejor. No quería lastimar a nadie aquí, solo me ocultaba.
Entonces Hazel vio a lo que se aferraba, en una de sus manos sostenía lo que parecía ser una hoja de uno de los libros.
-¿De quien se ocultaba?
Pregunto el chico, buscando una distracción mientras buscaba con una mano la linterna.
- Del enmascarado. ¡El tiene la otra mitad de mi libro! ¡Es mi libro! ¡Asi como tu y esa perra de Amanda, han robado lo que es mio!- el anciano intento dar un paso adelante pero su cuerpo comenzaba a colapsar- ¡¡El conjuro no funcionó, sé que él lo modificó!! ¡¡Lo sé!! Solo quería ocultarme, vivir aquí en soledad... quería... quería des... descansar... ¡pero ya no lo puedo hacer!
Entonces en ese momento varios resortes se lanzaron contra Hazel tomándole de las piernas y abrazando con fuerza su cuello, cortandole la respiración y alzándolo del piso.
-No importa cuantas maldiciones tenga que lanzar sobre este lugar, ¡no dejaré de reclamar lo que es mio!
Volvió a gritar Finster mientras su decrépito cuerpo se acercaba a Hazel, pudiendo sentir este su putrefacto olor.

Al alcanzar la linterna y sacarla en lo alto, Hazel le dejo caer provocando que el cristal que contenia al fantasma estallará, dejándola libre.
Una ráfaga de aire lo golpeo entonces. El cabello de Hazel se elevó, las patas de los muebles arañaron lo que quedaba de la alfombra y las pequeñas mesas se movieron. El anciano que había estado cerca termino siendo apartado por la misma fuerza invisible.
Pese a la poca luz Hazel consiguió ver como el fantasma de Amanda Grace se erguia ante ellos. Ondeando en el aire con el misml vestido que uso el dia de su mueete. Se colocó entre Finster y Hazel, y la luz fantasmagórica irradiaba de ella como el agua: se derramaba en gran cantidad, brotando sobre las sillas y las alfombras.
-Yo...-dijo una voz- Aun puedo sentir el frío de aquel día...
Los ojos de la mujer fantasma se encontraron con los Hezel un instante después se giró hacia el demacrsdo anciano.
Finster consiguió verla entonces. Desesperado y lleno de terror, miraba a todas partes. Entonces, envío a los resortes que salgan y entraban de su carne a atacarla. Pero no pudo hacerlo.
Sus ojos estaban llenos de terror por el asombro y el miedo atroz. No creía volver a ver el rostro de aquella mujer.

La mujer abrió la boca lanzando un estruendoso gritó que provoco que las paredes y todo a su alrededor temblaba.
Puede que Finster intentara moverse. Puede que intentara defenderse, pero el bloqueo fantasmal se había apoderado él, dejándolo completamente indefenso.
- Aun puedo sentir... El frío de aquel día...
- Y-Ya no tiene que ser asi- dijo Hazel cuando los resortes lo dejaron caer al piso- Eres libre de toda esta maldición...
Y entonces volviendo su atención hacia el temeroso anciano el rostro del fantasma cambió, transformándose en una calavera a la que se le desprendía la piel y con devastador gritó atravesó lo que quedaba del cuerpo de Finster.
Y después de aquello el cuerpo del anciano estalló como si de un globo podrido se tratase expulsando viseras y líquido de color negro a su alrededor, dejando solo un enorme gusano baboso de lo que fue su cuerpo, y al sentir la presencia de Hazel la criatura intentó atacarlo, pero este rápidamente buscó el Necronomicón, intentando lanzar el conjuro para desvanecer todo aquello, pero entonces fue el enmascarado quien aparecio de pronto, provocando que el asquerosl gusano se desvaneciera y que el hospital regresara a su estado natural.
La figura enmascarada se inclinó, tomando de entre los restos de Finster algo que le pertenecía; la hoja del Necronomicón que el poseía. Y una vez recupero la postura se volvió hacia Hazel.
- Un placer hacer tratos contigo.
Escucho Hazel en la lejanía.
.....

Y al regresar la luz Hazel se encontró en lo que parecía ser uno de los cuartos donde del conserje.
Al salir de allí regreso a la recepción donde se encontró no solo con sus amigos, los cuales al verlo se lanzaron hacia él en un abrazo, si no que el personal del hospital parecía estar trabajando como si nada hubiera ocurrido.
-Era Finster- le susurró Hazel a Tara mientras la abrazaba- Fue el quien hizo todo esto.
- Por un momento creí que terminaría en una de estas paredes- dijo de manera sombría Patrick.
-Disculpen-, en ese momento les habló con un tono chillón desde el otro lado del escritorio una mujer peliroja con el rostro lleno de pecas que usaba unos feos anteojos- No estamos en horario de visitas.
- ¿Hazel?
Hablo alguien más entonces.
De inmediato Hazel reconoció esa voz, era su madre Janeth, la cual caminaba hacia ellos. Llevaba puesto su uniforme y cargaba con una carpeta repletas de documentos
- Cariño, ¿que haces aquí?- se acercó rápidamente ella para abrazarlo- Es tarde. ¿Tu mamá sabe que estás aquí?- cuando intentó sacar del bolsillo de su bata su teléfono móvil Hazel la detuvo al lanzar sus brazos alrededor de ella.
- Yo... quería ver si estabas bien- le dijo él entre lagrimas.
- Hay cariño. Estoy bien, solo ha sido un poco de trabajo extra, pero no es el momento.
Después de decir eso Hazel vio que a espaldas de su madre se detuvo el Sheriff Burne, este saludó a los jóvenes con un leve gesto con el sombrero.
- Creo que este no es el lugar ni la hora para que unos niños anden husmeando- dijo él con voz gruesa con cierto acento sureño.
- Paso algo, por eso el Sheriff esta aqui- volvió a decir su madre- Uno de los pacientes falleció recientemente.
- ¡¿De quien se trata?!- intervino rápidamente Tara.
- Eso es algo confidencial- volvió a decir el Sheriff Burne y a continuación le hizo un gesto a la doctora para lo acompañase- Con gusto me encargare de acompañarlos a sus hogares una vez termine aquí.
Por un instante Hazel compartió miradas con el hombre y fue como si todo a su alrededor comenzase a nublarse por un breve instante, de pronto Hazel volvió en si cuando escucho que sus amigos le hablaban.
- De ninguna manera llegare a casa en una patrulla- se quejo Chloe cuando saco su teléfono para hacer una llamada.
- El auto de Collins está dañado no creo que podamos regresar en el- dijo Tara.
- Mi papá me matará si ve que llego en una patrulla a estas horas, estoy jodido- se quejo Patrick.
- No era él - dijo entonces Hazel- Finster murió realmente. Eso quiere decir que él no era el enmascarado.
Fue en ese momento que todas las miradas se volvieron hacia él.

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⏰ Última actualización: Jun 10 ⏰

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